Crónica desertfest | 3 días de arena, oscuridad y culto al riff

Publicado el 11 junio 2016 por Lacaravanadelrock

Llevaba ya unos años viendo los carteles de las anteriores ediciones de este festival con dientes largos y quién me iba a decir que por circunstancias de la vida iba a acabar viviendo en una de las ciudades que aloja este evento para los que amamos el stoner, doom y demás ramificaciones de esta vertiente del rock. Para empezar diré que el festival es lo que esperas desde el principio y más, es una reunión de amantes de estos géneros sin ninguna media tinta o ánimo de querer abrirse para captar público y tampoco es necesario porque el festival lleva dos años soldout, que yo sepa.

Los escenarios del Desertfest son 5 pero no todos funcionan los 3 días, sólo funcionan 4 cada día con la excepción del viernes en el que funcionan 3. Son The Devon shire Arms que es el escenario más pequeño en uno de los mejores pubs de metal de Camden, The Black Heart que es una sala algo más grande, The Underworld que es una sala mediana de conciertos, Electric Ballroom que es una sala bastante inmensa para conciertos y KOKO que es un teatro/sala de fiestas algo más grande que el Electric Ballroom con balcones para ver el concierto desde varias alturas.

Día 29 de abril

Procuré llegar con tiempo para los conciertos del escenario principal el primer día en la Electric Ballroom ya que me enteré unos días antes de que Planet of Zeus había cancelado su show, una verdadera pena porque me dejaron una gran sensación cuando estuvieron en Cádiz con Supersuckers, por lo que fui directamente al escenario principal.

El día empezó con Egypt, una banda que empieza a auparse en el género con su stoner metal y que han sacado uno de los mejores discos del 2015 con su Endless Flight, su actuación fue compacta y la sala para ser un primer día de festival en ese escenario estaba medio llena con lo que la banda se dedicó a hacer su set con una gran interacción de todos sus matices ya que no sólo se dedican a hacer riffs sino que tienen muchos momentos de improvisación. La banda me dejó con un buen sabor de boca aunque parte de la actuación estuve digiriendo que estaba ahí.

Tras ello vinieron los suecos Asteroid, dando una lección del porque es importante el interactuar con el público. Es cierto que al principio el principal cantante/guitarrista Robin Hirse estuvo con la risa floja y se le escapó algún acorde además de flirtear con alguna chica del público pero cuando conectas con el público, la actuación suele salir rodada. Repasaron gran parte de los temas de sus dos discos homónimos donde mezclaron su gusto por el fuzz, la psicodelia y hasta diría que ritmos con algún toque funky. La banda se alterna la tarea vocal entre Robin y Johannes Nilson al bajo, produciendo un gran contraste entre una voz más grave de tonos tipicamente rockeros y otra con tintes algo más hippies. La verdad es que era una banda que tenía algo olvidada y su actuación en el festival me ha hecho querer recuperar las ganas de escuchar sus discos. Aunque tras arrancar un bis a la organización porque se pasaron de tiempo, tristemente al final del concierto han anunciado que es posible que se vayan a disolver como banda ya que su batería, Elvis Campbell, les dejará al finalizar la actual gira.

Tras la actuación de los suecos hice un pequeño descanso, pensando inocentemente que iba a tener tanta facilidad para meterme en las primeras filas con Crowbar como en los primeros conciertos y para nada. La resurrección llevada a cabo por Kirk Windstein le está dando grandes resultados y la Electric Ballroom estaba desbordada. La banda de Nueva Orleans con su sludge metal y hardcore desbordaron la sala y el festival, viéndose los primeros moshpit del festival. No pararon de vomitar ritmos endiablados y Kirk a pesar de su sobrepeso anda con una destreza vocal como la de antaño. De hecho, me atrevo a decir que le ha hecho bien el dejar a Down para volver con Crowbar, tal y como pude ver a la banda.

En el intervalo hasta que tocaba Corrosion of Conformity fui a ver a una banda que me parecen una genialidad en disco. Por ello me acerque al escenario mediano el viernes en The Underworld para ver a los alemanes Rotor y madre mía… Fue llegar y se pusieron a demostrar que el rock progresivo no tiene por qué ser algo “aburrido” ya que la banda tiene un sonido único donde básicamente no paran de alternar pasajes sonoros inesperados y dinámicos. De hecho, eran los cabezas de cartel de ese escenario para el viernes y fue divertido ver como a toda la sala se le iba la cabeza al ritmo de cada acorde de guitarra. Mención especial a que la banda cuando los conocí en sus primeros discos empezaron como trío y ahora andan con un segundo guitarra que no es nada manco. Repasaron temas de sus discos 1,2,3,4 y 5 (No, no es broma… Para los títulos de discos no son tan originales) y para mí estaban injustamente en el escenario mediano pudiendo haber abierto la Electric Ballroom para dejarla patas arriba como dejaron The Underworld.

