Críticas a la carta: ‘Hellboy’, el monstruo de noble corazón

Por Cinéfilo Criticón @cinefilocritic
Ahora que Los vengadores: La era de Ultrón esta arrasando en la taquilla de todo el mundo, recibiendo críticas algo dispares, unos la consideran una gran decepción mientras que otros una secuela superior a su antecesora, he tenido la oportunidad de visionar, nuevamente, uno de los trabajos fílmicos que lanzaron al director mexicano Guillermo del Toro al punto de mira en hollywoodHellboy. Esto debido a que un usuario del blog nos ha pedido insistentemente que hagamos una crítica de la misma, por ello decidí darle luz verde. Una gran decisión. Y decidí verla precisamente impulsado por la ola mareante de cine de superhéroes que ha invadido al cine en la época reciente y que parece no tener fin a corto plazo. Pero antes de que el cine de grandes héroes y villanos fuera popular, en el año 2004 se llevó a cabo un proyecto humilde y acertado que puso algunos cimientos básicos y esenciales en este género pero que desafortunadamente poca gente vio y lo que es peor aún, nadie supo valorar. Hellboy fue, y es, un personaje ficticio creado para la editorial Dark House Cómics por parte de Mike Mignola en 1993, y vio la luz por primera vez en la Comic-Con de San Diego de ese mismo año, recibiendo con ello críticas muy positivas por parte del sector mas prestigioso del circuito. Curiosamente Mignola coincidió con el director mexicano Guillermo del Toro durante el rodaje de Mimic y desde ese entonces ambos entablaron una amistad que se prolongoría hasta el día de hoy, resultando de ella la posibilidad de llevar a la gran pantalla una adaptación de Hellboy, cosa que sucedió después del mediano éxito de BladeII con lo que Del Toro tuvo la aprobación por parte de los grandes estudios en EUA para financiar su siguiente proyecto. ¿El resultado? Un gran producto en entretenimiento y calidad pero que lastimosamente fracasó en taquilla.

La película comienza retratando un poco los orígenes del personaje principal así como de los cómics: es el año 1944 y en una pequeña isla cercana a la costa de Escocia, durante la segunda guerra mundial, un grupo de nazis comandados por el hechicero ruso Grigori Rasputín, interpretado por un sobrio y atinado Karel Roden, intenta desatar el apocalypsis en nuestra era. Rasputín (si, el mismo que estuvo presente en los últimos días de la dinastía Romanov) desea invocar a los Ogdru Jahad (Los Siete Dioses del Caos) y con ello lograr no solo que Hitler gané la guerra sino que además gané el control del mundo, esto sin saber, claro esta, el daño que podrían ejercer estos supuestos dioses en la humanidad. Pero para mala suerte de Rasputín, antes de poder llevar a cabo la finalización de su plan, un pequeño grupo de soldados americanos irrumpe en el lugar y terminan por frustrar su plan y el de sus alíados, matando en el proceso al propio hechicero, o eso es lo que parece.

Dentro del grupo de americanos se encontraba el joven Dr. Trevor Bruttenholm, a quien mas tarde daría vida John Hurt, mismo que guió al grupo de soldados a la guarida de Grigori pues seguía de cerca los trabajos ocultistas y místicos que los nazis estaban haciendo. Su corazonada dio resultado logrando hacer fracasar los planes del hechicero y de paso lograron encontrar a una pequeña criatura roja resultado del fallido experimento, misma que había cruzado a través de un portal interdimensional que el propio Rasputín había abierto. En lugar de hacer lo que sugería la lógica (matar a la criatura), tanto Trevor como el resto de los soldados decidieron conservarla y adoptarlar pues quizás les ayudaría en un futuro. Es así como nació Hellboy.

Instantes después de este pequeño prólogo se da inicio a los créditos y a la historia como tal. Y es a partir de ahí que inicia un viaje emocionante y divertidísimo orquestado por un gran Del Toro que siempre supo lo que quería mostrar; claro, no todo fue su culpa, el excelente reparto actoral ayudo en demasía a que el público ajeno a la mitología del personaje se sentirá identificada y lo que es mas importante aún, les interesara. Es bien sabido que Mignola se basó en muchos relato nórdicos y europeos, así como trabajos de Lovecraft y Poe, entre muchos otros, para crear un mundo que resultase llamativo e identificable con el consumidor no tan culto sino al menos con un pequeño baraje cultural. Del Toro supo identificar todos estos aspectos y trato de plasmar los mas interesantes y trascendentes para nutrir de vida al mundo que estaba retratando a través de la lente.

