Crónica del encuentro con María José Moreno

Publicado el 31 octubre 2015 por Librosquevoyleyendo @librosqvleyendo

Acompañando a Maria José Moreno han estado David G. Panadero director de la colección OffVersátil y Consuelo Olaya directora de Ediciones Versátil.

David G. Panadero: La caricia de Tánatos es una novela de personajes, lo psicológico ha importado más que lo social porque ya no hablamos ni de lucha de clases, ni de grandes colectivos sino de personas que simplemente aspiran a ser moderadamente felices dentro de las circunstancias que les ha tocado vivir.

Me parece muy interesante como María José, con mucho tacto va dosificando el dramatismo de la historia que al principio puede ser una historia más o menos llamativa con algunos desatinos en lo personal de los personajes pero que se mueve dentro de lo cotidiano y que llegados a cierto punto de la novela empezamos a vernos todos implicados.

En la Trilogía del Mal cada novela, cada título va acompañado por una palabra clave: Tánatos, Sombra, Eros. Qué proceso describen estas palabras en términos y hacia qué conclusiones en líneas generales está apuntando con estas novelas.

María José Moreno: Una trilogía cuando la planteas lo haces al completo cuando tienes una idea de trabajar sobre un tema; en este caso es el mal. La forma en que yo la ideé fue ir subiendo en escala de menos a más. Desde el mal (vamos a llamarle mal pequeño) desde el más cotidiano el que sufrimos todos y que más o menos resistimos hasta el mal más violento como el maltrato psicológico que es el que se trata en esta novela. Pero esto va subiendo porque los aspectos del mal son caleidoscópicos y va a llegar a la tercera donde nos vamos a encontrar el mal más perverso, un mal ya casi con mayúsculas.

Nos es gratuito que cada una de las novelas tenga una palabra que la defina. El Tánatos que en la mitología su forma de matar se caracteriza por hacerlo suave y he creído que eso precisamente es lo que intenta hacer un maltratador sicológico. Apoderarse de la otra persona pero suavemente, sin que nadie se dé cuenta. Tan es así que la víctima siempre se encuentra desamparada porque nadie de su alrededor puede imaginarse que a esa persona le estén haciendo esas cosas que cuenta. Y como además cuando lo cuenta siente el rechazo del resto del mundo pues no las cuenta y las vive en soledad con lo cual entramos en el famoso y complicado círculo de la violencia.

La siguiente que es el poder de las sombras. La Sombra hace referencia a la parte oscura que todos tenemos, unos más otros menos pero que en determinado momento sale y en este caso la sombra va a tener mucho que ver en la trama

Y el Eros, que es el instinto de vida es el que se contrapone al Tánatos. Es una manera de que al final la vida triunfe sobre la muerte. Por eso esa es la fuerza del Eros, como este se enfrenta a Tánatos y de ahí lo que sale. Eso es lo que se plantea en esta trilogía sobre el mal.

David: Me parece especialmente interesante que sobre la primera mitad de la novela Mercedes la protagonista, es testigo de lo que le cuentan sus pacientes pero es un testigo indiferente que observa como si estuviera por encima o no perteneciera a ese conflicto que le están contando pero llegado determinado momento algo le hace pensar que ella podría ser partícipe de ese juego. A su vez la novela se desarrolla a lo largo de varias sesiones o consultas y quería saber hasta qué punto tu formación como siquiatra ha influido o dicho de otra manera, si tuvieras otra profesión ¿podrías haber escrito esta novela?

M.J.M.: seguro que si podría. La escribiría de otra forma, te tienes que documentar más, tienes que preguntar más, investigar más, asesorarte más. En este caso lo tenía yo todo. Mercedes no es siquiatra es sicóloga y la creé así para que no la equiparan conmigo (cosa que no he conseguido) porque siempre me preguntan si me identifico con ella. Evidentemente me identifico mucho. Muchas de las cosas que Mercedes vive las he vivido yo, en eso estamos muy cercanas pero en lo personal no tiene nada que ver conmigo.

