El cartel, todo un acierto
Llegamos al nuevo recinto donde estaba a punto de dar comienzo la tercera edición del evento retro de referencia en Cataluña, RetroBarcelona, con muchas ganas de ver lo que nos habían preparado para el fin de semana y ver qué tal resultaba la nueva localización elegida por los organizadores. Ya a primera hora del sábado encontramos un viejo conocido en eventos retro masivos: largas colas a la entrada que, en su punto álgido, superaron la media hora, y que no desaparecieron hasta la hora de la comida, mientras que el domingo mejoró bastante la situación a la hora de acceder al recinto. La composición de la misma, variopinta: desde señores que comenzaron su carrera como jugones en los años setenta hasta miembros de las nuevas generaciones, solos y acompañados por familiares, que quisieron acercarse a conocer las maravillas mencionadas en las batallitas del “abuelo Cebolleta”.
Del mismo modo es cierto que la organización estuvo muy presente a lo largo y ancho del evento, con un gran despliegue humano que ayudó a dar una más que necesaria fluidez al tránsito de visitantes, a la vez que llevaron un control bastante estricto del aforo, aún cuando no fuera suficiente para evitar la masificación en la sala.
Hubo problemas nacidos de la elección de la nueva localización para el evento. Por más que cambiar la fría desnudez de la sala de “La Grapadora” por los impresionantes arcos del Museo Marítimo es una mejora estética bienvenida, básicamente la sala era demasiado pequeña y no estaba adecuadamente ventilada en vista del tremendo éxito de asistencia al evento, algo que por otro lado es difícil de prever, y es que más de 9.000 personas acudieron, ansiosas, a la cita. En las horas punta de afluencia de público, por más que se trató de controlar el aforo, era muy difícil moverse. Algunos de los pasillos entre estands eran tan estrechos que dos personas no podían pasar, hombro con hombro. La mala ventilación hizo que el ambiente se enrareciera rápidamente, resultando en un calor húmedo de lo más desagradable, empeorado con el transcurrir de las horas y el abandono de los desodorantes.
Para futuras ediciones estaría bien un poco de segregación por tipología, separando exposición de cacharreo, presentación de productos, estudios de desarrollo y, sobre todo, venta, ya que las aglomeraciones de gente buscando los contenidos más populares (mercadillo y zonas de juego) provocaron cierto agobio que no ayudaba a pararse demasiado tiempo a cacharrear y probar nuevos lanzamientos.
En contrapartida, el hecho de disponer de una pequeña sala de conferencias al uso marcó una tremenda diferencia respecto de la edición anterior, en que las conferencias se llevaron a cabo dentro del propio suelo del evento, con los lógicos problemas de ruido que eso supuso, resultando en una experiencia mucho más agradable para los conferenciantes tanto como para los asistentes a las conferencias.
Hablando de conferencias, y ya metidos en faena en el primer día, lo cierto es que nos hubiera gustado asistir a la conferencia de nuestros amigos de Pulpofrito, pero entre la cola y los compromisos no llegamos a tiempo de verles con su recién estrenada publicación debajo del brazo. Llegamos pues en primer lugar a la conferencia de Bruno Sol y Marcos García, vieja guardia de los reporteros españoles de la prensa sobre videojuegos. Veteranos de publicaciones tan conocidas como Hobby Consolas o Súper Juegos, presentaron una lista de revistas especializadas extranjeras, escaneadas de sus propias colecciones. Nos invitaron a visitar cabeceras tan conocidas como Edge o Mean Machines, junto a otras muchos menos habituales, como Consoles + o Login.
Coloreando la charla con sus propias experiencias, resultó obvia y pegadiza su pasión por el mundo editorial, por encima incluso de su evidente pasión por el mundo de los videojuegos. Un entusiasmo que les llevó, según nos comentaban, a gastar ingentes cantidades de dinero, comprando incluso publicaciones en idiomas que les eran completamente extraños, como el alemán o el japonés. Nos acompañaron en un viaje a esos tiempos, mucho más inocentes, en que las revistas eran nuestra principal fuente de información sobre este mundillo, al tiempo que nos impulsaron a reflexionar sobre el papel, nunca mejor dicho, que estas publicaciones tienen en el mundo hiperconectado en el que vivimos hoy en día.
