Como ya hacía tiempo que vengo comentando, la semana pasada me di una vuelta por la Celsius 232, con el único objetivo de conseguir una firma de George R.R. Martin. Me hubiera gustado muchísimo poder ir toda la semana, participar en todas las presentaciones, charlas, debates y conferencias.
Pero el trabajo es lo que es, y no se puede estar a todo, así que hay que establecer prioridades. Y sinceramente, mi prioridad era Martin. Sobre todo después de las excesivas normas que puso la organización. No es mi objetivo quejarme, pero cuando un mes antes todos leímos el comunicado que hicieron, quemamos a cuadros. Veas:
- No se podía abordar al Sr. Martin después de las conferencias o en la terraza de los locales (¡lógico!) y no firmaba antes o después de las mismas.
- Las firmas solo eran por la mañana, durante dos horas. Ahí es donde me dije: ¿Y los que trabajamos? Total, que mi posibilidad de conseguir su garabato se reducía al sábado por la mañana.
- Se haría por riguroso orden de llegada, y se repartirían números. Eso perfecto… pero solo 200.
- Lo peor es el resto: no se hablaba con él, no dedica la firma, no posa para fotos, no da la mano, solo un libro por persona, el libro se le da con la pagina abierta… Vamos, que la cosa se ponía bastante fea.
Así que sobrepasando los limites de velocidad en aquellos tramos que no había radares, salí como un demonio a recoger a un amigo a medio camino hacia Avilés. A las 8.20 ya estábamos en ruta de nuevo, y no tardamos mucho en encontrar aparcamiento en zona blanca. Una verdadera suerte, porque esa ciudad es un caos para dejar el coche, y tienen la mano muy suelta con las multas.
Total, a las 8:45 ya estábamos esperando la cola, que por suerte, no llegaba aun hasta el ayuntamiento como otros días a esas horas. Lo malo no fue el tiempo de espera hasta que abrieron la caseta de los números a las 10, sino el estar de pie, y al sol. Suerte que soy muy previsora y me llevé algunos botellines para no deshidratarnos.
Así que a las 10:00 abrieron la caseta y… ¡conseguimos número! Muy cercano al final, pero dentro de los 200 afortunados que pasaron en primer lugar. Porque en el fondo esto solo fue un formalismo. Ya sabíamos todos que los día anteriores había firmado a los 200 en media hora y la hora y media siguiente dejaron pasar a todos los demás que no tenían ticket.
Pero al menos eso nos daba la tranquilidad de un sitio preferencial, y poder movernos a nuestro antojo sin tener que guardar el sitio. Eso si, aun faltaba una hora para entrar, y la organización se lo trabajó bastante a la hora de entretenernos.
A lo largo de las cientos de personas que esperábamos allí, empezaron a pasar caracterizaciones de los personajes. Pobre aquel que iba de John Nieve, con las pieles incluidas… ¡me daba un golpe de calor solo de mirarlo! Así que estuvimos sacando fotos, hablando con la gente y sentándonos en el trono de hierro que trajeron para posar.
Cuando por fin llegó George Martin, hubo aplausos y vítores, y un tipo de la organización fue dando las instrucciones a todos en la fila. No pasaron ni 20 minutos hasta que nos tocó el turno… infinitamente corto.
El hombre es toda una maquina de firmar… unas 6-7 personas por minuto. “Hi” y “Thanks” fue lo único que articuló, para estampar una inmensa firma que ocupaba toda la pagina.Así que si a alguien que no este tan enterado de este mundillo le cuento que me levante a las 6.30 de la mañana para esto (véase la foto inferior), se piensa que estoy loca:
Y más feliz que un regaliz, con mi edición coleccionista firmada, me fui a dar una vuelta, tomar café, hacer compras y comer con algunos conocidos. Definitivamente creo que estoy chiflada, pero bueno… es lo que hay :)
Por cierto… no se cuanto mas consiguieron firma aquel dia, pero cuando yo bajaba, la fila llegaba ya hasta el ayuntamiento, habiendo marchado ya varios cientos de personas.
La próxima vez, si el Celsius 232 vuelve a ser en Asturias, intentaré ir todos los días y participar en todo lo que pueda. Quien sabe… quizá nos vuelvan a traer a Martin y consiga alguna otra firma en el resto de mis ediciones.