Crónica de "Le Presbytère..." (Ballet for Life) actuación 3 de agosto de 2010, Festival Castell de Peralada

Publicado el 07 agosto 2010 por Bijou
Cuanta responsabilidad en este post, como deseo, más que nunca, estar a la altura de las circunstancias y poder reportar como se merece lo que vi en el Ballet de Béjart: “Le Presbytère...” : Ballet for Life, el día 3 de agosto en el marco del XXIV Festival Castell de Peralada.
Seguramente muchos fans habrán visto trozos de esta obra estrenada el 17 de enero de 1997 en París y habrán entendido que Maurice plasmó en el cuerpo de sus bailarines su visión particular de interpretar a Queen y alguna pieza de Mozart.
Más allá de cualquier simple impresión, Maurice Bejart esculpió los polos opuestos de los sentimientos de aquellos que deciden comerse la vida a bocados y que del paso por esta tierra arrasan con su energía ahí donde van, dejando un impacto donde quiere que vayan y a cualquiera que conozcan.
“Le Presbytère...” inspirada en la figura de Freddie Mercury, en su vida y en su muerte, en su obra y en su espíritu y en la de Jorge Donn, primera figura del ballet de Béjart durante años. Artista ante todo, fue bailarín y actor que sobrecogía con su expresión y talento. Del primero, los asiduos a este blog ya lo saben casi todo, y del segundo hay mucho que decir sobre todo de su persona, de como amaba el escenario, la vida y vivir. Estas características lo hermanaban con Freddie. Jorge murió de SIDA a los 45 años.
Béjart afincado en Montreaux, tuvo en su poder el álbum “Made in Heaven”, donde en portada del LP se podía ver el mismo paisaje que él divisaba por su ventana. Sensible a este tipo de coincidencias, según sus propias palabras, investigó durante 4 años sobre Freddie, su vida personal y pública, oyó de forma compulsiva su música grabada en estudio y en directo. Y de todo ello, de la esencia de Freddie, de la esencia de Queen, del amor del artista por el arte, del amor de Béjart hacia Jorge Donn, quien fue su amante durante décadas, de la rabia, de la pena y la tristeza, de ver como el SIDA se lleva a gente demasiado joven, de la oda a la vida, nació “Le Presbytère...”.
El impacto de presenciar como una súbita epidemia siega la existencia de jóvenes que deciden vivir su sexualidad con libertad, la marcha de gente inocente cuyo único acto fue hacer el amor y no la guerra....entonces como dice “Ballet for Life”, ¿Por que el amor se empeña en hacernos la guerra? Béjart creía que no se fueron demasiado pronto, sino cuando fue su hora. En definitiva, “Le Presbytère...” es una Oda al fugaz paso de todos ellos, en este mundo.
Las canciones eran una historia que explicaban mucho sin palabras. Es ballet contemporáneo cuyas piezas tiene un sentido por separado y cobran una vida en su conjunto: La intensidad de sus protagonistas: Freddie, Mozart, Jorge.... Normalmente se encuentra difícil descifrar qué es lo que el coreógrafo quiere transmitir, pero este no es el caso. Los mensajes son claros y directos al corazón.

Radio Ga Ga fue una puesta en escena inconmensurable, verlo era presenciar la vida más íntima de Freddie, hablar sobre sus sentimientos y su sexualidad. Era estar en la película de su vida, con Radio Ga Ga de banda sonora. Desde este día, nunca he visto antes una escena tan preciosa sobra sexualidad entre dos hombres y la esencia de su erotismo.
Winter's Tale trajo la nieve que cae en las frías noches de invierno de Montreaux. Nos ofreció la calidez de esos hogares en los que los amantes se aman cuando necesitan quererse bajo la gélida ciudad, mientras que al lado se encontraba un narrador sin palabras que hablaba con su cuerpo.
Uno de los muchos regalos que nos ofreció la noche, fue Brighton Rock...que gozada oír con tanta nitidez el solo de guitarra que ofreció Brian en la primera noche del concierto de Wembley '86...pero que placer ver como las notas de su guitarra eran interpretadas por esos bailarines que transformaron el ritmo más puro y duro del Rock, en una dimensión especial, en un espacio divertido y alegre.
I Want to Break Free se escuchó en su versión en directo del mismo concierto que Brighton Rock, y dio entero paso a una gran pantalla donde se proyectaron imágenes de las obras interpretadas por Jorge Donn, encajadas perfectamente con la música. Se reflejó la pasión por su trabajo, ante todo, era la meta de Béjart.

Por último se cerró el espectáculo con The Show Must Go On...sé que salieron todos los bailarines con Gil Román en primera fila, sé que me emocioné y que sólo podía cantar y fui incapaz de tirar una sola foto para inmortalizar el momento....pero también sé que da igual, preferí vivir como viví ese irrepetible momento..y creo que por eso momento aprendí y puse en práctica rápidamente el mensaje de “Ballet for Life .
A la muerte de Maurice en 2007, Gil Román tomó las riendas de la dirección de la compañía. Éste último es amor por la danza y la perfección, algo que se notó en la puesta en escena. Fue un ballet elaborado y trabajado con unos bailarines jóvenes que luchaban con su danza para dar lo mejor de sí. Su esfuerzo sobresalía en el escenario. Cabe remarcar que aunque, vi bajo la dirección de Béjart, “Ballet for Life”, en video, percibí, de Maurice más corazón, amor y ternura.
El título completo es: “Le Presbytère n'a rien perdu de son charme, ni le jardín de son éclat (Ballet for life)”, significa: “El Presbiterio no ha perdido nada de su encanto, ni el jardín nada de su esplendor (Ballet para la Vida)”. No intentéis buscarle relación con el espectáculo porque no la tiene, lo escrito en francés, es simplemente una frase poética extraída del libro de Gastón Leroux “El misterio de la habitación amarilla”.