Críticas: "Atrapados en Chernóbil" (Brad Parker, 2012)

Publicado el 26 septiembre 2012 por Alvaro83 @enestadocritico
Título Original: Chernobyl Diaries
Año: 2012. Duración: 90 minutos.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Productora: FilmNation Entertainment.
Director: Brad Parker.
Guión: Oren Peli, Carey Van Dyke y Shane Van Dyke.
Fotografía: Morten Soborg. Música: Diego Stocco.
Intérpretes: Jesse McCartney, Jonathan Sadowski, Nathan Phillips, Olivia Dudley, Devin Kelley, Dimitri Diatchenko. 





De los creadores de...un nuevo sopor


Termómetro Crítico:★☆☆☆☆
Como no podía ser de otra manera -el título ya era algo premonitorio- estamos ante un bodrio de dimensiones considerables. Desde su argumento chorra pasando por un reparto de pacotilla y que en su conjunto provoca el mismo terror que ir a la nevera a por un poco de agua. Amigos, "Atrapados en Chernóbil" es una perdida de tiempo. Y además de las gordas.
Evidentemente, más o menos sabes lo que vas a ver, aunque siempre quieres que te lo sirvan con un mínimo de decencia. Aquí ni eso.
En esta ocasión, la broma comienza desde el mismo póster promocional. En él podemos ver que se nos anuncia que vamos a ver la nueva "obra" de los creadores de "Paranormal Activity" -que ya de por sí era una mierda considerable- y con eso creen que ya tienen la mitad del pescado vendido. El creador en cuestión es Oren Peli, que aquí ejerce de guionista dejando las labores de dirección al novato Brad Parker.

Tirando de un punto de partida al más puro estilo "Hostel" -entre una y otra están poniendo Europa a caer de un burro-, la película nos narra las andanzas de unos chavales que llegan a Kiev para visitar al hermano de uno de ellos. Una vez allí su plan es ir de turismo a Moscú, pero el anfitrión tiene una nueva idea. Ha conocido a un tipo que ofrece lo que él llama turismo extremo y les llevara a una ciudad abandonada cercana a Chernóbil. Para mear y no echar gota.
Cuatro sustos de manual y un par de toscos efectos completan la función. Desde luego no es ni la película que prometen pero es que en el fondo no se esfuerzan ni lo más mínimo en que lo sea. Lo que decía: una perdida de tiempo.