Crónica del Celsius 232 (2024). Parte II

Publicado el 28 agosto 2024 por Laura Coll Rigo

Hace un par de días publiqué la primera parte de esta crónica, donde os hablo tanto del turismo que hice por Oviedo como de mis impresiones generales sobre el festival. La entrada de hoy está dedicada en específico a las actividades a las que asistí, con el objetivo de que os hagáis una idea de lo que podéis encontrar si vais alguna vez. 
Hay que tener en cuenta que cada uno tiene sus preferencias, por lo que a mí me gustaron más las conferencias que adoptaban un tono más académico y trataban los temas con más profundidad, que no las presentaciones o los encuentros con autores. Os cuento lo que a mí me llamó la atención de cada actividad, por tanto, es una opinión completamente parcial

 Martes 16 de julio

Presentación: Orzaria, el origen de lo inexplicable, de Martín Castro Masaveu (Diego García Cruz, moderador). Fue una presentación poco memorable. El tema de la novela, interesante sin más, no fue suficientemente atractivo como para captar mi atención. Lo mejor fue el moderador (¡Diego es el mejor!), quien supo sacarle todo el jugo a la novela e hizo preguntas muy acertadas.Presentación: Caleidoscopio, de Pablo Fraile Dorado (Diego García Cruz, moderador). Una presentación ligeramente más interesante que la anterior, en parte debido a que el autor se expresó mejor. Aun así, tampoco terminé lo suficientemente convencida como para apuntarme el libro.Conferencia: Arcos, arcabuces y blásters: sobre las armas a distancia en la ficción (Pelayo Mejido). Fue una de las mejores conferencias del festival. El ponente es el fundador de la Escuela Asturiana de Esgrima Antigua, domina diversas artes marciales (aunque se especializa en esgrima) y se dedica al asesoramiento histórico y de coreografías de combate para cine, televisión y teatro. Vamos, que sabe de lo que habla. Eso sí, la exposición fue algo caótica, ya que saltaba de un tema a otro sin ton ni son; se notaba que, como confesó, lo había empezado a preparar una hora antes. Con un tono amigable y cercano, rompió un par de mitos relacionados con el uso de las armas (sobre todo armas a distancia) en novelas de fantasía y en películas (los arqueros no pueden sujetar el arco durante mucho rato, dos ejércitos corriendo para enfrentarse es absurdo porque los soldados se cansan, las ballestas no se pueden usar a caballo, las flechas con efecto no son útiles en una guerra, por la noche no se usaban las catapultas a causa de la poca visibilidad...), así como compartiendo algunas anécdotas personales relacionadas con su participación en juegos de rol en vivo.Miércoles 17 de julioPresentación: Limítrofes, de Cristina Jurado (Cristina Macia, moderadora). Entre las cosas que me llamaron la atención de la novela están los poderes, que la obra hable de manera metafórica sobre los centros de alto rendimiento y que el título se refiera al estado mental límite (entre la cordura y la locura) en el que se encuentran los personajes. El problema es que me dio la impresión de que el tono era juvenil y últimamente ese tipo de novelas me dejan insatisfecha, así que no me animé a apuntarlo. No puedo dejar de mencionar a Cristina Macia, quien se esforzó mucho para vendernos la novela e hizo muy amena la presentación. Presentación: Forjador de universos, de Eduardo Vaquerizo (Cristina Macia, moderadora). De nuevo, estamos ante una novela interesante y prometedora que no terminó de convencerme. Eso sí, Cristina Macia volvió a hacer un trabajo estupendo como moderadora. Encuentro con Cat Sparks (Cristina Macia y Ian Watson, moderadores). Lo siento por Cat Sparks, pero las estrellas de este encuentro fueron Ian Watson (moderador) y Cristina Macia (traductora). El desinterés por la autora se debe al hecho de que, más allá de un relato en el Excelsius, no tiene nada publicado en español. Esperemos que encuentre editor pronto, ya que "es una autora muy traducible: la podéis llamar Gata Chispas" (Ian Watson). Los moderadores formaban un dúo cómico increíble: mientras Cristina Macia hacía lo imposible por traducir, Ian Watson no se callaba la boca, interrumpía constantemente y hacía juegos de palabras. Llegaron a un punto en el que Cristina Macia gritó "¿Que por qué estoy enfadada? Porque aún no has terminado la primera frase y ya está empezando la tercera". Todo el encuentro fue en clave cómica con preguntas como "¿Te pones a rodar en tu casa