Muy a mi pesar dejé a Rotor terminando su última canción porque no quería repetir la experiencia de Crowbar y quería ver a Corrosion of Conformity no desde el final de la sala, donde apenas se puede ver algo y por ello me adelanté a coger sitio. Cuando llegué ya estaba gran parte de las primeras filas casi ocupadas y había muchas ganas por ver a CoC con Pepper Keenan de vuelta, se respiraba una atmósfera de ansía por ello. Y bueno, la banda salió con gritos del público viendo como CoC volvía a ser lo que era. He visto a CoC sin y con Pepper Keenan pudiendo decir que sin él son una banda ramplona de hardcore y con él son esa banda abrasadora con actitud demoledora sobre  el escenario entre el stoner metal y thrash por momentos. Y es que a pesar de no haber estado en los inicios de la formación es simplemente el alma de CoC con unas poses y actitud que conecta con la audiencia ¿Y qué decir? Cuando abres un concierto con un temas como “Bottom Feeder” o “King of Rotten” es que te llevas a todos de calle, dando un puñetazo en la mesa que es difícil de remontar por las bandas anteriores y si a ello le añades temas como “7 days” o “Albatross” ya es el éxtasis. Tras un setlist atronador y una visualización de las SG de Pepper Keenan, la banda hizo un anuncio que alegró a todos los fans de la sala y es que CoC tras su fichaje por Nuclear Blast lanzará disco en 2017. Terminando el día y el festival la banda hizo un bis que el público consiguió arrancar, ya que en el festival son muy estrictos con los horarios, y cerraron con temas como “Vote with a bullet” con recado a Donald Trump incluido y el más que clásico “Clean my wounds”.

Resumiendo un gran primer día de Desertfest que te deja con ganas de más y un buen sabor de boca. Para mí sin sorpresa alguna, los triunfadores fueron Rotor y CoC.

Día 30 de Abril

El sábado empezaba con muchas llamadas ya que servidor cumplía años y aunque quería llegar con tiempo a ver a alguna banda de los escenarios secundarios no me dio tiempo, así que fui directamente al escenario principal de la Electric Ballroom. No sé si es una distribución hecha a conciencia por el festival pero ayer viernes fue un día más de mezcolanza de bandas en clave de los géneros representados y hoy había una apuesta fuerte por el rock progresivo y sus derivados como el post-metal.

Una vez metidos en faena para otro día espectacular de música se nos presenta en el escenario la banda Monomyrth haciendo una actuación correcta donde su música aunque basada como ya adelanté en la temática de rock progresivo del día también estaba impregnada básicamente por dos estilos como el space rock y la psicodelia, donde se podía ver que ellos han mamado en gran parte por uno de los pioneros como Hawkind; uno de los guitarristas de la banda se encargaba de meter samplers con pasajes espaciales cuando abandonaba su instrumento; además de esto también mencionar que la sala ayudaba a las bandas con el juego de luces a crear la atmósfera que ellos entiendo que querían.

Tras haber calentado motores llegaban unas criaturas desde el pantano más lúgubre llamados Conan. La banda es una de las más laureadas en la escena doom/sludge y eso se notó en una sala donde ya en su prueba de sonido ya andaba la sala medio llena. Yo me quedé asombrado por los amplis que llevaban, unos Matampcustomizados para la banda o eso parecía, además de que montaron una batería con su doble bombo y un kit impresionante de timbales. En la prueba de sonido ya me parecía que la guitarra sonaba grave pero una vez que el actual trío de Liverpool empezaron a sonar aquello confirmó mis sospechas de sus más que afinaciones graves cuya profundidad no tiene nada que ver con la que se escucha en sus discos. La tarea vocal se distribuye entre Jon Davis (guitarra) con una voz más rabiosa a la par que propia del sludge y Chris Fielding (bajo) con otra más gutural y doom. Todas las letras de Conan van sobre mitología nórdica y batallas con lo que podéis imaginaos que aquella expresión en documentales del género como “Such Hawks, Such Hounds” de riffs como hachas se aplica a ellos y unidos a la atronadora batería todo daba un ambiente denso, poderoso además de envolvente que sufrió un poco hasta el de seguridad a pesar de llevar tapones. Y es que su música es básicamente un martillo y hacha sonoro que dejó la sala temblando, dejando una papeleta complicada a la siguiente banda.

