Miércoles tarde y parece mentira que unos titanes sónicos como Sleep toquen en tu ciudad. Pues sí, apenas regresé del Download y me entero que Sleep tocaban con los pantanosos Conan este Julio.
Tuve suerte de encontrar entradas porque Sleep ni siquiera están de gira, el grupo parece tener una extraña relación ahora porque no tienen planes de grabar nada pero giran esporádicamente en ciudades grandes y festivales del género Stoner/Doom. Y la verdad es que ver a uno de los grandes en cuanto a potencia y profundidad de riffs como Sleep en su propio show es algo que hay que aprovechar.
Era mi primera vez en el O2 Forum de Kentish Town y es un teatro habilitado básicamente para conciertos como otros O2 que hay en la ciudad pero éste me recordaba bastante a una sala de El Puerto denostada e infrautilizada aunque salvando las enormes distancias.
Mi entrada era de palco y me temía que iba a ver el concierto mal pero para nada, se tiene una vista magnifica y casi mejor que “a ras” de escenario donde un español de estatura media-baja, como yo, sufre con tanto inglés alto o nórdicos, más altos todavía, que pasaban por allí para este concierto.
Pero bueno, sin más dilación nos metemos en faena. Mi segunda vez viendo Conan y he de decir que la banda sonó aún mejor que cuando los vi en Desertfest, con un sonido más denso que igual sería por la acústica del sitio o igual porque la banda tuvo más tiempo para ecualizar su sonido que en un festival pero sin duda vi un crecimiento en ellos. Voces guturales mezcladas con gritos mientras la profundidad de la guitarra se mezclaba con el doble bombo y las líneas del bajo alternándose con imágenes de vikingos descabezando a sus enemigos y demás artwork de Conan en unas pantallas laterales dieron un gran empaque a los de Liverpool que animaron además de calentar la sala para lo que venía.
Y bueno, tras todo esto llegaron la leyenda que son Sleep. Matt Pike agarrado a su Les Paul con sus columnas de amplis Orange alternándolos con la serie Dark de esta marca y Al Cisneros con su Rickenbacker con sus propias columnas de Laney aparecieron en escena. Para muchos era la primera vez que veíamos a un grupo que tiene tanto misticismo como ellos y como no quisieron entrar sin hacer ruido se pusieron a tocar la megaconocida “Dragonaut” con el público totalmente meneando cabezas y gritando al son de Al Cisneros cantando “Ride the dragon toward the crimson eye…”. Sin lugar a un vacío de sonido encadenaron con “Holy Mountain” provocando aún más emoción en la audiencia para encadenar con el ya mito “Dopesmoker” (Con encendido de porros incluidos, a pesar de la seguridad del O2) en su versión corta, ya que para los que no conozcan a Sleep es su canción/obra maestra que dura unos 62 minutos en su versión original y que costó que el grupo se disolviera allá por finales de los 90 sobre todo por culpa de su discográfica. Mención especial a lo que vino después ya que la banda tocó “The Clarity” presentada como “Otra canción sobre marihuana”, un tema/single que editaron sobre 2014 y es la última creación que hasta la fecha la banda tiene tras su reunión y apariciones intermitentes; la cual sonó de una manera que hace lamentar que no creen más canciones
Sin más que añadir, que todo el mundo sumergido en el rock de guitarras pesadas y profundas vea a Sleep una vez al menos en la vida cual caravana que reparte en marihuana en Dopesmoker de camino a Jerusalén.
Espero poder aportaros más crónicas en el futuro y espero haber acercado algo de la grandeza de lo que se vivió esa noche.
Alejandro Mulero.
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