Termina Semana Santa, pero no nos hemos olvidado de las películas que siempre acompañan estas fechas, y que se han convertido en una tradición festiva.
Director: Mervyn LeRoy
Reparto: Robert Taylor, Deborah Kerr, Peter Ustinov
Duración: 171 minutos
Productor: Metro-Goldwyn-Mayer
Grandes sagas
El Peplum es el género bajo el que se enmarcan las películas conocidas entre el vulgo como “de romanos”. Un género que nació en Italia a principios del siglo XX, y conquistó Hollywood hacia los años 50, donde se contaba una historia clásica con los personajes centrales bien definidos: el héroe y el villano que causa estragos a la población.
La mayor parte de las producciones de la época más famosas se enfoca en la etapa del Imperio Romano, y sólo una muy pequeña parte tratan sobre aspectos anteriores a la figura de un emperador (Espartaco, por ejemplo, evento sucedido durante la República Romana). Sin embargo, a la sombra quedan producciones dedicadas a la Monarquia Romana, e incluso a la mitología preromana donde se nos cuenta la fundación de Roma o el nacimiento de Rómulo y Remo.
El incendiario de Roma
Nos encontramos en el año 64 después de Cristo. Una época en la que el Roma ha alcanzado su máximo esplendor y ha iniciado su irrefrenable decadencia: el emperador Nerón es un hombre déspota y arrogante, más interesado en sus creaciones artísticas que en mantener la cordura en el imperio. Es la época en la que la secta de los cristianos está en aumento, pero se ven obligados a esconderse por miedo a la muerte.
El legado Marco Vinicio vuelve triunfante a Roma tras la guerra, y en su descanso en la ciudad conoce a varios esclavos que practican el cristianismo, entre ellos a Ligia, de la que se enamora al instante. Sin embargo, las diferencias religiosas y el hecho de que los seguidores de Dios están muy mal vistos en el Imperio, Ligia lo rechaza en un principio, pero pronto deja de esconder su amor.
Ligia y Marco Vinicio, una historia de amor dividida por la religión.
Mientras tanto, Nerón sigue con su frenesí creativo intentando destruir a sus (según él) enemigos políticos. Además, debido a su obsesión con el tiempo y el legado histórico, planea construir una nueva ciudad dedicada a él. Por ello, y sin la aprobación de nadie, incendia la capital imperial e intenta que los habitantes de los guetos no puedan escapar, pero Marco Vinicio impone su autoridad y consigue salvar a los ciudadanos y esclavos.
El pueblo clama venganza contra el incendiario, pero Nerón, con la ayuda de su astuta y perversa esposa, consigue engañarles asegurándoles que los causantes del incendio son los de la secta de los cristianos. Esto genera una escalada de odio hacia ellos, y muchos son encarcelados y usados como distracción para los ciudadanos en el circo. Entre ellos se encuentra el legado, detenido por ser amigo de cristianos.
Peplum contra el enemigo
En realidad, el Peplum original es bastante diferente al que podemos apreciar en esta cinta. El género nació para dar vida a aventuras épicas de un héroe que se basta de su fuerza y su extraordinario físico para salir de las trampas que encuentra a lo largo de su aventura, planificadas por el villano, a quien generalmente se le atribuyen la inteligencia y la astucia.
Si bien las películas del género suelen carecer de rigor histórico en favor de mayor atracción para el público. No obstante, se trata de “grandes sagas” para atraer al espectador a las salas de cine, para evitar que este arte desaparezca en favor de su destructor: la televisión. Y es que, el debate que existe hoy día acerca de internet y el cine ya existía hace más de 50 años cuando apareció el aparato que traía imágenes en movimiento al hogar. La televisión era el mal que acabaría con el cine.
¿Sabías que esta película salvó a la Metro de la casi segura bancarrota en la que estaba cayendo?
James Ruthven
Cinéfilo en extremos. Estudiante de traducción. Una vez ví un dirigible. Me convirtieron en grillo. Y mejoré...