Lo que le pasa a Mercedes es que ella es un producto de sus circunstancias como somos todos. De una infancia determinada en la que ha sido muy castigada psíquicamente por un gran desamor y luego además sufre una experiencia a nivel de amor traumática. Se hace adicta al trabajo porque prefiere no sufrir más, entonces lo aleja de su vida y en cuanto su vida amorosa se le complica ella misma se está metiendo en la tela de araña y al oír a sus pacientes en concreto a una de sus pacientes, piensa si ella no está haciendo lo mismo. Idealizando a esa persona o a ese amor y está sufriendo por lo que ella está viendo que la otra sufre y es dependiente y se plantea si ella misma no está siendo dependiente.

Es difícil de ver cómo una mujer tan capaz desde el punto de vista profesional, desde el punto de vista personal tiene tantos flecos pero es que también somos humanos. Puedes ser muy buena a nivel profesional pero luego a nivel personal tener tus conflictos y a veces incluso dudar de cómo resolverlos y tener que pedir ayuda para resolverlos.

David: En La caricia de Tánatos la repetición de las palabras va creando tensión. En un contexto o en otro tienen un significado distinto. ¿Cómo elaborabas a la hora de escribir esa tensión con las palabras?

M.J.M.: Para mí es muy fácil porque ten en cuenta que yo trabajo con las palabras. Nosotros trabajamos con lo que nos cuentan y con lo que decimos a nivel profesional entonces es verdad que para esta novela en concreto necesitaba que el lenguaje dijera mucho porque a lo que nos estamos enfrentando es a una dialéctica en la cual se hace daño simplemente con las palabras, con las ambivalencias, o con los silencios y eso hay que demostrarlo de alguna forma si no tú eres incapaz de reconocer que eso te puede afectar. El problema es que en la vida cotidiana lo hacemos mucho. Tenemos muchas frases que parece que no son importantes pero lo son. Por ejemplo lo típico de "no sirves para nada" o con los niños "eres un mamarracho". Esas cosas que dichas evidentemente en un contexto y de una determinada forma podrían hacer mucho daño porque las palabras matan. Entonces convenía hacer hincapié en el lenguaje y en la forma en que lo manejamos y en las dificultades que tenemos muchas veces para comunicarnos por lo mal que empleamos el lenguaje.

David: He visto en muchos manuales comentarios sobre cómo recibimos las historias y se dice que los hombres tienen más habilidad para comprender la estructura del relato y las mujeres pueden desentender un poco más la estructura pero están más pendiente de los personajes y del ambiente en que están estos. Quería saber tu opinión como profesional y como escritora. Si piensas que este planteamiento está anticuado, si estás de acuerdo. ¿Cómo lo ves tú?

MJM: no te sabría decir. Creo que hay hombres y mujeres que se fijan en una cosa y en otras. No creo que podamos comparar si las mujeres se fijan más en los sentimientos que otros. Creo que los hombres también son capaces de captar esas cosas. Lo que sí está claro es que esta novela tiene un público preferentemente femenino. El tema que se trata quizás le llegue más a la mujer porque la protagonista es una mujer, la que sufre todo es una mujer entonces todo eso puede hacer que sea más complicado. Pero hay hombres y mujeres y los que son auténticos lectores saben captar de cada novela lo que hay. Otra cosa, recalcar que estamos hablando de maltrato psicológico y he puesto como víctima a una mujer pero no olvidemos que el hombre también sufre maltrato psicológico por la mujer, que no se olvide que la violencia que emplea la mujer preferentemente es una violencia sicológica no física.

David: antes me comentabas que cuando estás enfrascada escribiendo una novela prefieres no contaminarte mucho leyendo pero me interesaría saber cuáles serían esos libros a los que recurres como lectora, cuáles son tus horizontes.

MJM: Soy una lectora de todo tipo de género menos de zombis o de mucho miedo, ni romántica-erótica estilo Cincuenta sombras... Esos son los únicos que no leo. Pero todos los demás sí. Una buena novela de humor me hace reír mucho, una novela negra. Yo cuando escribo novela negra lo que no quiero es influirme ni paralizarme. Cuando estoy escribiendo este tipo de novelas entonces leo otro género, novelas románticas o de otro tipo que no me influyan para nada.

Hay un libro que me impresionó mucho pero como siquiatra, por todo lo que tiene debajo y es el que yo creo que en algo si he intentado imitar y es El príncipe de las mareas. Cuando leí este libro me atrapó y quizás me haya influido a la hora de escribir esta trilogía. Pero todo lo que lees de una forma u otra se queda y te influencia. Cada libro te deja su pocito en lo que estás escribiendo.

