Critiquita 462: Thunderbolts nº 1, J. Zub y J. Malin, Marvel-Panini 2017

Publicado el 28 marzo 2017 por Lord_pengallan

Esto no me lo esperaba. Cuando Marvel ultimó a este supergrupo de mala manera hace casi 3 años pensé que los Thunderbolts iban emprender la senda de Campeones, Defensores, Alpha Flight, New Warriors... Y los tenemos aquí, confirmando la sensación de que desde los 90 a Marvel la llevan majaderos, o lo que es más probable, nadie dura en el puesto lo suficiente como para que la dirección de la editorial deje de ser errática. Recordemos que la última vez que los Thunder se pusieron malitos en ventas la editorial decidió humillarles. Les quitó su título, se lo dio a otra cole que nada tenía que ver que lo malgastó, los desbandó y luego un año después los canceló. Y ahora nos encontramos con esto, que es lo que los seguidores del supergrupo pedíamos dalguna manera. El problema de los últimos Thunder es que sus autores no eran lo suficientemente chispeantes como para atraer y fijar a nadie y el grupo había cambiado lo bastante como para no agradar a los puristas. Por tanto, la cantada cancelación y subsiguiente pero sorprendente bajada de pantalones que es esto se hubiera solucionado con un cambio de autores en su momento. Como no se hizo así ahora tenemos el grupo de vuelta incluso más clásico que la 1ª vez que resurgió de sus cenizas provocadas por un experimento realizado por el papanatas de turno, el tipo de empleado que desde los 90 puebla las oficinas de Marvel, que es como decir: seguidores de los Thunder, reconocemos que todos los experimentos a los que sometimos la cole eran absurdos, inviables y ridículos. Entonces uno piensa, por qué tuvimos que sufrir tanto cuando ya os lo decíamos. En fin, supongo que esta resurrección es un intento de contentar con algo de clasicismo a la vieja guardia marvelita ahora de morros con bastante razón , aunque lo intenta de una manera un tanto absurda porque esa gente no reclama el final de los 90 sino el de los 80 (la época dorada de la editorial en calidad). Por otro lado esta vuelta demuestra lo que muchos decíamos, esto de la inclusión es puro postureo. Los Thunder no han venido con otro sexo, otra raza, otra cultura o menos años, ni siquiera con otro gusto sexual. Si el grupo original eran 4 hombres y 3 mujeres, 6 adultos y una joven, 6 blancos y una oriental y todos (presumiblemente) heteros, ahora tenemos 4 hombres y una mujer, todos blancos, todos adultos y todos (presumiblemente) heteros. En fin, al turrón, que es lo importante.
Estos 1º 6 nº me han gustado mucho. No son nada especial pero tienen sabor clásico y son continuistas (y ven muy de refilón la nefanda "Civil War II"; no les despiste el título del tomo). Es por tanto un cómic con el que conecto. Así es como me gusta que se hagan. Los guiones están bien planteados, cada grapa es un capítulo con un decente cliffhanger y aunque lo que pasa en un nº es ligero como es norma hoy, al menos es una microhistoria lo que permite recordarla bien de mes a mes. A esto hay que añadir que Zub escribe bastante, se ocupa un poco de los personajes, mete algún chiste graciosete y maneja bien todo el pasado del grupo, que es ya dilatado. Además no lo hace en plan fan service. Esto no es una serie para iniciados, se puede seguir perfectamente se conozca el grupo o no, se sea novato en Marvel o no, el nuevo lector no se va a perder ni se va a sentir fuera de lugar. Sólo le resultará menos satisfactoria que uno que conozca al supergrupo, pero no porque el bagaje aumente la calidad del producto sino porque lo hace amistoso. Lo cual hay que reconocer que es muy agradable viendo que nos podían haber hecho un Alpha Flight, nuevo grupo y nuevo status y ninguna explicación (Zub se ríe de ello aquí aunque nadie ha explicado aún porque al Cubo le caen bien los Thunder). Esto en parte se debe a que Zub recupera alguna personalidad original y sobre todo la dinámica de grupo creada por Busiek que se ha mantenido siempre, si bien cada vez más alterada/degenerada, porque es buena, esto es, interesante. Así tenemos de nuevo a la Piedra Lunar maquiavélica en vez de a la zorra que en un alarde de machismo Ellis y Bendis forjaron... jugando con las mentes  de sus compañeros para su propio beneficio y a Arreglador más malo que bueno. Atlas que llevaba desaparecido años y Mach X están más desdibujados y han sido cambiados por Zub para ser los Blue Beetle y Booster Gold del grupo. Los típicos simples, sólo que esta vez con la personalidad cliché del estadounidense obrero, es decir, casi todas sus frases incluyen la palabra cerveza en ella, que sirven para hacer chistes y meter al grupo en cómicos líos. No esta mal porque el actual líder de los Thunder, a diferencia de todos