¡Hola a todos! ¿Cómo va ese domingo?
El mío ajetreado, como el resto del fin de semana del que casi ni me he enterado, pero he querido sacar un ratito para contaros el intenso día literario de ayer antes de seguir haciendo cosas pendientes. Últimamente tengo la sensación que la mayoría de las cosas que hago son cosas pendientes y cosas que debo hacer, no cosas que quiero hacer :S Espero que sea una racha.
Hicimos la peregrinación necesaria y habitual en estas ocasiones: Casa del Libro y La Central. En esta última, encontré joyitas como la que podéis ver en la foto de al lado: Crazy macarons. Por dentro estaba lleno de las mejores recetas de macarons con las formas más originales que se os puedan ocurrir. Preciosos y para todas las ocasiones. Me animo con la preparación de cupcakes y galletas pero este postre creo que juega en una liga muy diferente a la mía, así que los dejo pasar por ahora. Aunque me lo compraría solo por la magnífica edición.
Otra de las maravillas que me encontré en La Central fue el libro de cocina de True Blood que podéis ver un poco más abajo. Babeé delante de él durante un rato, admiré su preciosísima edición, comprobé qué recetas contenía, babeé un rato más sobre las (escasas, en mi opinión) fotos de Eric Northman y después comparé el precio allí y en The Book Depository. Los casi 7 euros de diferencia inclinaron la balanza en favor de la plataforma virtual y ¡ya está encargado en Booky! ¡Estoy deseando que llegue!
Cada día me enamora más esta librería: por su cuidado y particular estilo, por sus monerías, por su acogedora cafetería, por su oferta literaria, por su mimo por los detalles. ¡Así da gusto pasearse y perderse por su local durante horas! Parece que el tiempo no pasa porque siempre hay algo nuevo que descubrir.
Por su parte, tengo que decir que la Casa del Libro de Gran Vía me está decepcionando últimamente por lo poco que cuida los libros en sus estanterías y lo machacados que están los pobres. Tienen mucha variedad y siempre encuentro alguna novela que me quiero llevar a casa pero, desde luego, la mayoría no pasan mis estándares de perfección. ¡Más vale que se pongan las pilas!
Babel me llevó a conocer la friki-tienda Generación X de la que me enamoré en cuanto entré. Me sonaba, de esto que en un rincón de tu mente sabes que algo existe pero no eres consciente, pero jamás la había visitado. ¡Me gustó muchísimo su espíritu y las cositas literarias y no literarias que ofrecían!
Un Uruk-Hai para poner en la puerta de casa. Espantaría a los ladrones y a mí misma.
Y, por fin, llegó la hora de acercarnos hasta la Fnac para la primera Neo Party a la que podía ir. También es el primer evento literario al que puedo ir en meses porque la mayoría se hacen en días laborables o a horas en las que todavía estoy trabajando :( ¡Así que disfruté esta ocasión el doble!
Estoy muy impresionada por su originalidad a la hora de crear una historia pero también por su constancia y dedicación para pulir todos los detalles, hacer que todo cuadre a la perfección y por su maravillosa pluma que la hace destacar como una de las mejores que he leído en lo que va año. ¡Felicidades por tu novela publicada y espero que sea solo la primera de muchas por venir!
¡Gracias por todo a Plataforma Neo y a Laia Soler por la novela y por el evento!
¿Estuvisteis? ¿Qué os pareció?