Crónica de una muerte anunciada y… a ver si lo cubre la garantía

Publicado el 08 octubre 2016 por Iyanmv @iyanmv

Lo siento si habéis llegado a este post engañados por el título. No, no voy a escribir nada relacionado sobre la novela de Gabriel García Márquez. Os voy a contar cómo murió mi WD Green de 4 TB, lo que he tenido que hacer para comprobar si aún estaba en garantía y todo el proceso de envío. En una entrada más adelante os contaré lo que me dicen desde WD y si me envían otro disco duro nuevo.

Apenas tenía un año de vida –lo compré el 25 de octubre de 2015– pero ya desde los primeros meses empezó a dar varios problemas. Más o menos a los seis meses de comprarlo, cuando (por casualidad) miré la información de S.M.A.R.T. (Self-Monitoring, Analysis and Reporting Technology) a través de KDE Partition Manager, me extrañó comprobar el elevado número de sectores recolocados que tenía. Muchos más que el resto de discos duros que tenía montados en el ordenador, a pesar de tener todos ellos ya bastantes años, a excepción de un SDD que compré junto a este WD Green. La pena fue no mirar estos datos antes porque estoy seguro que el disco ya venía defectuoso de fábrica. No es normal que en medio año, cierto que con un uso elevado pero nada exagerado, un HDD nuevo tenga tantos sectores dañados.

La cosa fue yendo a peor con el tiempo, hasta que este verano, de vez en cuando, de repente Plasma empezaba a mostrar multitud de ventanas de errores del estilo “no se puede acceder a este archivo”. La única solución era apagar el ordenador y volver a iniciarlo. Pero cada vez que esto ocurría la partición /home no se montaba y Chakra entraba en el “modo emergencia” sin cargar el entorno de escritorio Plasma. Esto lo solucionaba iniciando sesión como root y ejecutando fsck sobre las dos particiones que tenía en ese disco duro.

Antes de que nada de esto pasase, tuve algún que otro problema con el cliente oficial de Bitcoin. De vez en cuando, el blockchain se corrompía y tenía que volver a descargarlo entero. Los que hayáis usado Bitcoin en alguna ocasión, y no con una cartera online, entenderéis el incordio que es esto. De aquellas no tenía ninguna sospecha sobre el estado del disco duro así que asumí que se debía a algún bug en la aplicación. Ahora creo que aquella fue la primera pista de que el disco duro ya no estaba bien.

Comprobando si el HDD está en garantía

Cada empresa tiene unas políticas con respecto a la garantía de sus productos muy distintas. En el caso de Western Digital, existe una página dentro de su web que nos permite comprobar si el producto defectuoso aún está en garantía. Para ello solo tenemos que indicar el país donde compramos el producto y su número de serie. En el caso de un disco duro interno, el número de serie siempre está visible en la pegatina exterior.

Por “suerte”, a mi disco aún le quedaba más de un año de garantía, así que seguí leyendo para ver qué tenía que hacer para hacer uso de la garantía.

RMA, paquete y envío

Por la página de soporte de WD aparecía por todos lados la expresión RMA pero no tenía ni idea de qué significa. Luego descubrí que eran las siglas (eso sí, en inglés) de Autorización de Devolución de Materiales. Al parecer, tenía que conseguir uno de esos. Y para conseguir un RMA primero tuve que registrar el producto. De momento, todo muy fácil.

Lo primero es crearse una cuenta en el portal de soporte de WD. Una vez tenemos nuestra cuenta, ya podemos registrar los productos que queramos indicando sus números de serie y las fechas de compra. Opcionalmente podemos indicar dónde los hemos comprado. Aunque no sea obligatorio, es recomendable indicarlo porque según sus políticas de garantía:

WD no ofrece garantía limitada, a menos que su producto WD (el “Producto”) haya sido comprado a un distribuidor autorizado o a un revendedor autorizado.

Así que, si lo hemos comprado a través de un distribuidor autorizado, mejor decirlo, no vaya a ser que utilicen esto como excusa para anular la garantía.

Una vez registramos el producto, desde el portal de soporte ya podemos ir a la sección crear un RMA. ¡Sorpresa! Aquí la traducción en la página en español es Autorización de reemplazo de producto, pero ni caso hagáis y quedaos con mi traducción de antes, que esta no cuadra ni en español ni en inglés. Aquí se mostrarán todos los productos que hayamos registrado. Seleccionamos el defectuoso y le damos a continuar.

Una vez obtenemos un RMA, tenemos 30 días para que el producto llegue a WD. ¡Ojo! Son 30 días para que lo reciban, no para realizar el envío, así que cuanto antes lo mandéis, mejor. Y eso fue lo que hice, mandarlo en cuanto obtuve el RMA. Pero aquí llega la parte más tediosa de todo el proceso: empaquetar el producto tal y como lo quieren.

No voy a ponerme a enumerar aquí todo lo que quieren, podéis leer las instrucciones en su web, pero en resumen: bolsa protectora ESD (electrostatic discharge), mucho papel de burbujas, caja de cartón corrugado y las etiquetas RMA bien visibles en el exterior de la caja.

Ahora toca esperar y ver qué me dicen desde WD. Espero que me manden otro HDD nuevo porque un disco duro de 4 TB no es ninguna broma y lo lógico, y ellos lo saben, es que un disco duro dure mucho más de un año. En los próximos días, además de la entrada prometida sobre el desenlace de esta historia, escribiré otra sobre la tecnología S.M.A.R.T. de los discos duros y discos sólidos, las herramientas disponibles en KDE para acceder a la información sobre el estado de estos discos y cómo interpretar esta información.