Supongo que lo fácil en este caso sería machacar a "Una bala en la cabeza", y podría apoyarme en contundentes motivos. Por supuesto, Walter Hill ya no es el mismo que nos regaló "The Warriors" hace tres décadas y Stallone hace mucho que olvidó la contundencia emocional de "Acorralado". Si a ello unimos un guión que no aporta nada nuevo al género, pues ya dispondríamos de contundentes bases para desmantelar sin mucho esfuerzo un proyecto que parece nacido de otra época.
Esa relación entre ellos trae los momentos más cómicos y sublimes de la película. Walter Hill como ya hizo en "Danko: Calor rojo", utiliza una pareja aparentemente incompatible para buscar encuentros que afiancen su amistad. Su relación nace de la corrupción y la traición. Dos personas que se ven envueltas en una maquiavélica trama donde el objetivo es quitarles de la circulación.
El poco compasivo Jason Samoa es el malo de la película. Un asesino despiadado que no duda en apretar el gatillo ante sus enemigos. Dotado de una frialdad y fiereza temibles, sólo un experimentado Stallone está capacitado para hacerle frente. Músculo contra músculo, pocas palabras y mucha violencia.
Bienvenido Stallone!!!