para describir escenas de acción? Yo lo hago" (Ian Watson). Por desgracia, lo único que recuerdo de la autora es que es activista climática, al igual que Ian Watson, que agita su bastón para que nunca llueva durante el Celsius.Presentación: A ambos lados del espejo, de Iván Ledesma (Daniel Pérez Castrillón, moderador). Como en otros casos, la novela, que tenía un planteamiento interesante, no logró captar lo suficiente mi atención como para que me la apuntara. Presentación: Holocracia, de Salvador Bayarri (Jesús Moracho, moderador). Me hubiera gustado al autor durante más tiempo (me gustó cómo se expresaba y el enfoque académico de la presentación); por desgracia, el moderador, editor de la novela, presentó al autor durante mucho tiempo, y casi no le dejó hablar. Me llamó la atención que la novela fuera una utopía, algo poco habitual; sin embargo, no terminé suficientemente convencida como para apuntármela.Mesa redonda Celsius y Academia: Imaginarios de ida y vuelta. El título de esta mesa redonda es lo más ambiguo que te puedes encontrar. Parecía que los ponentes iban a hablar sobre la relación entre el cine y la literatura; en su lugar, reflexionaron sobre las aplicaciones de la IA en literatura. Pese al vago título, fue una de las mejores mesas redondas del festival. Con un tono académico, se habló en detalle de varios temas relacionados con la IA: los sesgos según el idioma, cómo usa palabras clave para transmitir emociones en la escritura o sobre cómo en ficción se muestra que el instrumentalismo de la IA está bien y el determinismo mal, cuando no tiene por qué ser así. En esta ocasión no he puesto el nombre de los participantes (tres más el moderador): hubo cambios de última hora y no se indica en ninguna parte quiénes fueron al final los ponentes (y yo no me enteré porque llegué tarde La razón es que te perdiste, pese a estar a cinco minutos).Encuentro con Travis Baldree (Daniel Pérez Castrillón, moderador). Fue un encuentro que estuvo bastante bien: las preguntas eran adecuadas y el autor fue muy amigable. La pregunta más interesante que le hicieron fue cómo su experiencia como narrador de audiolibros había influenciado en su narrativa, algo que no me había planteado en ningún momento.Presentación: El gran timo de las hadas, de Félix J. Palma (Cristina Macia, moderadora). Llegué tarde a la presentación (como viene siendo la dinámica habitual), así que estuve un poco perdida. Sentía curiosidad por el libro: las obras de este autor siempre empiezan con un argumento muy genérico, para sorprender con un giro y un cambio de tono a la mitad. Y a mí los timos me pueden. Al final, Cristina Macia sonaba tan entusiasmada que lo he añadido a mi lista de pendientes. Jueves 18 de julioEncuentro con Christopher Paolini (Alba Quintas, moderadora). Este encuentro no estuvo mal, sin ser tampoco nada espectacular; puede que Paolini arrastrara algo de jet lag, porque no parecía muy animado ni dijo nada especialmente remarcable. Se habló mucho de la nueva novela que ha sacado, Murtagh, y claro, al no haberla leído, no me enteré de todo. Hace ya más de veinte años de la publicación de Eragon; esperaba que el autor hablara de la saga en retrospectiva, y más teniendo en cuenta que en ese momento era muy joven.Encuentro: Creando y expandiendo el universo de Cazadores de Sombras, con Cassandra Clare (Daniel Renedo, moderador). Creo que para el adecuado funcionamiento de un encuentro, es necesario que el moderador muestre cierto entusiasmo por el autor (sin llegar al extremo del encuentro con Tamsyn Muir). En este caso (así como también en el encuentro de Holly Black), el moderador se limitó a leer las preguntas impresas, sin ningún tipo de emoción y, en cuando pudo, cedió el turno de palabra a los espectadores. En realidad, casi todo el grueso de la entrevista estuvo en manos de los fans. Mucha gente intervino solo para agradecer a la autora la inclusión de personajes LGTBI; teniendo en cuenta la época de publicación de las novelas, comprendo que algo que para mí no fue tan memorable (Magnus y Alec <3), significó mucho para el colectivo. Entre otras cosas, la autora nos contó anécdotas interesantes sobre la publicación de la saga y se disculpó por haber retrasado la publicación de un libro durante un año por problemas de salud; en mi opinión, quienes deberían disculparse son los lectores que le exigieron que publicara, pese a no encontrarse bien. Se habló sin temor