El Mundo del Spectrum tomó el relevo en la sala de conferencias. Dos de los miembros del estupendo podcast, Alejandro Ibáñez y Javi Ortiz, encabezaron una charla en la que se vieron complementados por dos grandes del mundillo: Ckultur, de Retro entre Amigos, e Ignacio, de Fase Bonus. Juntos repasaron una lista con tanta solera como merecía tal evento: un Top 20 publicado por MicroManía nada más y nada menos que 30 exactos años atrás, en noviembre de 1985, bajo el nombre de “Arriba y abajo”. Por turnos cada uno de los miembros de la mesa repasó, en menos de 2 minutos, las bondades y lindezas del juego del que había escogido hablar, con títulos tan representativos como Knight Lore, Rocky, Alien 8 o Everyone’s a Wally. Entretenido, amén de informativo, Alejandro comentó al principio que la grabación en directo, de 1 hora de duración, correspondería con una parte de su próximo podcast, cuya [duración] suele superar con creces las 3 horas.
Unas interesantes charlas con algunos de los desarrolladores presentes en el evento nos hicieron llegar tarde a la charla del Doctor Samudio, herejía ésta por la que presentamos nuestras excusas y nos comprometemos a adentrarnos en la húmeda oscuridad de alguna selva allende los mares, rogando por la protección de San Pío, en busca de algún tesoro ancestral que plantar ante los pies del Viejo Archivero o el temerario Doc Monro, alter-egos del ínclito cuentacuentos. ¡Mil disculpas, Maestro! No obstante, sabemos de buena tinta que el bueno de Don Andrés desgranó los entresijos de su nueva novela inspirada en La Diosa de Cozumel, contando detalles acerca de cómo adaptó y expandió la historia del juego al plasmarlo en papel, libre de las ataduras y limitaciones de los ordenadores de la época. La novela, además, se podía adquirir durante el evento y Andrés no negó una firma ni una charla con nadie, ganándose a todos con su simpatía y su cercanía. Y no sólo eso; a muchos nos dejó asombrados con su última idea relacionada con Cozumel: hacer un viaje organizado por las localizaciones que inspiraron la novela. De momento es un proyecto a largo plazo, pero no se nos ocurre una mejor manera de meternos más aún en los entresijos de la novela y el juego que visitando la zona acompañados de su creador.
Ya por la tarde, en un momento en que las fuerzas pueden amenazar con abandonarnos, especialmente tras comer alguna cosa rápido y corriendo, en pro de seguir exprimiendo cuanto el evento podía ofrecer, llegaron al rescate el Equipo A de la blogosfera española dedicada a la retroinformática y los videojuegos: Retro Entre Amigos. Al elenco habitual, del que formó parte nuestro compañero Chema recién llegado desde Colonia, se unió el no menos estelar Fran Gallego y el tremendamente divertido (a la par que lúcido) Toni Piedrabuena de El Club Vintage.
Ante la primera muestra de lleno del día en la sala de conferencias, Retro Entre Amigos desgranaron 2 horas de humor al tiempo que planteaban un tema de candente vigencia en el marco de un evento como RetroBarcelona: Videojuegos y Paternidad. Así, y siempre haciendo gala de su sensacional sentido del humor, plantearon cuestiones como la experiencia de jugar con los hijos, el momento en que dejas de simular la derrota frente a tus hijos para perder con todas las de la ley, o el choque entre juegos actuales y juegos retro, que llevó a un interesantísimo debate sobre las diferencias entre la experiencia multijugador local y online. En todo momento se hizo partícipe al público (a quien quiso participar y, en un par de ocasiones, algunos colaboradores designados a dedo), manteniendo la genial dinámica que hace grande este podcast.
