Fiel a su estilo, Montero Glez irrumpió en la Feria del libro de Cádiz como lo habría hecho su alter ego El Charolito. «Con garbo de torero suburbial y repeinado, curtido en la alta noche a punta de capote, directo a probar suerte*». Tomo asiento ante un auditorio ansioso y calibró los rostros que le observaban con curiosidad y un punto de candidez, esa que le hace tan peculiar, mientras su amigo Daniel Heredia le dedicaba unas palabras afectuosas y se refería a él como «un genio de la literatura, único y especial, al igual que Camarón de la Isla lo fue del flamenco».
*: SED DE CHAMPAN. Montero Glez, El Aleph, 2011. ISBN 9788476699980