Críticas Cinéfilas (132): Tobor el Grande

Publicado el 29 agosto 2011 por Ruta42 @ruta42
Tobor el Grande
Año:
Director:
Reparto:
Duración:
Productor:
Durante los años 50 la ciencia ficción estuvo en auge, especialmente las películas con presupuestos modestos. La imaginación era el límite, y la cámara el espectador de un mundo que quizás existía en alguna parte del universo.
Antecedentes
Tras la Segunda Guerra Mundial, el planeta desvió su mirada hacia el espacio, hacia el más allá. El terror de la Guerra Fría era patente en Estados Unidos, y desde algunos estratos del gobierno se inició una caza de brujas, en busca de posibles infiltrados comunistas que intentaban destruir la armonía de la civilización occidental. Hollywood, por supuesto, tampoco se libró.
Desde finales de los años 40 hasta casi terminar la década de los 50, la mayoría de películas contenían mensajes anticomunistas o más de acercar posiciones, bien mediante un instrumento humano por el que las dos potencias (Estados Unidos y la Unión Soviética) se pelean para controlar, bien por un tercer factor alienígena que amenaza la seguridad de ambas naciones.
Robot futurista
El doctor Harrison trabaja para la agencia espacial norteamericana (la NASA no, la CIFC) preparando a astronautas para pilotar naves. Las duras condiciones en las que los hombres son entrenados (en su última prueba, uno queda inconsciente durante unos minutos), hacen que Harrison vea la agencia totalmente deshumanizada, y decide dejar su trabajo.
Al poco tiempo es contactado por el profesor Nordstrom, un célebre inventor, quien le invita a ver su creación ideada para evitar sacrificar vidas humanas guiando naves espaciales. Este invento resulta ser un robot llamado Tobor (robot al revés. Original), y puesto que está incompleto, el profesor le pide a su colega que le ayude.
Tobor junto al profesor Nordstrom, el doctor Harrison y el nieto del primero.
Poco tiempo después, Nordstrom invita a 12 periodistas a presentar al robot en su laboratorio, elogiando las maravillosas ventajas de Tobor. Al terminar, Harrison se da cuenta que, aunque fueron 12 los invitados, hubo 13 personas sentadas durante la presentación. El decimotercero en discordia es, en realidad, un espía comunista que avisa a sus camaradas del invento, y urden un plan para hacerse con él y usarlo como arma de destrucción.
Ciencia ficción cincuentona
Curioso resulta que el paso del tiempo haya hecho estragos en el aspecto del robot, que actualmente se ve tosco, cutre y bruto, y que a la vez siga resultando bastante carismático. Quizás esta ironía forma parte de las películas sci-fi de los años cincuenta y les ha dado la mención de "culto". También hay que tener en cuenta la enorme influencia que supusieron estas cintas en films predecesores, no sólo de las tres siguientes décadas, sino incluso también en películas más modernas.
Ni es un clásico del género ni es recordada como la peor película de la historia, pero Tobor el Grande aqueja de añeja, predecible y corta, pero a la vez es entretenida y un buen documento para comprender obras posteriores.
¿Sabías que en 1956 se intentó hacer una serie llamada Here Comes Tobor y se rodó Tobor and the Atomic Submarine como episodio piloto, pero tras éste la serie no fue relanzada?