Comentarios sobre el libro

Los libros están ya escritos, ya están las tramas decididas y definidas. El segundo ya está listo para corregir y publicar y la tercera para navidad estará ya para corregir.

Me ha comentado alguna persona que cosas que había leído en el libro le habían servido y se las había aplicado. En ningún momento se pensó ni como libro de autoayuda ni como enseñanza. Lo que pasa es que soy escritora, además enseño y soy siquiatra entones todos eso acaba dejando huella y si es verdad que el problema que tenemos con la víctima del maltrato psicológico es que no se da cuenta incluso yendo a la consulta.

Te das cuenta de que metido en ese problema no ves a tu alrededor y no eres objetiva y a veces leyendo aunque sea una trama de ficción, aunque sea una novela, hay que leer entre líneas. Yo siempre leo entre líneas y me aplico muchas cosas soy de las que subraya y las frases que me impactan de la trama que sean y las aplico. Creo que en este libro hay mucho para aplicar y subrayar.

David: es un libro en el que aun no siendo mujer me he sentido aludido es como que te señala con el dedo.

M.J.M.: Algo de lo más novedoso que tiene la caricia de Tánatos es que hemos visto muchos maltratadores pero simplemente en sus comportamientos pero nunca en su forma de pensar. Yo no he encontrado ningún libro en el que tan a fondo podamos nosotros saber cómo piensa un personaje de este tipo.

No todo el mundo puede ser víctima eso está clarísimo. Tiene que tener unas características especiales y además la personalidad del agresor y de la víctima está muy definidas.

Escribir de estos temas tan seguido me crea mucha angustia porque te tienes que meter en los personajes y vivir lo que están viviendo para poder hacerlo bien y a mí eso me crea una ansiedad. Necesito levantarme y respirar porque a veces pienso que me están creando la misma angustia.

Desde el primer momento este libro se concibió como una trilogía por eso las tramas principales son distintas pero hay una subtrama que continua durante los tres por darle algo de continuidad a la trilogía para que no fuesen tres libros distintos hablando del mal sino que la protagonista o los protagonistas principales comienzan desde la primera y llegan hasta el final. Precisamente lo que le gustó a la editorial es que estuvieran las tres novelas ya pensadas.

Soy una escritora de quitar horas de sueño, de fines de semana y de vacaciones que es cuando más escribo. Estoy esperando a que llegue el verano o las vacaciones de Semana Santa, Navidad porque es cuando más tiempo le puedo dedicar a escribir.

Todo esto perjudica principalmente a las personas que viven conmigo

Yo empecé escribir en un momento en el que mi exigencia personal y familiar era menor. Entonces yo ya tenía la historia en la cabeza y vi que ese era el momento. El problema es que luego ya te pica el gusanillo y ya no puedes parar terminas una y empiezas otra. Incluso estás escribiendo una y te está viniendo otra que te apetece escribir más. Ya entras en una dinámica que para todo el que escribe lo hace exactamente igual pero la rutina es esa. A mí me encantaría poderme dedicar como en todas las vacaciones que le dedico bastantes horas del día a escribir.

Siempre me preguntan en que generó me definiría pero creo que todavía no puedo, cuando sea mayor (sonríe) todavía no puedo definirme en una género porque escribo de humor y me encanta me lo paso genial y disfruto, la novela intimista me gusta pero pensándolo bien Bajo los tilos también tiene algo de intriga, también hay una investigación, no es del calibre de esta pero siempre lo de la mente humana está en todas. El aspecto sicológico de la mente humana casi siempre predomina. Si tuviéramos que buscar algo en común entre todas las novelas que tengo ahora mismo publicadas sería el aspecto sicológico y la variedad de los personajes en esos aspectos.

Con respecto a los nombres en la novela, fue algo que al principio se criticó mucho, decían que todos se llamaban igual y no, pero sí que todos los nombres comienzan por la letra M y que eso a veces creaba un poco de conflicto. Los cree todos con la letra M que es la letra de Mal porque lo que predominaba en la novela es el mal e hice un pequeño juego con los nombres de los principales: Mercedes Marina, Marcos, Miguel.

Ha sido un placer compartir este rato contigo. Desde Libros que voy leyendo te damos las gracias y deseamos mucho éxito con La trilogía del mal.