Intenté hacerme un hueco para al menos ver un poco a los norirlandeses Slomatics pero pude estar casi nada en The Underworld, ya que la sala andaba tan llena que andaban con la directriz de uno dentro uno fuera (algo que no había experimentado hasta hoy), aunque puedo decir que lo poco que escuché fue un stonermetalç/sludge denso con un tiempo pausado y bastante contundente con un público entregado.

De vuelta en el Electric Ballroom, tras lo empantanado que dejó todo Conan, los suecos Truckfighters tenían una papeleta un poco complicada. Pero se ve que salieron a llevarselo con una sala a reventar como el día prevío con CoC o Crowbar donde la banda salió a hacer una actuación de espíritu noventero donde el guitarrista de la banda no paró de desparramarse y conectaron con el público desde el minuto 1 (otra vez unos suecos ¿Casualidad?). Sus dosis de stoner rock con cortes a lo Fu Manchu o Dozer con gusto por disfrutar del riff contagiaron la sala donde tocaron algunos de sus clásicos como “Mind Control”, “The Chairman”, “Majestic” y acabaron con la sala cantando “Desert Cruiser”. Donde el bajista y cantante de la banda, Oskar Cerdelman, se atrevió a hacer un poco de moshpit para nadar entre la multitud de la sala. Una actuación vibrante que muestra que Truckfighters anda a un paso de convertirse en sólo un nombre más del stoner rock.

La verdad es que el día estaba siendo intenso y lo que venía no era moco de pavo. Pelican es un grupo que conozco desde hace años y casi estaban liderando el Desertfest este sábado. Para mí una banda que puede ser considerada como uno de los colosos actuales del post-metal instrumental con permiso de los que venían tras ellos. Su música y no sé si por ello es el nombre que tienen, siempre me ha recordado a un maremoto u olas violentas contra la orilla de la playa. Y en directo ya de por si esta sensación se magnifica, tras una tensa espera y una sala que rebosaba; empezaron a el set con uno de mis temas favoritos de su “City of Echoes” llamado ” Dead between the walls” donde la gente enloqueció y las primeras filas empezaron a propagar headbanging a toda la sala. La banda es un monstruo que no paró de lanzar oleadas en forma de canciones como “Denytheabsolut”, “Ephemeral” o “The last day of winter”. Su sincronía instrumental es algo que nunca había visto en directo hasta hoy, mención especial a su batería ya que con un kit lejos de lo que solemos ver en el estilo sonaba atronador y sin necesidad de dobles bombos u otras florituras; la única nota negativa es que no les dejaron terminar el set por la rigidez horaria de la organización pero dejaron a la audiencia extasiada tras su tormenta sonica.

La batalla por el cetro del día estaba servida y por la no disminución de público a otros escenarios estaba claro que Russian Circles iban a presentar batalla. Otra banda referencia del post-rock/post-metal que entró en plena oscuridad para adentrarnos en su maraña de loops de ritmos oscuros y ecos que retumbaban en la sala. La música de Russian Circles tiene un gran mérito porque a pesar de ser un trío nunca hay un hueco al vacío en su música, en parte es por el talento de su guitarrista Mike Sullivan en poder enlazar estos loops sobre la línea principal de la guitarra y por la demoledora batería que tampoco no deja espacio a un hueco silencioso en el set. A diferencia de Pelican, la banda de Chicago no tenía un micrófono a través del cual anunciar canciones o agradecer cada aplauso, ellos se mantuvieron sobrios con su juego de luces y canciones consiguiendo momentos álgidos a través de canciones como “Afrika”, “390”, “Geneva” o “1777”. La verdad es que su actuación fue muy compacta y envolvente, donde simplemente tocaron y se fueron de la misma manera que empezaron. En cierta manera su puesta en escena y música en escena me recordaron por momentos a Tool en directo salvando sus enormes diferencias; ya que tienen riffs o pasajes similares en sonido y su concepto de concierto es más bien mostrar su música e irse. No estuvieron nada mal pero yo eché en falta una mínima interacción con el público.