Para cerrar las conferencias del primer día con broche de oro, dos figuras clave en el panorama actual del retro, pues han firmado de su puño y letra un libro imprescindible para todo amante de la vertiente más lúdica de la retroinformática: Jose Manuel Fernández, ‘Spidey’, y nuestro compañero en RetroManiac, Jesús Relinque, ‘Pedja’; autores ambos de “Génesis - Guía esencial de los videojuegos españoles de 8 bits”. Arrancando con un vídeo cargado de nostalgia, en que la celebérrima sintonía de La Bola de Cristal sustentaba a la vez que daba contexto a un collage de fragmentos extraídos de vídeos de gameplay de algunos juegos de la, por supuesto, Edad de Oro del software español, Pedja y Spidey se lanzaron a una defensa a capa y espada de la figura de los pioneros de la industria del entretenimiento en España, comenzando y haciendo un especial hincapié en aquellos olvidados o ninguneados por el sector y un público generalmente tan desinformado como indiferente a los nombres de dichos pioneros. Gente como Fernando Yago, Ricardo Cancho o Juan Giménez fueron rescatados del baúl de los recuerdos y situados, aunque fuera por unos instantes, en un candelero en que su lugar era más que merecido.
Otros vídeos que sirvieron para mostrar la cara menos dorada de esa época, con algunos malos juegos y otros peores, o las “licencias” que algunas compañías se tomaron a la hora de “adaptar” ideas existentes, puntuaron las 2 horas de charla de los autores, que se hicieron francamente cortas.
Entre charla y charla pudimos dar una pequeña vuelta para captar lo que se estaba cociendo en la sala principal del evento, donde expositores, tiendas y asociaciones lo daban todo en sus respectivos estands. Nada más entrar, encontrábamos la exposición organizada por ASUPIVA, un clásico en estos eventos que permite conocer la evolución de los videojuegos domésticos. A un lado, en una mesa situada a tal efecto, y capitaneados como siempre por un dicharachero Pablo Avilés, la iniciativa solidaria Videojuegos por Alimentos de ASUPIVA volvió a batir su propio récord, acumulando más de 6000 kilos de alimento; hito que le costó el pelo a Pablo, literalmente. Nuevamente solidaridad y videojuegos fueron de la mano y Barcelona respondió superando todas las expectativas. Como no podía ser de otra forma, desde RetroManiac echamos una mano con la donación de algunas cintas de MSX y algunos cartuchos de Game Boy y Mega Drive. Animamos a todos nuestros lectores a donar esos juegos que ya no usáis -además de alimentos no perecederos, por supuesto- para que la iniciativa pueda seguir disfrutando de esa envidiable salud.
Los torneos y zonas de juego estuvieron echando humo durante todo el evento. Durante toda la zona de RetroBarcelona estaban repartidas diferentes asociaciones como A.R.C.A.D.E., Retroscroll o Game Museum, que tuvieron decenas de máquinas a disposición de los asistentes: desde máquinas arcade y pinballs hasta consolas de diferentes generaciones, en las que poder sentarnos y echar una partida. Cabe destacar a su vez la presencia de asociaciones temáticas de microordenadores que aportan un punto de vista diferente al consolero.
Los torneos, por su parte, fueron un gran acicate para algunos de los visitantes, participantes o meros espectadores, disfrutando de lo lindo con la competición tal y como pudimos constatar durante todo el evento, ya fuera al presenciar algunos de los enfrentamientos o, simplemente, oír los gritos de júbilo del público al alcanzar uno de dichos enfrentamientos su clímax.
Entre tiendas y tiendas con material interesante y precios cada vez más desorbitados -salvo alguna honrosa excepción-, llegamos a uno de los puntos calientes de la feria. Justo al lado de Matra, que por cierto vendía entre otras cosas la novela de Andrés Samudio, con presencia de su autor siempre dispuesto a firmar una copia, dimos con el estand de 1985 Alternativo, donde pudimos ponerle las manos encima a Antarex, el espectacular matamarcianos que están desarrollando. Lo cierto es que el proyecto Antarex cada día luce mejor, y después de una buena charla con los integrantes que acudieron al evento -aunque sólo el sábado, por desgracia-, nos ha quedado claro que el proyecto va a llegar a buen puerto, aunque aún queda un largo desarrollo por delante.
¡Chema dejó el pabellón bien alto!
Junto a Antarex nos encontramos a un viejo conocido, Mega Cheril Perils de The Mojon Twins, que formó parte de nuestra invasión de homebrew español de la pasada GamesCom en colaboración con RetroSpiel. La salida al mercado de Mega Cheril Perils es inminente y pudimos apreciar como el juego sigue siendo tan adictivo como siempre, por lo que estamos sin duda ante una de las próximas estrellas de la Mega Drive. Completaba un triplete espectacular Mindtris, un juego que pone a prueba nuestra habilidad y cálculo matemático; bastante interesante y con pinta de estar más que avanzado tal y como os avanzamos.
