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Críticas exprés: Mi amigo el gigante / Ice age (5), el gran cataclismo

Publicado el 21 julio 2016 por Universo De A @UniversodeA

Existe una norma social no escrita según la cual, cuando hace buen tiempo hay que salir a la calle y no se puede estar en sitios cerrados… pero a mí siempre me ha gustado llevar la contraria; sin mencionar que, algunas grandes películas que vi (especialmente comedias, como esta o esta), se estrenaron precisamente en una época tan poco propicia para ir al cine como es el verano. Y además la temperatura es agradable en las salas.

Críticas exprés: Mi amigo el gigante / Ice age (5), el gran cataclismo

Me encanta Roald Dahl, muy especialmente sus obras consideradas infantiles (muchas de las de adultos son un tanto macabras); y también me gusta bastante Steven Spielberg… así que, naturalmente, no podía perderme esta película.

Fui a ver la película al Cine proyecciones, y la atención al público me pareció excelente.

Mi amigo el gigante: desastrosa por muchos factores, todos los cuales comienzan en el guión.

Melissa Mathison, la guionista, intenta trasladar el libro de Roald Dahl lo más fielmente posible, y no es consciente de que la literatura y el cine tienen lenguajes muy distintos… es más, el hándicap que tiene precisamente Dahl, es que sus libros en general son muy poco lineales, pues van enlazando e hilando una serie de historias diferentes (hasta tal punto lo son, que no necesariamente tienen el mismo protagonista), todas con un mismo fondo, para que este se resuelva al final; pero lo que sí funciona en un libro, dividido en capítulos, que se coge y se deja varias veces por lo general, de ninguna manera funciona en una pantalla grande, con unos espectadores atrapados durante casi dos horas y con la intención de que les cuenten una historia completa.

Por ello, el guión se pierde mucho, en minucias irrelevantes, en escenas pesadas que te dan la permanente sensación de no venir a cuento, y cuando por fin llega la acción, ya estás tan adormilado que no te importa… de hecho, llega un momento en el que estás tan tremendamente aburrido que ya nada de lo que te cuenten puede interesarte.

Por otro lado, la historia, está en general mal gestionada, contada, peor estructurada y es incapaz de conseguir la más mínima verosimilitud.

Spielberg hace lo que bien puede con un material que hace aguas por todas partes; pero ni la más deslumbrante belleza estética en todas las imágenes que vemos (y que en cualquier caso resulta tópica y nada que no hayamos visto antes), o el más cuidado sonido pueden hacer nada para compensar el resto de un barco que se hunde irremisiblemente desde sus cinco primeros minutos (lo lento que va el insustancial e irrelevante principio es la peor señal de lo que nos espera).

Todo ello sin mencionar la manida banda sonora de John Williams, que hace una especie de versión/refrito/reciclaje de la que compuso para Harry Potter, de hecho, no me extrañaría nada que hubiese usado partituras que desechó para la saga del mago inglés.

Las interpretaciones son regulares o dejan que desear en la mayor parte de los casos; muy especialmente la de la niña protagonista Ruby Barnhill (a todo esto, ¿nadie se ha dado cuenta de que todos los niños que elige Spielberg son muy parecidos físicamente?, está claro que tiene un tipo), la cual, si bien aprecio el hecho de que se haya tenido que enfrentar a una pantalla azul o verde continua y a tener que trabajar sin poder ver casi nada de lo que sale en la película, su interpretación final resulta falsa y sobreactuada. Incluso Penélope Wilton no termina de cuajar del todo interpretando a Isabel II.

La realidad es que, tras ver la película, da la impresión de que todo el mundo en el rodaje estaba muy perdido, que nadie era capaz de ver como sería el producto final y que, aunque existía una buena y desesperada intención por lograr algo espectacular… nadie estaba muy seguro de lo que hacía.

Cartel Ice Age 5: El gran cataclismo español

La vi en el cine Capitol, maravilloso cine histórico de los años 30 (su sala 1 es estilo art decó), y de los supervivientes de los palacios del cine de la Gran Vía (y por tanto, que merece una visita turística), pero el trato al público me pareció brusco y no demasiado atento.

-Ice age (5), el gran cataclismo: definitivamente esta saga está absolutamente agotada, necesita estar muerta y bien muerta; o mejor un gran final.

Si bien siguen teniendo la habilidad de utilizar los grandes acontecimientos de la prehistoria para seguir haciendo películas, la realidad es que los personajes no dan más de sí (a pesar de haberlos hecho crecer y hacerlos pasar por todas las épocas vitales), y, paradójicamente, se han convertido en el lastre de la película. Y es que no puede ser que una saga que comenzó con tres personajes protagonistas haya acabado teniendo un reparto coral con más de diez personajes principales (sí, sí, más de diez, comenzad a contar sino), cada uno con su pretendida historia y conflictos a resolver… evidentemente, eso sólo puede salir mal o resultar muy superficial, y en el caso de la película de esta crítica, es esto último.

Así pues, nos encontramos con un guión que hace auténticos malabares para conseguir que sus personajes mantengan la entidad que se supone que tienen que tener, y a la vez contarnos una historia general… y a pesar de que sale relativamente bien parado (dentro de lo superficial que es), la realidad es que la saga ya se nota afectada y engolada, ha perdido toda la frescura y los gags ya resultan demasiado forzados y rebuscados; ¿qué sigue teniendo buenos momentos?, sin duda, pero ya no es ni una sombra de lo que fue; la saga “Ice age” está caminando hacia el barroquismo de una forma extremadamente peligrosa; la realidad es que, como la gran mayoría, también considero que es necesario terminarla ya.

Por lo demás, la dirección es hábil y la animación encantadora, más perfeccionada que en las anteriores entregas, por supuesto.

Las interpretaciones del doblaje me parecieron muy buenas en general.

En definitiva, una película que satisfará medianamente a los fans no demasiado exigentes de la saga; que probablemente no interese mucho al resto y que se queda en una regular opción en la cartelera cinematográfica.


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