Segundo día dedicado en mi opinión al rock instrumental donde los que dejaron bocas más abiertas fueron Truckfighters y Pelican.

Día 31 de Abril

Domingo y esto ya tocaba a su fin desafortunadamente, pero igualmente andaba con ganas de ver el escenario principal para este domingo ya que estuve viendo ahí a Baroness no hace mucho y la sala/teatro KOKO es impresionante para conciertos.Y hoy todo el cartel indicaba que los derroteros iban mayoritariamente al terreno oscuro del doom con los clásicos Electric Wizard a la cabeza.

El horario hoy con otros cuatro escenarios funcionando hoy iba a volver a ser intenso pero los primeros que me encajaban ver según llegué fueron Witchsorrow en Electric Ballroom. Por el nombre ya me olía algo de por dónde iban sus derroteros y no me equivoqué, Witchsorrow son un power trio de doom oscuro pero con cierta agonía muy Alice In Chains por momentos con los toques Sabbath predominantes en el estilo. El guitarra y cantante tenía un gran dominio de combinar los solos cuando dejaba los riffs profundos de lado combinando esa voz que te toca de cerca hasta la lejanía. Una muy buena sorpresa para empezar el día y no iba a ser la única según podía intuir.

Tras el break que iba a haber entre Witchsorrow y los apuntados en mi agenda Monolord, me acerqué a uno de los escenarios que no había pisado aún y es que The Black Heart es otra sala que aunque cualquier fin de semana es un gran pub de rock también es una sala de conciertos nada desdeñable. Así que según la programación tocaban Sedulus, la sala estaba abarrotada y no sé si por la expectación que la banda local despertaba o porque a partir ya del sábado estuvieron el resto de los escenarios igual de a reventar. En cualquier caso, los londinenses tenían buenos ideas y riffs que me recordaban por momentos a Nebula donde el cantante (uno de sus puntos flacos) se intentaba acercar a Clutch por momentos, con mención especial al batería por crear unos ritmos que hicieron crecer cierta descoordinación en alguna parte de la actuación.

Y por fin llegó el momento de estrenar KOKO con Monolord y ¡Vaya Estreno! Un trío de suecos con tan sólo dos discos ya estaban abriendo para el escenario más grande de todo el festival y por algo era. Un doom poderoso de concepto eminentemente stoner irrumpió en la sala y a pesar de todavía ser de día el ambiente lúgubre pero poderoso con su apisonadora de guitarras que consiguieron fue algo que empezó a dejar con la boca abierta a todas las filas. Monolord basan su sonido no en simplemente hacer ritmos machacones que sirven como esqueleto para desarrollar la canción, también el bajista con su Rickenbacker blanco ayudaba en esa tarea creando riffs con el wah wah y su bajo dejando a la guitarra la parte rítmica donde la batería procura sonar como mazazos al advenimiento del Lord oscuro de su música con una voz que evocaba el terror de cánticos al lado oscuro del rock que llevaba dándose cita durante 3 días en Desertfest. Tras su actuación la gente se quedó pidiendo más y sin éxito ya que en el festival, como ya he mencionado alguna vez, sigue un horario estricto; pero dejaron el estreno del escenario más grande por todo lo alto.

Tras el primer trallazo en KOKO me retiré a descansar un poco para lo que venía y es que ni nada más ni nada menos venían Elder, una de las bandas que con su último disco “Lore” se han puesto en la cima del stoner rock ya que es una de las joyas del 2015. Y por ello no me quería perder ningún detalle de lo que iba a suceder a continuación. Antes de la actuación había mucha expectación, murmullos, algún grito que otro antes de que salieran realmente y nervios. Parecía que había muchas ganas de ver a los de Boston y no era para menos tras la ascensión que no paran de tener en su carrera. Sin más dilaciones la banda entró a escena con una sonrisa por ver como estaba su escenario abarrotado y entregado desde el principio. Por ello decidieron abrir con el primer tema de su última joya “Compendium” y tras ello “Lore” sin dar tiempo a asimilar su música. Elder son stoner pero saben mezclar ritmos de fuzz poderosos con momentos de melodías llenas de delay o chorus y líneas de bajo que las abrazan como una maraña sonora ante una batería que pone armonía en esa escultura sonora. La verdad es que no puedo ser objetivo con ellos ya que son de mis bandas favoritas del género, pero es que no tienes muchas palabras cuando te tocan en una hora temas como “Dead Root Stirring”, “Gemini” y terminan con la apropiada “The End”. Los que conocíamos a la banda nos quedamos con la sensación de que habíamos visto una actuación para recordar en el festival y los que no ya se encargaron de dejar sin merchandising a la banda tras la actuación.

