Buenas sensaciones las vividas en la sevillana Sala X tras el paso de THE QUIREBOYS, el domingo 24 de enero de 2016 y que voy a intentar sintetizar en esta crónica.
Lo primero que hay que destacar es el excelente sonido del local, lugar que todavía no conocía y que recomiendo de forma encarecida como sitio para disfrutar del directo. Estoy convencido que a no mucho tardar repetiré experiencia en el coqueto destino de la calle José Díaz hispalense, al que hay que sumar la buena acogida de público pues la X presentaba un magnífico aspecto con más de tres cuartas partes de su aforo de un público entregado y con ganas de rock & roll y de disfrutar con las bandas elegidas para acompañar a THE QUIREBOYS en la tarde- noche de este invierno que parece una primavera perpetua, pues esa es otra cosa a destacar; el horario. Cada vez soy más defensor de que los conciertos acaben antes de las doce de la noche y así poder conciliar las obligaciones del día a día con el ocio nocturno. Apertura de puertas a las 19.30 y nada menos que tres bandas de diferentes estilos pero al comenzar la primera a las 19.45, a las 23.30 todo había finalizado y así los que trabajasen o tuviesen clase al día siguiente y los que nos habíamos desplazado desde otros lugares, en mí caso San Fernando en Cádiz, podíamos tener el merecido descanso y disfrutar más de la buena propuesta en el escenario. Un diez a la organización, y que se repita.
Abrían fuego los locales PINBALL WIZARD, que tras el nombre del mítico tema de THE WHO, esconden una interesante colección de canciones del más
Tras los sevillanos llegaban los madrileños THE WILD ONES, banda de rockabilly con clara influencia de los conjuntos y solistas de los 50, que han acompañado a los británicos en esta minigira española por Zaragoza, Valladolid, Madrid y Sevilla. Lo suyo es un huracán sobre las tablas, un sexteto bien engrasado con un Juan Ki Román, batería de pegada salvaje, Luke Blanco un teclista interesante, el fenomenal saxofonista Jaime Oliveros y las cuerdas y coros, Javier Cosín a las cuatro y la Fender de Joss Cortez a las seis, acompañan al frontman Hugo Ventura, una fiera como cantante. Otros cuarenta y cinco minutos de ritmos añejos, con el sabor de los clásicos, con los que no me quedó más remedio que comprar sus dos EP´S, que me acompañan mientras escribo esta reseña. No hay
Y poco antes de las diez aparecían los protagonistas de la noche, los de Spike y compañía siempre han sido un seguro en todo lo que es derroche y elegancia en directo. Pertrechado con su sempiterno pañuelo en la cabeza y ese clavel en la solapa que como buen “gentleman” regaló a una señorita de la primera fila y que en palabras de mi amigo Néstor Hernández que los siguió en Valladolid: “- Sí conocéis a alguien que ama su trabajo… ¡ese es Spike!-“. Definición que ilustra de forma magistral lo que es THE QUIREBOYS en la actualidad. Un conjunto bien engrasado con fuerte presencia del sintetizador de Keith Weir, las dos guitarras, la Gibson SG de Paul Guerin y la Vintage de GuyGriffith, que suenan de maravilla gracias a sus instrumentistas, y simpáticas personas por lo que me cuentan Ignacio Rovayo, Isabel Luque y Chele Brasero que estuvieron departiendo con ellos hasta altas horas de la madrugada, tras su concierto en Madrid del día anterior y la base rítmica de bajo y batería de Nick Mailing y Dave Mc Cluskey . Una señora banda.
Llegaban para presentar su reciente disco “St. Cecilia and thegypsysoul” pero de forma sorpresiva solo tocaron “Gracie B”. Tenían claro como contentar a sus seguidores, así que comenzaron con ese cañón que es “Black Mariah” de “Welloiled”, del que también nos dejaron como muestra “Thefinerstuff”, a la que siguió “Toomuch of a goodthing” del “Black eyedsons”, del que también sonó “Beatiful curse”, aunque el gran repaso fue del mítico primer álbum “A bit of whatyoufancy” con clásicos atemporales como “Misled”, “Thereshegoesagain”, “Roses &rings”, “Whippin´boy”, “Heyyou”, “Sweet Mary Ann” y “7 O´clock” con la que cerraban la actuación, aunque en la calurosa noche andaluza sonaba para deleite del entregado respetable “Thisis rock & roll”, “Mona Lisa smiled” y “Tramp and thieves”, antes de que abandonasen las tablas, abordaban su primer bis con el baladón “I don´tlove youanymore”, uno de los mejores lentos sobre el desamor que ha dado el hard rock y “Don´t bite thehand”. Parecía que se marchaban pero visto el clamor popular decidieron volver a comparecer para fulminarnos del todo con su “Sex party”. Inolvidable.
Por José Luis “El Director”.