Por la zona andaba también nuestro compañero Isaac Viana, presentando GameXplotation en un estand con algunos artículos de promoción. Tuvimos la oportunidad de hablar largo y tendido con Isaac sobre la nueva andadura en la que se había enfrascado y mantuvimos una interesantísima charla tanto sobre sus contenidos actuales como de los planes de futuro que tiene para su proyecto, con alguna idea la mar de interesante. No os perdáis su canal de YouTube donde, entre contenidos de gran calidad, podréis estar al tanto de sus futuras novedades.
Seguimos avanzando por el pasillo central, con dos zonas dominadas por marcas rivales en la época, Atari y Amiga, donde se pudo observar alguna curiosidad como el Atari Falcon, hasta llegar a la zona de Amstrad Eterno, donde tuvimos una de las sorpresas inesperadas del día. Y es que mientras departíamos con los chicos sobre el mundillo Amstrad, en presencia de una autoridad en la materia como es Fran Gallego, se nos presentaron dos desarrolladores de la época: Manuel Domínguez y Alberto Pérez, creadores de Cyberbig (Animagic) para ZX Spectrum. Tuvimos el honor de conversar durante un buen rato con Manuel y Alberto quienes, desbordando simpatía a raudales, nos estuvieron contando batallitas de la época a la vez que nos enseñaron material inédito de juegos que nunca llegaron a terminar y, por lo tanto, a publicar, dejándonos con la boca abierta. Es la posibilidad de este tipo de encuentros fortuitos uno de los grandes alicientes para acudir a este tipo de ferias, y sólo por este rato (¡bastante largo!) de charla ya mereció la pena el viaje. Se dio la casualidad que pudimos presentarles a nuestro compañero Pedja, autor del libro Génesis, en el que su obra está recogida.
Entre zonas de juegos con curiosidades como una máquina tragaperras (o un pachinko, nunca nos quedó claro exactamente qué era) dimos con un desarrollo interesante para Dreamcast. En concreto pudimos hablar con los autores de Alice Dreams Tournament, un sugestivo juego de estilo “Bomberman” con interesantes modos de juego, al que ya le pusimos las manos encima durante la pasada GamesCom. Alice Dreams Tournament, después de una exitosa campaña en Kickstarter, está practicamente listo para empezar a producir las copias físicas, así que estad atentos a vuestras tiendas de confianza porque el juego es una auténtica fiesta para jugar con amigos.
Nuevamente rodeados de tiendas encontramos a los chicos de El Mundo del Spectrum, capitaneados por el gran Javier Ortiz, momento en que, entre otras curiosidades, pudimos probar un ZX-UNO, la solución basada en FPGA que nació para emular vía hardware a las máquinas de Sinclair pero que cada día cuenta con más implementaciones, conservando para la posteridad a máquinas raras y no tan raras. Por desgracia sólo pudieron quedarse durante el sábado, así que los asistentes que vinieran sólo el domingo perdieron la oportunidad, lo que nos obliga a no posponer más el repaso que este interesante proyecto merece, y del que tendréis noticias en los próximos días en RetroManiac.
A pesar del cansancio, el buen humor fue una constante en el evento. Como el Tetris
Otro de los estands que destacaba entre el mar de tiendas y expositores fue Makomod, gracias a sus PlayStation modificadas y personalizadas con espectaculares diseños que no dejaban a nadie indiferente. Estas pequeñas obras de arte, dignas de estar en un museo, estuvieron atrayendo la atención de los asistentes, por méritos propios, durante los dos días que duró el evento.
Después de un extenuante día, de las muchas horas de pie, la aglomeraciones, el calor y el sofoco, llegó el momento de cerrar puertas y dar por finalizado una primera jornada repleta de intensidad, con momentos interesantes y el reencuentro con viejos y nuevos amigos. Tocaba refrescarse y recuperar fuerzas para un segundo día que prometía ser tan intenso como el primero.
Crónica de Chema (@octopusjig) y JaimeFotos, cortesía de Meri Stewart (@meme_stewart)