Tras lo visto me puse en marcha al escenario The Underworld donde tocaban Sienna Root, una grata sorpresa tras mi shock con Elder y es que la banda practicaba un estilo de rock donde los pasajes de psicodelia se mezclaban con la improvisación más purpleliana donde el teclado hammond se mezclaban con la improvisación guitarrera tras las pausas que dejaba un jovencisimo cantante en tono de Robert Plant. Llegué a sus últimos 17-15 minutos de actuación pero sin duda estaban cuajando un gran concierto.

En todos los festivales toca hacer algún tipo de sacrificio y yo sacrifiqué Trouble por ver a Mothership en gran parte de su show. Los de Dallas estaban al final de su tour con Wo Fat y en The Underworld ya daban los últimos conciertos antes de regresar para grabar su próximo larga duración como nos hicieron saber antes de empezar la actuación. La banda hace un stoner rock de carretera que no desentonaría en una BSO de Sons of Anarchy donde el guitarra se dedica a solear y desparramar sobre el escenario mientras el bajista/cantante se dedica a la consistencia rítmica además de desgañitarse a ritmos de stoner con toques muy sureños además de cercanos al hard rock más clásico. Una pena que cuando más gusto les estaba cogiendo en su actuación tuve que irme para coger sitio en el plato fuerte del domingo.

Y sí, llegaron los considerados actuales reyes del doom Electric Wizard a KOKO. Al principio pusieron una lona gigante tapando el escenario, para lo que entiendo era una forma de crear tensión además de crear el ambiente decrepito de la más recóndita cripta. No lo quería creer, pero lo peor de Electric Wizard son sus más acérrimos fans más que otro elemento de la banda y es que a pesar de que fui con anterioridad suficiente a pillar sitio había más de uno que medio increpaba por ver a la banda en determinado sitio aunque hubieran llegado más tarde. Pero entrando en matería se nota que son unos veteranos de la escena, ya que creando tensión con ciertos sonidos casi cacofónicos entraron en escena para abrir el concierto con “I, The Witchfinder” y empezaron con su recital oscuro de riffs lentos, pesados y desgarradores que fueron acompasando con una proyección de escenas de mujeres violadas en una especie de rito satanico sacados de películas de series B. De hecho, su tema “The Satanic Rites of Drugula” hace referencia a esta película del género de terror y el cual tocaron además de algunos clásicos como “Dopethrone”. Los tuve que dejar mientras tocaban “Black Mass” ya que no me quería perder tampoco y aquí vuelven a entrar los sacrificios a Wo Fat. Después me enteré que terminaron el concierto con “Funeralopolis”, uno de sus temas más laureados por el ascenso de fans que la banda ha experimentado en los últimos años.

¿Hay vida después de Electric Wizard? Ya os digo y tanto como que al llegar a The Underworld vi a Wo Fat que ya tenía la sala Underworld patas abajo. Estos veteranos de la escena con ya 10 años a sus espadas estaban dándolo todo, injustamente relegados al tercero de los escenarios, los americanos estaban dando trallazos teniendo a gran parte de la sala aullando con temas de stoner rock que habrían firmado bandas como Orange Goblin;se pusieron a tocar temas como “Nameless Cults”, “Nigthcomer” o “Enter the Riffian” donde la gente estaba enloquecida haciendo los últimos moshpits de un festival que ya llegaba a su final por todo lo alto. Una vez terminada la actuación y con la gente extasiada por lo vivido, tocaba decir adiós al Desertfest 2016.

Otro día y un festival para recordar. Si os gustan los géneros del festival os recomiendo encarecidamente venir, yo tras escribir estas últimas líneas tengo claro que si todo es favorable y sigo en tierras londinenses volveré a esta cita como cuando en Cádiz la tenía con el extinto Serie Z. Con una sonrisa, pilas cargadas de rock, emociones musicales en el bolsillo y buenos recuerdos os invito a venir al Desertfest porque en el desierto hay amigos además de arena, la oscuridad sólo es sonora y no hay mejor culto que el culto al riff.

Por Alejandro Mulero….Un saludo de este humilde amante del stoner rock.