Revista Cine

Critiquita 361: La broma asesina, A. Moore y B. Bolland, zinco 1989

Publicado el 26 octubre 2012 por Lord_pengallan
Me encanta La broma asesina. Me parece uno de los mejores cómics de superhéroes de la Historia. No entiendo porque es una obra tan denostada e infravalorada incluso por el propio Moore. A mi me encanta porque considero que es un genial análisis del género superheroico en su forma clásica que no renuncia a ser una historia, es decir, es genial porque analiza certeramente y concluye sin ser un estudio o un ensayo. Por ello lo considero como uno de los pocos cómics de superhéroes que pueden usarse para introducir al género a alguien neófito. En La broma asesina están casi todas las claves del género superheroico contadas con una calidad tan suprema que no se puede superar. Moore es un gran literato, tanto su prosa como su habilidad narrativa son brillantes, y  el talento y el realismo de Bolland es agradable a cualquier ojo. Así, que uno no esté acostumbrado a leer cómics o tenga un gusto estético muy cerrado no son ningún impedimento para leer este cómic. Moore guía fácilmente y Bolland satisface incluso al que tiene el gusto artístico más estrecho.
Critiquita 361: La broma asesina, A. Moore y B. Bolland, zinco 1989 La broma asesina es uno de los cómics que más me ha impactado porque me hizo ver la dos mitemas principales de los superhéroes clásicos, los que se enfrentan a supervillanos y no a sí mismos. Moore los presenta y desarrolla de forma genial. El primero de ellos es que el superhéroe y el supervillano forman un todo. Ambos, más que las caras de la misma moneda, son medias naranjas, juntos forman el hombre primigenio platónico, el andrógino, pero completo-perfecto no porque reúne en sí mismo al hombre y a la mujer sino por reunir en uno el Bien-orden-razón-reglas y el Mal-caos-locura-libertad. A esto alude la estructura circular de la historia y todas las alusiones al círculo, la forma perfecta, de la obra. Ambos no pueden existir sin el otro, se engendran mutuamente (el superhéroe suele aparecer como reacción ante un crimen como Batman y Rorsarch y el supervillano como reacción a un superhéroe como el dr. Doom y el Joker de Moore) y se alimentan mutuamente. Admito que Moore exagera lo de que un supervillano nace por la acción de un superhéroe. Los superhéroes nacieron como reacción a un mundo injusto, los tiempos duros tras el crack del 29, y cuajaron como reacción a una grave amenaza, la del Eje, pero si nos metemos dentro del género claramente los supervillanos (es decir, seres de ficción no como Hitler) nacieron para poder contar historias de superhéroes clásicos. Si el Bien triunfa siempre es aburrido y rídiculo y, por ello, finito que el superhéroe se enfrente siempre al mismo supervillano.  El otro mitema es que el superpoderoso está loco. Da igual el lado del orden social en el que está. Creo que eso es lo que quiere decir el chiste de Moore. Ambos están locos, los diferencia el que el superhéroe es capaz de vivir con la sociedad. Porque el loco que escapa no está curado o se va a curar. Esa diferencia viene de la confianza, el loco conservador o cobarde se queda porque no se fía del otro, por naturaleza es desconfiado, y, sobre todo, porque si lo hiciese se matarían los dos. Si el supervillano se fía del superhéroe ambos dejarían de existir. El círculo no se cerraría, ya está cerrado, los extremos se tocan, sino que explotaría. La rueda o el ciclo, la esencia del género superheroico, no se para porque esa línea o rayo de luz, que aparece en el cómic, nunca se traspasa pues si ambos estuviesen en el mismo lado el "andrógino" se completaría y la historia se terminaría al acabarse el conflicto. Esa es la razón de la escena de la pistola de juguete. Matar a Batman está al alcance del Joker. Eso es lo que quiere decir Moore en esa tensa escena (que se rompe con un gag como el final). Pero no lo hace porque eso sería suicidarse y lo que define al Joker es que no se suicida a pesar de su tragedia y de pensar que el mundo es una broma asesina-macabra, una rueda picadora de carne. El Joker se ríe por no morir. Por ello, el acto de lucidez-clarividencia que ha hecho ver a Batman el samsara está abocado al fracaso. Él podría ir al nirvana sólo pero, como Buda, no lo va a hacer porque su altruismo le hace renunciar al bien personal por ayudar a los demás. Con esto volvemos al círculo anteriormente mencionado del que el "movimiento de cámara" del principio y el final, que en verdad son el mismo movimiento, son su principal ejemplo.  Cuesta verlo, a mi casi 25 años. Fíjense, al principio la "cámara" enfoca al suelo, a los charcos, y sube, panea a la izquierda y abre plano para iniciar la historia y al final la cámara baja, panea a la izquierda y se centra en los charcos, vuelve a la posición de partida, aunque ya no existe porque el pasado la ha borrado, para volver a girar en cuanto el lector, el soñador, vuelva a abrirlo para leerlo. Quizás la genialidad principal de Moore en La broma asesina es que eligió para ella los mejores personajes para exponer estas revelaciones. Tanto Batman como Joker son personajes del género muy especiales y su relación es más radical que la que puede haber en muchas otras parejas de superhéroe  y supervillano como pueden ser las del Capi y Cráneo Rojo, Spiderman y Octopus, Marvel y Thanos... Esta elección es polémica, por eso es uno de los orígenes de todas esas malas críticas que tiene esta gran obra. La broma asesina es una parábola, una fábula o un mito. Haberse incluído en continuidad y haberse contado con personajes que siguen incansables en la rueda han hecho que esta historia chirríe con todo lo demás contado con esos personajes. Además de que eso la deforma ya que no son personajes puros, es decir, los lectores tenemos una idea formada sobre ellos, sus funciones y su relación que distorsiona nuestra percepción de la misma. La broma asesina es  metagénero y por ello está por encima de todo lo demás. Así hay que leerla.
