"Hoy me he levantado contenta. Por la mañana he desayunado un montón de cosas, primero el biberón y luego bizcocho que hizo mi madre que lo he mojado en la leche, simplemente porque me parece que está tan rico.... Mamá ha ido detrás de mi para probarme un vestido que ayer trajo y le he dejado hacerlo. Me ha gustado mucho. Luego como siempre me ha pedido que me lavara las manos y la cara porque la tenía muy sucia después de comer el bizcocho y rebozarlo en la leche. Me he levado con ayuda de mamá y cuando me ha dicho que me lavara los dientes, es que no me apetecía nada. Qué rollo es eso de lavarme los dientes, y ella sigue insistiendo y yo siempre la digo que no me gusta..He cantado canciones a ver si a ella se le olvidaba, pero vaya rollo, ella siempre tan insistente.Además papá y mamá querían cortarme las uñas, dicen algo de que se me van a partir y me voy a hacer daño, pero sólo de pensar que me van a pasar unas tijeras cerca no me gusta, me da un poco de miedo. Papá me ha enseñado cómo se corta él las uñas, pero no me convence nada. Espero que no se crea que porque él me enseñe cómo se lo hace, le voy a dejar. Parece que después de un rato he conseguido que me dejaran tranquila.
El caso es que papá y mamá estaban acelerados, creo que era porque tocaba ir a la piscina. Así que mamá me ha dicho que podía ir con el vestido pero también con mallas, para no coger frío. Y yo eso no quería, porque no me gusta. Mamá me ha dado la oportunidad de ponerme unos vaqueros y una camiseta de manga larga, pero yo quería una de manga corta. Al final mamá y papá me la han puesto con la condición de ir con un jersey más gordo encima.
Después de ducharse papá y mamá, y cuando yo estaba jugando con papá, a mamá la ha llamado alguien. La he visto recogiendo por ahí y de repente me ha apetecido ponerme las chanclas. Mamá parecía enfadada, mientras hablaba el teléfono me decía que para ir a la piscina tengo que ir con playeras, y que allí ya me podrían poner mis chanclas. Pero yo quería ir con los pies al aire.
Mamá, por fin ha colgado el teléfono, y vuelve a insistirme en que me ponga las zapatillas. De repente se ha puesto roja, se ha ido a su cuarto y la he notado rara. Ella lloraba y lloraba y yo le preguntaba que le pasaba. Papá sólo quería que la dejáramos tranquila. Mamá ha dicho que ya no iba a la piscina, que estaba agotada y que no quería ir a la piscina. Así que papá me ha contado 5 cuentos mientras mamá estaba malita. Al cabo del rato, mamá, parecía que estaba buena otra vez y ha dicho que nos íbamos a la calle. Pero ¿En qué quedamos? ¿nos vamos o nos quedamos?.
Yo ya estaba muy cansadita y me he subido al carro, pero no quería que me pusieran el chubasquero. Y todo el camino erre que erre con el chubasquero, que me lo ponga. Pues yo no tenía frío. Así que ya me he cansado. He escupido el chupete, mamá no me lo quería dar porque dice que la calle está muy sucia. Y seguían empeñados en ponerme el chubasquero. Me he negado a seguir, me tirado en la calle y con mis gritos quería decirles que estaba harta, harta del chubasquero, de ellos y de todo el mundo. Así que me he dedicado a gritarles y como además notaba que estaba enfadada, lo único que me salía era llorar y llorar. De tanto que he llorado, ya ni veía y me escocía la cara. Mamá, se ha acercado a mi, me ha dado un abrazo, un beso muy fuerte, me ha vuelto a abrazar y me ha puesto su pañuelo alrededor del cuello, que por cierto me encanta. Me sentido mejor. Pero me ha vuelto a nombrar el chubasquero. Así que finalmente mis padres, han dado media vuelta y me han llevado a casa. Estaban raros conmigo y yo muy cansada.
¡¡¡Me ha dado una alegría llegar a casa!!! Luego mamá se ha encerrado en la cocina y papá estaba conmigo en el salón, pero les notaba raros conmigo. Les he pedido perdón pero realmente no sé muy bien por qué."
Ahora doy mi versión. Todos los días tenemos la misma historia, los mismos NOS, y los mismos retos. Me tiene agotada este tira y afloja. El que me lleve la contraria, el que tenga que ir corriendo a todas partes porque ella no cede nunca. Esta mañana ya no podía más. Primero con lo de lavarse los dientes, la ropa, que si manga corta mejor que manga larga, que si los vaqueros en vez del vestido, que si luego las chanclas. Que no quiere salir de casa y teníamos piscina (que luego se lo pasa muy bien). Todo el rato en una lucha emocional continua. Me contengo y respiro, me alejo de ella un poco para poder estar más tranquila, pero volvemos a las andadas. Y llevamos así muchos meses, muy difíciles y duros. Y esto me quita todas las energías y mis ganas de hacer cosas con ella. Me genera cierto rechazo hacia ella. Procuro respirar de nuevo y acercarme, despacio y con amor. Pero luego ella me rechaza porque además me dice que sólo quiere con su padre. Y esto me vuelve a generar rechazo y dolor. Y así me paso los días, con un debate entre estar tranquila y al momento después tengo ganas de gritar y mandar todo a la mierda. Hoy ha sido un día muy duro, donde he tenido un ataque de ansiedad, no he sabido gestionar los retos y protestas de Lola. Me he derrumbado, pero mi cabeza, mi corazón y mi cuerpo no han podido más. Me he tenido que tomar un rato para mí, para respirar y terminar de llorar. He tenido mi particular rabieta.
Al volver a releer lo que he escrito, me doy cuenta que esta terrible crónica, no es de Lola, sino la mía. Lola no creo que viviera esto como algo terrible, sino cómo su propia lucha por hacerse entender.
¿Cómo afrontáis este período?