a los spoilers de todos los libros del mundo de Cazadores de sombras; realmente era un encuentro de fans. Por supuesto, hubo algunas preguntas demasiado específicas como para ser de interés general y en algunos momentos me crispó la actitud del público, que idolatraba a la autora hasta el punto de aplaudir a cada intervención.Charla: Escribir un librojuego sin morir en el intento (Joseta Moreno). Esta charla me gustó por el tono académico y por la claridad con la que el ponente expuso el tema. Más allá de alguna curiosidad, no me dijo nada nuevo: simplemente ofrecía instrucciones muy específicas sobre cómo escribir librojuegos. Eso sí, me he quedado con una par de cosas. Una de ellas es que hay mucha más gente interesada en los librojuegos de lo que parece: la mayor parte de los asistentes afirmó que quería escribir uno. Otra cosa que descubrí fue que muchas de estas obras son encargos editoriales; pensaba que era algo que escribía la gente para pasárselo bien.Encuentro con Sue Burke (Esteban Bentancour, moderador). Desde que asistí a este encuentro, las plantas me dan miedo. Son lentas, pero constantes y buscan su supervivencia ante todo. Según la autora, si alguien te regala un rosa, es porque te odia, ya que tienen espinas. La autora vendió bastante bien la novela; no he leído muchas obras protagonizadas por seres vegetales, así que podría ser interesante. No descarto hacerme con ella más adelante.Encuentro con Jarrod Shusterman (Jorge Iván Argiz, moderador). Me sorprendió descubrir el candor que emanaba este autor. Además, como su pareja es una chica española (al final subió al escenario para hablar de proyectos que iban a escribir juntos en el futuro), ha aprendido la lengua y durante el encuentro se defendió bastante bien (aunque iba alternando con el inglés). Me sorprendió descubrir que solo había publicado obras escritas a cuatro manos (con su padre, primero; con su pareja, después) y eso hace que me pregunte si no será demasiado dependiente de otros (qué desconfiada). Fue una lástima que la sala no se llenara demasiado, porque el autor merecía la pena; creía que la novela Sed, que había publicado junto a su padre, había tenido bastante más repercusión. Encuentro con Barbara Hambly (Jorge Iván Argiz, moderador). Sabía que Barbara Hambly era mayor, sin embargo, no esperaba que lo fuera tanto. Es una anciana encantadora que habla MUY lento: la mitad de sus intervenciones eran pausas. Durante el encuentro, se puso en valor su uso de personajes femeninos fuertes, la originalidad de sus dragones y cómo su obra había subvertido algunos aspectos del género fantástico. Eso sí, curiosamente, en ningún momento se habló de las continuaciones de Vencer al dragón, que recibieron duras críticas en su momento.Viernes 19 de julioEncuentro: Saliendo de la zona de confort (Cassandra Clare, Holly Black; Virginia de la Fuente, moderadora). Lo primero que noté fue la buena dinámica que había entre ambas autoras; se nota que son muy amigas. Qué lástima que el tema del encuentro no diera mucho juego; se puede preguntar qué dificultad supuso para ambas salir de su zona de confort y poco más. Las dos autoras están muy aferradas a sus sagas principales, por lo que me sorprendió descubrir que habían salido de allí. Y sí han escrito otras cosas... de tono y temática muy similar. En el encuentro, se afirmó que sus últimas novelas (El guardián de espadas y El libro de la noche) eran adultas; lo he investigado y a mí me parecen tan juveniles como el resto. Pronto se agotó el tema, como era de prever, así que el encuentro se centró en hablar de las novelas periféricas de ambas autoras, aquellas que se alejan de sus sagas principales. La mayoría de preguntas eran muy concretas, así que no me enteré de la misa la mitad.Encuentro con Holly Black (Daniel Renedo, moderador). Una vez más, demostró ser una autora muy simpática y cercana. Principalmente, habló de la experiencia de escribir obras a cuatro manos con Cassandra Clare y cómo fue la dinámica de escritura. También compartió algunas anécdotas personales que fueron muy interesantes. Por desgracia, como solo he leído Gata blanca, novela que no mencionaron, no me enteré de mucho cuando hablaban de su obra.Conferencia: Aventuras y desventuras en el fándom y el mundo editorial (Felicidad Martínez; Mirella Machancoses, moderadora). Me gustó tan poco esta conferencia, que si no hubiera sido por G y Edu, me hubiera ido. Felicidad