Tanto Del Toro como el brillante y osado cinefotógrafo Guillermo Navarro, con quien volvería a colaborar en la hermosísimaEl laberinto del Fauno, ofrecen una atmósfera lúgubre y fría, propia de un mundo de fantasía que no es real pero que toma elementos de los cuentos de hadas para niños quizás con un tono un poco mas maduro y elaborado. Eso y el sarcasmo que el propio Mignola le dotó al personaje y que acertadamente fue trasladado a una interpretación muy divertida por parte de Ron Perlman; curiosamente tanto como Del Toro como Mignola habían coincidido en que Perlman fuese la primera opción para dar vida al mítico demonio Hellboy, debo admitir que fue un acierto de casting brutal y genial. Perlman es el alma no solo del personaje sino de la película como tal y es por ello que alguien que nunca ha leído la obra de Mignola puede soportar lo que le están contando, sin ningún problema. Se llama carisma, y Hellboy esta lleno de eso.

Pero volviendo un poco a la trama, misma de la que me he desviado para elogiar el trabajo de Del Toro y compañía, resulta que el gobierno de EUA, fiel a su costumbre, se hizo cargo del pequeño Hellboy para criarlo y educarlo (Adiestrarlo) para que pudiera luchar a su favor. Es así como nace la Oficina de Búsqueda y Defensa de lo Paranormal, misma que estaría conformada por Abe Sapien (Doug Jones), un psíquico de enorme habilidad mental; Liz Sherman, interpretada correctamente por Selma Blair, una poderosa piroquinética con una inestabilidad emocional muy peligrosa; y finalmente, Hellboy, un demonio con enormes poderes físicos como fuerza sobrehumana y gran resistencia, incluyendo inmunidad al fuego, y claro, se me había olvidado mencionar: su gigantesco brazo de piedra. Los tres “fenómenos”son usados para combatir las fuerzas oscuras y sobrenaturales que tratan de atacar a la humanidad. Ya saben, combatir monstruos con monstruos.

Ante la repentina salida de Liz, debido en gran parte al sentirse fuera de lugar, el doctor Bruttenholm recluta a un joven agente del FBI llamado John Myers (Rupert Evans) para hacer los trabajos de “niñera” y tratar de mantener unidos a Hellboy y Abe ante la inminente muerte de profesor Bruttenholm resultado de una grave enfermedad dentro de su cuerpo. A esto le sumamos la reaparición del temible Rasputín, retornado del mundo de los muertos debido a su amante Ilsa Haupstein, interpretada por una sosa y caricaturesca Biddy Hodson, la única del reparto que se siente forzada y fuera de lugar. Así pues, Ilsa apoyada por el mortífero asesino Karl Ruprecht Kroenen (Ladislav Beran), cumplen con el mandato de su amo de resucitarlo cuando fuese la hora señalada y poder así cumplir el sueño que quedó incompleto: liberar a los Ogdru Jahad.

El resto de la película es una montaña rusa de emociones que desembocan en un final emocionante y emotivo que poco pedirá a las grandes historias de superhéroes que se han visto en años recientes. Y es que Del Toro supo respetar la fuente original de Mignola y traza un camino correcto en papel y dirección escénica para llenar de alma y corazón a cada personaje con el fin de llevarlos a un final adecuado que terminará por mostrar una evolución notable en su peso dentro de la historia. Del Toro ejecuta con solvencia y eficacia un relato que pudo caer fácilmente en el olvido pero que en su manos se convierte en un inolvidable relato de heroísmo, amor, amistad y la importancia de la familia. Todo esto aderezado con un diseño de producción bastante notable y una técnica visual muy divertida. Una película sencilla en contenido y humilde en forma. Una pena que poco gente la conozca, se pierden de un gran relato humano.

No pienso seguir destripando la trama, creo que dejé muy en claro los aspectos positivos del relato para aquellos que deseen adentrarse a esta mágica y entretenida historia que nos habla, a final de cuentas, de algo muy sincero: no importan tus orígenes ni de donde provengas sino las decisiones que tomes, eso es lo que te define. Quizás muchos cineastas deberían tomar nota de ésta pequeña producción para saber contar una relato de héroes, villanos y uno que otro antihéroe de la forma que merece. Si no la has visto, aún estas a tiempo, te pierdes de un entretenido producto fílmico que supera con creces las bajas expectativas con que fue concebida: trascender. Y vaya que lo logra, aunque la taquilla muestre lo contrario.