Otra marca que me llamó la atención fue Pastoret. La estética blanca impoluta de sus yogures en tarrito de cristal deja entrever la calidad y la artesanía de sus productos que, aunque no tuve ocasión durante la feria, espero probar en breve.
Como gadgets curiosos destacaré Cover-up, unas tapas de colores para latas, que personalmente no utilizaría, pero conozco a más de un@ que nunca se acaba las latas que le iría de fábula.
En el pabellón de carnes probé el jamón cocido de La Selva, que estaba ES-PEC-TA-CU-LAR!!!
Pienso repetir, además, el señor que lo cortaba era la mar de simpático.
Algo que me impresionó del Pabellón Intercarn fue esta pobre vaca colgando de un gancho dentro de una nevera en el stand de Ternera Gallega. No dudo que está rica, pero a verla allí colgando, me dio un no se qué.
El Pan de Queso de Minas me transportó a mi adorado Brasil y he de decir que estaba delicioso, calentito con el queso que chorreaba al morder el panecito. Tengo que averiguar donde los venden, porque con tanto lío se me olvidó preguntar, ya os informaré.
Y como no, me encantó el Frappélate de Nescafé, que me recordó mi viaje a Grecia y que pienso tomar este veranito de terracita en terracita.