Martínez es una mujer muy abierta, que tiene un gran desparpajo. Sin pelos en la lengua, estuvo hablando de su ensayo No voy a pedir disculpas, donde critica el mundo editorial. Sus palabras me parecieron muy demagogas: solo decía lo que la gente quería oír, usando tacos para llamar la atención. Su actitud me pareció demasiado orgullosa ("escribo de puta madre", afirmó en un momento); por ejemplo, justificaba el poco eco que había recibido su obra afirmando que la gente no se atrevía a alzar la voz como ella. Lo más interesante fue analizar las estrategias que usaba tanto para captar la atención como para ganarse al público. Sin duda, fueron eficaces: tras la charla se agotaron todos los ejemplares de su libro. Lo peor fue la hipocresía: defendía que tenías que ser tú mismo, que ella era así y que nadie iba a callarla... de nuevo, lo que la gente quería oír. No es más que un personaje: fue ponente en la Mesa redonda Celsius y Academia: Imaginarios de ida y vuelta y allí sus intervenciones habían sido profesionales y formales, adaptándose a un contexto más académico.Conferencia: Escribiendo sobre hadas para niños y mayores (Sofía Rhei y Maite Carranza). Pasemos de una charla decepcionante a otra. Por algún motivo, el festival (en redes y fotografías) solo menciona a Sofía Rhei como ponente, pese a que Maite Carranza impartió gran parte de la conferencia; debido a sus amplios conocimientos sobre el tema, Sofía Rhei la había invitado a participar en el último momento.  No había buena dinámica entre ambas ponentes, que iban alternando sus monólogos sin interaccionar la una con la otra. Dejando eso de lado, fue una buena conferencia introductoria. Entre otras cosas, se habló de que las hadas eran una metáfora de las fuerzas naturales, además de representar el miedo de los hombres a ser seducidos y controlados por las mujeres. Asimismo, el término "hadas", en otras lenguas, incluye todo tipo de seres feéricos (duendes, goblins, gnomos...), cosa que no sabía. Por desgracia, como era una conferencia más expositiva que reflexiva, me quedé con muchas preguntas en el tintero: ¿Por qué actualmente vuelven a estar de moda las hadas? ¿Por qué en nuestro imaginario no han triunfado el resto de seres feéricos? ¿Qué papel tienen las hadas hoy en día en literatura?Noches de teatro: Cuatrocientas. Como cada año, un grupo teatral amateur llevó a cabo una representación en la Factoría Cultural de Avilés. La sala (pequeña, con una acústica y visibilidad aceptables) no está preparada para grandes obras; es más que nada, un espacio alternativo. Este año la obra fue menos experimental que la del año anterior. La trama es original (una chica usa su poder para crear loops temporales para ligar con otra chica hasta que quedan atrapadas en una burbuja temporal cuando un ser de otra galaxia intenta matarlas) y es buena de seguir. El mayor problema es que presenta muchos agujeros de guion: la resolución es algo que podrían haber intentado desde el principio.De los tres actores, el chico lo hizo especialmente bien, mientras que las otras dos chicas no fueron destacables. En cuanto al decorado, es prácticamente inexistente (solo hay tres sillas): no sabía si estaban en un tren o en una estación. Una obra curiosa y entretenida, pero que no merece la pena.Sábado 20 de julioEncuentro con Fonda Lee (Esteban Bentancour, moderador). Un encuentro bastante interesante. Tuve suerte: no hablaron de la trilogía entera, solo del primer libro, el único que he leído. La autora me pareció muy profesional, alguien que sabe por qué escribe y que reflexiona sobre las cosas. De lo que más se habló fue de sus personajes femeninos, todas mujeres fuertes en un mundo de hombres.  Una cosa curiosa que nos explicó es que toda su vida ha practicado artes marciales, cosa que no le sirve para plasmar mejor los movimientos de los personajes en un combate, sino sus sensaciones, emociones y reacciones. En la sesión de firmas quedé muy sorprendida al descubrir que chapurreaba bastante bien el español; lo había estado aprendiendo durante un semestre.Presentación: Loki, el astuto dios vikingo, de Aranzazu Serrano Lorenzo (Jorge Iván Argiz, moderador). Ambos autores hablaron de la figura de Loki en los libros dedicados a este personaje de la colección RBA. Esperaba que hablaran del personaje en profundidad, pero solo fue algo introductorio. G tiene los libros en casa; cuando se anime a leerlos, ya me contará.
