Mi atención por Brendan Benson era prácticamente nula hasta el nacimiento de una de las bandas más interesantes de la pasada década: The Raconteurs. Dicen que fue el propio Jack White el precursor de dicha unión por su admiración hacia Benson y que montó la banda sólo para colaborar con él. Pues querido White, a los menos puestos: gracias por descubrirnos semejante talento!
De gira por Europa presentando su nuevo y 5º trabajo de estudio What kind of world, su llegada a Madrid se convierte en fecha ineludible. Además, el hecho de que se sea en Moby Dick es un punto más a favor, ambiente y sonido de lo mejor de la capital.
Con la grata sensación que circula por mis neuronas, mis sentidos se muestran más que dispuestos a mantener al menos esas mismas sensaciones. Y el efecto no sólo se mantiene, sino que aumenta conforme va avanzado el concierto de Benson … pero antes de adelantarme, detallemos como fue su (grata) actuación. Para comenzar un tema nuevo, Light of day, al que le sigue Good to me de su recomendadísimo segundo disco Lapalco y como remate Hands, sin duda uno de los mejores temas del álbum de debut de The Raconteurs. Ahí queda eso, ¿que como estoy? Pues lo dicho, el rock me entró por los oídos y ahora circula alegremente por mis venas. Aunque sin duda es el power pop el estilo que más abunda en la carrera del de Michigan, muestra de ello canciones como Sittin Pretty o Cold Hands, warn heart. En este punto el concierto baja de intensidad con canciones más pop tales como Metarie, Garbage day, Bad for me o what I’m looking for. Benson tiene una innegable facilidad para crear buenas melodías y en este tipo de canciones lucen bien, además los coros cobran parte fundamental también y su banda le acompaña correctamente en estos menesteres.
Momento de subir las pulsaciones de nuevo: whole love better (más power pop para la causa). Para el siguiente tema, Keep me, cuenta con la colaboración de Young Hines a las voces (como le gustan los escenarios). Cross eyed girl llega para anticiparnos la parte final del show y What kind of world, canción que da título a su último trabajo discográfico, para finalizar y fumar el cigarrillo de rigor en camerinos antes de los bises (claro gesto de Brendan al respecto al echarse los dedos a la boca simulando dicha acción). Pues merecido lo tienes, aquí te esperamos para la parte final.
Su vuelta al escenario nos trae de nuevo a la formación al completo acompañada de nuevo por Hines. Entre agradecimientos nos comenta Benson que van a hacer algo nunca hecho antes con feel like taking you home, tema que abre los bises. La novedad reside en dar protagonismo a las voces de ambos cantautores acompañados únicamente por una guitarra acústica en la primera parte de la canción. Cuando ésta cesa de sonar es cuando el público se torna en cómplice del invento y apoya la canción marcando el ritmo con las palmas que incita a dar el propio Hines mientras la armoniza a modo de “trompeta vocal”. Este tío es un cachondo y consigue además contagiarnos, no hay nada más que ver la cara de felicidad de cuantos me rodean (habría que ver la mía, no dista mucho de las suyas).
Tiny Spark mantiene el tono alegre y con Pretty Baby, de nuevo acompañado por Hines (en esta ocasión panderetas en mano) el bueno de Benson finaliza su cálida y cercana actuación.
Mis sensaciones no mienten, me dicen que de nuevo he sido testigo de uno de esos conciertos que te permiten ser partícipe de esos buenos e interesantes momentos que se tiene la oportunidad de vivir en pequeñas salas y que recogen todo ese entrañable encanto.
Lo dicho, poco más puedo decir, simplemente incrementar el número de adjetivos calificativos que básicamente confirman que Brendan Benson es uno de los más interesantes compositores americanos actuales. Lo próximo esperemos que pronto sea un nuevo disco de The Raconteurs, seguro que tampoco defrauda.