
PORQUE PERDÍ LA CONFRONTA(Cuentos de un cubano mudo)Luife GaleanoEditorial Anubis
Domingo. La tarde cae con toda la fuerza del aburrimiento. Silenciosa baja, partiendo la vida tan constante como la lluvia que va tiñendo de agua las calles que se desdoblan ante mis pasos. Unos pasos dados porque perdí la confronta. La última guagua. Unos pasos que caminan sin rumbo. Sin destino ni sentido. Llevándome a ninguna parte. Sólo me conducen, como me condujeron desde el día que aprendí a caminar. Un pie, después el otro. Incansables. Obedientes. Con el único fin de trasladarme. El deseo no tiene cabida en esta historia. Historia de descerebrados. De descerebrados que se proyectan sin saber adonde van. ¿No ha sido siempre así? ¿Acaso alguien conoce adonde lo dirigen sus pasos?
Así comienza Porque perdí la confronta, libro que me ha enamorado desde las primeras líneas, estas que tenéis ante vosotros. Es el libro que a mí me gustaría escribir, el libro que me gustaría leer una y otra vez. El prólogo (o Porque perdí la confronta), desde luego, es especial.
Después de dejarnos un buen sabor de boca, nos adentramos en el mundo de los cuentos del cubano mudo. En Las noches de los mil y un cuentos vendremos a España a ganarnos la vida pero nos enamoraremos locamente. Nos preguntaremos, Papi, ¿en Cuba hay mangos? e iremos a comer al Oscarito's latin food. También podremos saber lo que sienten los inmigrantes que cruzan el mar en patera y los problemas que nos acarreará esto con la justicia, en Tom es un chico, Mary es una chica. Y aprenderemos a tocar el saxofón en una magnífica clase mientras nos adentramos en el mundo espiritual en Pon tu pensamiento en mí. Y nada mejor para un escritor que encontrarse con la mujer de su vida en El compromiso, sin olvidar El cantante acosado y El siquitrillado. Y para finalizar un Compromiso en Regla, con Rosalía, cuando Hay solfeo y mal de espuma.
El libro, además, está plagado de palabras propias del vocabulario cubano que hacen que te sientas como si estuvieras allí, aunque también dificulta un poco la lectura. Sin embargo, para todo hay solución y Luife Galeano nos la propone en Al César su denario, un anexo con los significados de las palabras.
Yo he disfrutado mucho con la lectura de este libro, corto, con cuentos breves pero muy intensos.
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