Crónica Cannes 2013: "Michael Kohlhaas" Braveheart rodado 'a pelo'

Publicado el 24 mayo 2013 por Fimin

24 de Mayo del 2013 | etiquetas: Festival de Cannes, Festivales 2013, Crítica

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El mejor actor de Cannes 2012 vuelve a Sección Oficial protagonizando un "Braveheart" que se presenta 'a pelo' para transformarse en un "Valhalla Rising" sin sal ni pimienta que acaba por resultar extrañamente sabroso.  Mads Mikkelsen en manos del director francés Arnaud des Pallières se llama "Michael Kolhlaas"

¿De qué va?

En el siglo XVI, en algún lugar en las Cevenas, Michael Kohlhaas, un mercader de caballos próspero tiene una vida feliz y acomodada. Víctima de una injusticia, este hombre bondadoso e íntegro recluta a un ejército para restablecer su derecho.

¿Quién está detrás?

Principalmente especializado en el campo documental, Arnaud des Pallières debuta con su tercera ficción en Sección Oficial del Festival de Cannes.

¿Quién sale?

Mads Mikkelsen, en su línea, apoyado por una ilsutre terna de secundarios como Bruno Ganz, Denis Lavant y la bizarra aparición de un Sergi López en plan Sancho Panza y encima, hablando catalán.

¿Qué es?

Un "Braveheart" 'a pelo' + Valhalla Rising" sin la sal ni pimenta que nutre su descomunal atmósfera

¿Qué ofrece?

"Michael Kohlhaas" es un interesante y valiente ejercicio de estilo que sin embargo, se percibe tan loable como peligrosamente aburrido. Arnaud des Pallières parte de una historia al más puro estilo "Braveheart", construye una puesta en escena digna de "Valhalla Rising" pero sorpresa, se despoja de toda posible artificio hasta el punto de presentarnos un medievo 'a pelo' y totalmente desnudo, en el que apenas resuena su banda sonora, en el que no se palpa atmósfera alguna, en el que no corre la sangre y las pocas batallas que se muestran resultan tan simples y abruptas como dispersas. Un ejercicio de estilo eminentemente soso que, sin embargo, también se antoja estimulantemente arrojado al contranos una historia que podría plasmarse en un espectacular artefacto, en su vertiente más cruda y austera. Su imponente fotografía y contundentes interpretaciones son el único recurso formal del que se vale el director francés para desarrollar una trama digna del más suntuoso blockbuster aunque fiel a la firma más autorial posible.  

Nota: 6.5 / 10