Lo que le da a este cómic la emoción y el drama es precisamente la radicalidad de la oposición entre Batman y Joker. Uno es el avatar del orden-razón y el otro es un avatar del caos-locura, uno es la ausencia de color-seriedad puritana y el otro es el color-risa bufonesca, uno es el guardián de la sociedad-héroe y el otro es su ofensor-monstruo. El Joker, a diferencia de la mayoría de los villanos, no persigue poder personal porque está fuera del orden social. No valora lo que esta puede ofrecer y por ello nada exige a la sociedad. Por ello es un sociópata, no le importa destruir porque no ve valor en lo que destruye o que eso sea malvado. Simplemente actúa así porque así se revindica. Pero ambos son iguales (los extremos se tocan) a pesar de ser Batman la antítesis de Joker. Es indudable que Batman está loco. Más bien, es la manifestación de la traumatizada mente de Bruce Wayne (que no sale en La broma asesina). Nadie en su sano juicio sale todas las noches disfrazado a vengarse en otros del asesino de sus padres y nadie cuerdo puede ser tan ultrahumano (físicamente y mentalmente). Por eso Batman no vive en la sociedad sino con la sociedad. Claramente no está integrado en ella (genialidad, superrico, mansión apartada, noctámbulo...). Así, en la figura de Batman se ve más claramente que en otros de sus compañeros que el superhéroe es un loco, una personalidad escindida no puede ser otra cosa. Miller lo reveló a la vez que Moore en su Dark Knight (protagonizado por Batman y Joker mmm) y, sobre todo, en Born Again, protagonizado por DD, a la vez servidor de la ley y quebrantador de la ley, católico y diablo, ciego y clarividente, social y solitario. Batman, a la vez que es el perfecto defensor del orden social porque es capaz de ver patrones en el caos (la Función de nuestro cerebro cuyo objetivo no es la Verdad sino la supervivencia), es decir, de ver orden en el caos, mejor que nadie, es, de forma más clara que el superhéroe típico que es más de acción y sociable y menos obsesivo, un chalado. Así, lo que diferencia a los superhéroes de los supervillanos no es una moral sino una decisión. Eso es lo que quiere (de)mostrar Moore en La broma asesina. Gordon está para mostrar que para defender el orden no hace falta estar loco y que los traumas necesariamente no enloquecen. Otra cosa que atrae las críticas es todo lo de la bibliotecaria. Es un poco gratuito. La historia podría funcionar sin ese acto. De hecho, si lo pensamos no encaja. El Joker es un sociópata pero lo que le hace a la bibliotecaria es propio de un psicópata. Parece que esa decisión parte del interés de Moore por los psicópatas que ha acabado dando a luz From Hell. Este tema yo lo encuentro por primera vez en Watchmen (anterior a La broma asesina aunque, como se puede comprobar en el post anterior, yo creía que era posterior; me encajaba mejor) en las historias que hicieron que Rorsarch pasase de ser un superhéroe clásico a un superhéroe moderno. Si uno revisa un poco la mitad final de los 80 ve que fue una época que los psicópatas volvieron a ponerse de moda en EE.UU. En 1984 murió el desgraciado loco de Gein, en 1985 se detuvo a la pareja de psicópatas Leo y Chatt, en 1986 se estrenó la estupenda (no hagáis caso de las opiniones contrarias) Henry: retrato de un asesino  en EE.UU. (dentro del circuito marginal X; en España no llegó hasta 1991; yo la vi por primera vez en 1992). Una película espartana, brutal y seca inspirada en Henry Lee Lucas, un psicópata detenido en 1983, cuyo protagonista no recuerda bien su pasado-origen como el Joker de Moore. En 1987 se publica Misery, en 1988 El silencio de los corderos, en 1989 es ejecutado el psicópata Ted Bundy... El cenit fue 1991. Indudable porque fue el año de la película El silencio de los corderos y de la novela American Psycho (también en ese año comenzó a publicarse From Hell). Todo esto en un contexto de películas violentas para todos los públicos Rambo, Arma letal, etc. Pero no es una cuestión de modas. Moore es un tipo cuya brillantez le permite ser independiente de estas. La psicopatía-reincidencia como la Guerra Fría, como se ve en Watchmen, son los elementos que usa Moore para cuestionar los superhéroes. Esos son problemas graves (recuerden que el Joker habla de la Guerra Fría) y los superhéroes no pueden resolverlos (recuerden que en Watchmen sigue habiendo Guerra Fría y esta termina(?) precisamente cuando los superhéroes desaparecen). Esta intrusión de la realidad es injusta para la fantasía escapista superheroica. Por ello es el talón Aquiles de La broma de asesina. Sin embargo hay que reconocer que esa escena, que supone un antes y después, le da una intensidad en la historia difícil de conseguir con un acontecimiento más propio del género clásico y que es la clave para entender el chiste.
