Críticas Cinéfilas (168): Un cadáver a los postres

Publicado el 18 junio 2012 por Ruta42 @ruta42

En esta época en la que algunos nos enfrentamos a los terribles examenes finales, nada mejor para desestresar que una buena comedia. Por ejemplo, una policiaca.

Un cadáver a los postres

Año: 1976
Director: Robert Moore
Reparto: Alec Guinness, David Niven, Peter Sellers, Peter Falk
Duración: 94 minutos
Productor: Columbia Pictures

Para hacer humor a veces no es necesario que la situación en si sea cómica. A menudo basta con poner personajes en situaciones esperadas y comportándose acorde con su papel, pero con extraños e inesperados matices. El ejemplo más claro de ello es el mayordomo, al que encontramos solo en la mansión a pesar de ser ciego.

Muchas veces el humor viene también por el uso del lenguaje, nuevamente inesperado en diversas situaciones. Se puede decir que el absurdo gira en el fondo de esta cinta, haciendo saltos entre la lógica y puntillosos comentarios y deducciones sin fundamento… o quizás sí.

 Los más grandes en acción

Cuatro grandes detectives son llamados para resolver un caso en la mansión del millonario Lionel Twain (Truman Capote). Se trata de los más famosos y reconocidos detectives del gremio: el inspector Sidney Wang (Peter Sellers) y su hijo adoptivo, Dick y Dora Charleston (David Niven y Maggie Smith), Milo Perrier (James Coco) y su chofer (James Cromwell), Sam Diamon (Peter Falk) y su secretaria (Eileen Brennan) y Jessica Marbles (Else Lenchester) y la enfermera que solía cuidarla (Estelle Winwood).

Las mejores mentes investigadoras junto a sus respectivos acompañantes, en el salón principal.

Durante la cena, los detectives son puestos a prueba en diferentes ocasiones, pero ello no basta para refrenar la burla de Twain, quien cree que no son más que unos investigadores de libro, y es reta a descubrir el más grande de los misterios: esa misma noche se cometerá un asesinato, y será uno de los presentes en la sala.

Parodia  a modo de homenaje

Detrás de esta disparatada historia se encuentra el dramaturgo Neil Simon, quien quiso hacer una parodia de las novelas de misterio. Por ello, inventó una típica trama en la que se reunían cinco célebres investigadores en un apartado lugar lejos de la civilización, sin ningún tipo de comunicación, con el objetivo de solventar un asesinato.

Cada uno de estos expertos representa a un famoso personaje de ficción de la literatura policíaca: Charlie Chan, Nick y Nora Charles, Hercules Poirot, Sam Spade y la señora Marple respectivamente. Todo bien preparado para que el espectador fanático de este género se sienta cómodo, y los que no lo son se divierta.

Mención muy especial al personaje del mayordomo ciego que interpreta Sir Alec Guiness, raro papel cómico del actor británico que nos deja a todos pasmados ante su corrección inglesa muy formal y, en el contexto de su discapacidad, muy absurda.

Una gran película de humor, sencilla pero bien pensada, que sin duda hará las deicidas de todo el mundo.

¿Sabías que esta es una de las pocas y raras apariciones cinematográficas del extravagante Truman Capote?

James Ruthven