Presentación: Diccionario de fantasía, de Sergio Morán y Laurielle (Clara Díes, moderadora). A Sergio Morán y Laurille hay que quererles. Tienen muy buena dinámica y son muy divertidos juntos. La moderadora, que usaba un tono más serio y formal, fue un gran contrapunto. Los autores tienen un humor muy físico y simple que funciona; todos los espectadores reíamos a carcajadas. El libro que presentaban es un diccionario de criaturas fantásticas de todas las culturas, de tono humorístico y en formato viñetas. No por ello es una obra para niños (aunque lo pueden leer sin problemas): no se han cortado un pelo con el humor negro y escatológico. Fue una presentación muy clara, con muchos ejemplos de lo que encontraríamos en el libro, y muy amena.Presentación: Hojas de dedalera, de Victoria Álvarez (Marina Tena, moderadora). Tengo pendiente este libro desde hace tanto tiempo, que creo que ya no es para mí. Por eso, fui a la presentación de esta reedición e hice bien: la autora informó de que había modificado la obra de cabo a rabo; era más una reescritura que una reedición. Me parece bien que los autores, después de mucho tiempo, revisen sus obras y las modifiquen si lo consideran conveniente (cosa nada habitual), siempre y cuando avisen de que se trata de una reescritura. La moderadora me pareció un poco tajante: interrumpió a la autora mientras explicaba lo sucedido con esta edición, cosa que me parecía relevante dejar claro desde el principio. Por desgracia, tuve que irme a media presentación, así que solo tengo claro que descartaré el libro que ya tengo y trataré de hacerme con la nueva edición.Charla: Mariconhadas: narrativas queer en el folclore mitológico (Clara Díes). Una charla muy interesante y muy bien expuesta. La ponente supo equilibrar muy bien su discurso para que fuera, a la vez, ameno y académico. No hay muchos cuentos tradicionales con elementos queer, pero sí que algunos pueden reinterpretarse como tales. Lástima que tuviera que irme un poco antes de que terminase.Encuentro: Poker de ases de la literatura juvenil internacional (Cassandra Clare, Holly Black y Christopher Paolini; Jorge Iván Argiz, moderador). Como suele ser habitual en el festival, el último día hay una mesa redonda para hablar de literatura juvenil. O ese suele ser el plan; la mayor parte de las preguntas las hizo el público, por lo que se trataron un batiburrillo de temas.La mayoría de las preguntas fueron insustanciales, pero ayudaron a conocer mejor a los autores y su personalidad: hablaron de sus no existentes adaptaciones, del menosprecio que reciben por escribir juvenil, su opinión sobre el festival, la evolución de su estilo, del contacto con los traductores... Es decir, fue más un encuentro con los tres autores que una mesa de diálogo en la que estos analizaban la literatura juvenil. De nuevo, una oportunidad desaprovechada. El pobre traductor, Diego, se notaba que ya estaba muy cansado y aun así hizo un trabajo excelente. ¡Y eso que Cassandra Clare se esforzó todo lo posible en dificultarle la traducción!
Y aquí termina mi crónica del Celsius 232 de este año. En general, es un festival que merece la pena para conocer a autores de fantasía, terror y ciencia ficción nacionales e internacionales, además de sentirte parte de una comunidad de lectores con la que compartes gustos (¡y conseguir libros de segunda mano a buen precio! Creo que ese es tu verdadero motivo para ir al Celsius). La organización está muy bien llevada, teniendo en cuenta la dificultad de gestionar tantas actividades simultáneas y a tantos invitados. Quizás deberían reducir el número de actos y aumentar su duración para aprovechar como es debido la presencia de los autores. Además, los tiempos están muy ajustados, sin margen entre una actividad y la siguiente. Quizás las charlas sean intrascendentes y no me proporcionen el debate que me gustaría, pero son una oportunidad perfecta para ver cómo se expresa un autor que te interesa (e incluso uno que no conocías de nada).Aunque disfruto mucho yendo al Celsius, eso no significa que vaya a repetir el año que viene. Por una parte, porque prefiero alternar, tomarme un respiro e ir a otros festivales del género. En segundo lugar, está el hecho de que anunciaron que el año que viene Brandon Sanderson sería la estrella invitada. El autor me gusta mucho, sin embargo, debido a la popularidad que ha alcanzado últimamente, temo que el festival esté abarrotado. No me preocupan las firmas (ya tengo uno de sus libros firmados, así que ni me plateo intentarlo de nuevo), sino que no se pueda ni entrar en las charlas debido a la marea de gente que asistirá. Otro año será.