 Otra de las críticas a La broma asesina es que Batman con todo lo que ha pasado se ríe. Eso no le cabe en la cabeza a mucha gente normal. Pero primero Batman no es normal. Segundo se olvidan de que la broma asesina (que también hay que entenderla como la broma descojonante, la que mata de risa) del Joker es una perfomance para convertir a Batman en un supervillano. El objetivo es demostrarle que el mundo no tiene sentido, es arbitrario, el orden viene de que la percepción humana es limitada. Esa es la razón de que en la obra estén la psicopatía y la Guerra Fría. Hechos tan grandes que al superar la individualidad humana convierten la vida de un simple humano en un chiste ya que le privan de las riendas de su destino. Todo lo que alguien quiso o por lo que luchó ... Todo es una monstruosa y demente, esto es asesina, broma.  Batman se ríe sobre todo porque se da cuenta de que él y Joker decidieron intentar romper el samsara a la vez y de que eso es imposible porque ninguno de los dos se fía del otro, cosa que enmascara su miedo a la muerte, aunque sea figurada, que proviene de unos egos muy grandes (uno lleva los calzoncillos por fuera y el otro viste de morado y lleva el pelo verde; sin duda están muy seguros de sí mismos). La risa es manifestación de la comprensión. Cuando lo aprendido es chocante nos reímos. Los locos del chiste no son uno Batman y el otro Joker sino que ambos son a la vez Batman y Joker, recuerden lo del andrógino. Ríen porque saben que no van a parar de seguir buscándose. Ninguno se va a rendir. Van a mantenerse en sus posiciones. A un lado y al otro de la línea dibujada por el rayo de luz.
 El recoloreado de La broma asesina hace necesario hablar de sus numerosas ediciones españolas para terminar. Las peores son las que tienen el recoloreado o el coloreado moderno, las de PDA y las de ecc. Bolland lo ha hecho por puros motivos egoístas, que su dibujo se vea mejor, y por eso ha resultado un churro. Está todo equivocado porque no ha pensado en la obra. El destierro del amarillo y los colores fuertes la quitan todo dramatismo e impacto así como el aspecto demencial que ese coloreado chillón aportaba. Basta comparar las escenas de la bibliotecaria. En el coloreado antiguo el fondo rojo le da una fuerza dramática  que hace realmente impactante ese momento, el fondo blanco de Bolland no sólo no aporta nada sino que perjudica la escena. Mejor se ve en la primera viñeta del la página del disparo. En la edición original el lado de la puerta del Joker es sólo violeta oscuro (que alude a que el Joker se esconde, por eso es el único momento del cómic en que va de paisano), su color, mientras que el lado de Barbara es cálido y multicolor, rojo, naranja, marrón y amarillo. Esa escena representa los dos mundos y también anuncia el inmediato futuro. Nada de eso existe en el coloreado de Bolland. Otro ejemplo son las citas al pasado. Por qué son grises? Quién recuerda en B&N? En el Cine tiene un pase porque todos sabemos que su pasado fue en B&N, pero en el cómic no tiene ningún sentido. Además, ni siquiera es un recuerdo. En suma, el coloreado de Bolland es una castaña. Se limita a seguir la moda estadounidense actual que por puritanismo y eficiencia utiliza muy pocos colores, todos ellos sosos (marrón, gris, azul), y se ha rendido al Cine. ¿Entonces qué ediciones nos quedan? Yo tengo la Zinco pero es regulera. La calidad de impresión no es buena y la traducción es tan solo correcta. Hubo otra de Vid-Norma pero no recuerdo que tal es. Así, la mejor es la de Norma. Igualita a la de Zinco pero con una buena impresión y una buena traducción y sin alharacas que solo distraen. La lástima es que ya es muy difícil de encontrar.

Volver a la Portada de Logo Paperblog