Crónica Cannes 2013: "Only God Forgives" destila salvajemente Drive

Publicado el 22 mayo 2013 por Fimin

Nicolas Winding Refn presenta "Only God Forgives" como una acumulación de todas la películas que ha rodado hasta la fecha, resumiéndola como la historia de un gánster en busca de una religión que se enfrenta a un hombre que se cree Dios...aunque más bien parece encarnarse en el mismísimo diablo: "Time to meet the devil".

¿De qué va?

En Bangkok, Julian, un fugitivo de la justicia estadounidense, dirige un club de boxeo tailandés que actúa como tapadera para su tráfico de estupefacientes. Su madre, jefe de una amplia organización criminal, desembarca procedente de Estados Unidos para repatriar el cuerpo de su hijo favorito, Billy: el hermano de Julian ha sido asesinado tras haber masacrado salvajemente a una joven prostituta. Llena de odio y venganza, exige a Julian la cabeza de los asesinos. Julian deberán entonces enfrentarse a Chang, un violento y enigmático poli jubilado extrañamente adulado.

¿Quién está detrás?

De la misma forma que Lars von Trier dedicaba "Anticristo" a Tarkovsky, Nicolas Winding Refn dedica "Only God Forgives" a Jodorowsky.

¿Quién sale?

Ryan Gosling sin mediar palabra, una mezquina y grotesca Kristin Scott-Thomas, y la verdadera estrella de la función, Vithaya Pansringarm, como un sádico polícía que se cree Dios aunque más bien parece el mismísimo diablo en persona.

¿Qué es?

Una continuación del lenguaje visual y las emociones fuertes experimentadas en "Drive" con ecos de "Valhalla Rising"

¿Qué ofrece?

Un sórdido, sádico y salvajemente hermoso destilado de "Drive". El único problema que veo a "Only God Forgives" es que sobreviva a la inevitable comparación. Las luces de neón que constantemente empapan su tenebrosa puesta en escena, los flashes de violencia fetichista que la golpean, su narración abupta o un Ryan Gosling mudo sufriendo un traumático edipo hacia una psicótica, mezquina y estrafalaria 'mamá' que por momentos incluso, recuerda a Belén Esteban, no parecen ingredientes destinados a ser absoluto santo de devoción, y menos aún, a lograr el triunfal consenso crítico que anteriormente encumbrara a su predecesora. "Only God Forgives" no está destinada a todos los públicos, solo aquellos que sean capaces de experimentarla obivando su evidente referencia. En mi caso, hecho en falta más metraje (90 minutos se me quedan cortos para semejante manjar) y una mayor profundidad en la trama. Por lo demás, Nicolas Winding Refn vuelve a seducirme a través de su feroz y visceral ultraviolencia, pero también por esa rotunda e insobornable fusión de luces y sonidos que cimentan la penetrante atmósfera que envuelve su prodigiosa e inconfundible pronta esteta.  

Nota: 7.5 / 10