Mark Webb es un novato en el cine de acción. Su debut con "500 días juntos" fue alabado por gran parte de la crítica y, antes o después, se tenía que ver recompensado con un gran proyecto. Dirigir "The Amazing Spiderman" fue un auténtico reto. Su intención de asemejarlo lo máximo posible al cómic es un acierto.
Como véis, en esta ocasión su amada no es Mary Jane como ocurriera en anteriores versiones del personaje sino su primer amor. Tampoco es un joven periodista ni tiene un jefe que le ningunea. Lo importante es que mantiene la esencia del superhéroe: Su carácter reservado, el dolor que acompaña sus actos y su manera de crear relaciones sociales y amorosas. Andrew Garfield, además, aporta mayor categoría al hombre araña que el que en su día aportó Tobey Maguire. Y es que las comparaciones, aunque odiosas, son necesarias en este caso.
Emma Stone, pareja en la vida real de Andrew Garfield, conecta a la perfección con el protagonista dándole una correcta réplica. Es justo reconocer que, habitualmente, el proceso para contar la evolución de un personaje de este tipo suele ser tediosa pero "The Amazing Spiderman" consigue mantener el interés en todos los tramos del film. Y estamos hablando de más de dos horas de metraje.
Como no podía ser de otra forma, el film aprovecha las nuevas tecnologías. El 3D está correctamente utilizado y los efectos especiales se estructuran bien a lo largo de la cinta. Es un gran mérito no rendirse a estos avances en detrimento del guión como ha ocurrido otras muchas veces.
Por tanto, nos encontramos ante un proyecto fresco, veraniego, divertido y muy arácnido. Seguro que deleita a todos sus seguidores y a los que no lo sean tanto les hará pasar un buen rato. Y ahora a divertirse con "The Amazing Spiderman".
José Daniel Díaz