los anteriores, es un tipo torturado e inseguro. No tengo ni idea del Soldado de Invierno. No le he leído hasta ahora. Pero no me parece un mal fichaje a los Thunder. Me parece que cuadra perfectamente con el estilo de líder superheroico con problemas personales que el supergrupo ha tenido desde el Ojo de Halcón clásico, hoy desaparecido e irrecuperable (es una descripción no un lamento) y es un personaje interesante. Además, aunque eso de "el hombre en el muro" que se inventó Aaron me pareció una solemne memez insultante porque viene a decir que todos los superhéroes Marvel, incluso juntos a lo Starlin, son unos mierdas comparados con un humano tuerto, da a la cole una premisa de partida refrescante porque a estas alturas seguir con lo de los más buscados es ya difícil. Aunque sigue posible tratar la idea original de unos supertipos luchando contra la sociedad para hacer lo que les viene en gana (ahora somos buenos así que no necesitamos pagar ninguna deuda a la sociedad que hemos porculizado durante años), el Universo Marvel ha perdido bastante maniqueísmo y los Thunder ya son demasiado archiconocidos como para plantear la duda sobre su conversión. Los que siguen siendo Thunder son simplemente gente marginada porque son demasiado autónomos como para pertenecer a los malos o a los buenos. No van a cambiar. Así pues la lucha por la redención hoy no tiene sentido y por eso las black ops independientes y la lucha secreta contra los abusos secretos de las agencias gubernamentales me parecen premisas que pueden dar muy buenas tardes en el momento en que Zub comience a explorarlas de verdad.El elemento polémico desta vuelta no ha sido que un viejo personaje se ha vuelto negro, mujer, adolescente o homosexual porque sí, sino que para una serie clasicota se ha escogido un dibujante que tiene un estilo que es la antítesis deso. Supongo que a Marvel le escocía reconocer que se había equivocado con los Thunder. Por su estilo totalmente Image noventera Malin no ha hecho amigos. A mi jamás, ni siquiera en su momento, me ha ido ese estilo. J. Lee, el abanderado de tal atentado visual, me parece alguien bastante lamentable. Aún no entiendo que es lo que le impide usar las manos para dibujar. Pero Malin no me disgusta. Quién no tiene un Al Milgrom en su casa? No me parece ni siquiera mediocre y aunque su uso del estilo Image noventero fuese irónico no me parece aceptable tal opción, pero hay que reconocerle que no es un intérprete purista. Malin tiene algo de Liefeld, J. Lee y Charest, y seguro que de alguno más pero desconozco la Image de los 90, pero no practica la ausencia de perspectiva, ni los pies mignolianos, el baile de proporciones y el desprecio por el raccord que han hecho a Liefeld ser quien hoy es, el hazmerreír del negocio. Lo único que tiene Malin del estilo que evoca es la mala anatomía, por lo demás es un narrador claro y un tipo lo suficientemente listo como para convertir en estética lo que en los 90 era torpeza e incapacidad. Así, en mi opinión Malin hace un trabajo competente, dentro de sus enormes limitaciones y su total desnortamiento, da expresividad a sus figuras, es dinámico y no es pretencioso. Para enjuagar la cosa el tomo se completa con un nº dibujado por un tal S. Izaakse que intenta emular a Maguire con bastante acierto. Convencional pero capaz y en el buen camino. Igual en el futuro hace algo y todo.Así pues el regreso de los Thunderbolts es muy agradable (por qué no podemos volver a los tomitos tri/cuatrimestrales?). Estamos ante una serie meramente cumplidora pero dinámica, entretenida, modesta (cosa genial cuando los autores son mediocres porque evita la pretenciosidad y el fracaso), competente y clásica en cuanto a que no pretende inventar la rueda, la dinámica grupal es importante, avanza y siempre cuenta algo. Desde el fin de Loki yo no leía algo tan agradable y respetuoso tanto con el género como con el pasado de Marvel. Creo que habla elocuentemente de la calidad desta serie que moderniza inteligentemente las reglas del género, el que es una de las pocas series nuevas que va a sobrevivir al enésimo apocalipsis que la editorial ha de hacer porque se ha vuelto a equivocar con su política editorial (y no me refiero a que todo ha de ser añejo, blanco, masculino y hetero). Pero lo mejor destos Thunderbolts resucitados por desesperación no es que protagonizan una cole decente y sensata sino prometedora. Cierto que podría estar mejor dibujada y escrita, pero eso no es descalificante, sobre todo con lo que está cayendo desde que alguien creyó que Hickman es un buen guionista de superhéroes y que es mejor que el mejor guionista que Marvel tiene (Gillen) no escriba superhéroes, porque eso se puede decir de casi todas las de cualquier época