La propuesta escandinava de rigor en la Sección Oficial nos la trae este año Suecia con el 'final feliz' de un aceptable retrato coral que nos viene a enseñar algo así como que siempre hay una vía de escape al sufrimiento que condiciona nuestro día a día, por más que ésta no signifique la solución absoluta a una vida llena de problemas. Sin ser una gran película, la de Björn Runge al menos tiene el mérito de mantener un perfecto equilibrio entre la nula gratuituidad de un desgarrador drama y la no utilización de abusiva condescendencia a la hora de mostrarnos un desarrollo argumental que como bien indica su título, "Happy End," invita a un optimismo...claroscuro.
¿De qué va?
Aunque Jonna, Peter, Katrine, Asger y Mårten tienen importantes vínculos entre sí, evitan ser sinceros los unos con los otros. Todos ellos viven en un mundo de sombras lleno de mentiras y falsedades, y solo esperan a que florezca la verdad para poder continuar con sus vidas en otra dirección.
¿Quién está detrás?
Björn Runge se inició en el cine como ayudante de dirección de Roy Andersson y ha trabajado con asiduidad en la televisión y en el campo del documental. Tras dirigir los largometrajes Harry och Sonja (1996) y Raymond-sju resor värre (1999), obtuvo el premio Ángel Azul en el Festival de Berlín por su tercera película, "Daybreak" y compitió en el Festival de Karlovy Vary con su siguiente trabajo, "Mouth to Mouth."
¿Quién sale?
Ann Petrén, Malin Buska, Gustaf Skarsgård, Johan Widerberg y Peter Andersson. Todos ellos están sensacionales.
¿Qué es?
La vida en tiempos de guerra + Roy Andersson de mal humor.
¿Qué ofrece?
Un halo de luz en plena oscuridad de cuatro almas en pena cuyas vidas se cruzan y luchan por enderezarse en una misma dirección por más que cada una trate de tomar su propio rumbo. Una mujer maltratada cuyo inefable marido está hasta el cuello de deudas. Una solitaria madre, profesora de autoscuela, cuyo suicida hijo, recién abandonado por su novia, no le permite asimilar su vida de forma normal. La maltratada limpia la casa de la madre, el hijo, artista él, le pinta y retrata mientras ella trabaja y se gana un sobresueldo (de la propia madre) por acostarse con él y poder pagar así la deuda de su desgraciado marido. ¿Un lío no? Escrito parce mucho más de lo que es visto este oscuro oscuro recorrido cinematográfico que aunque no tenga "Happy End," si apunta a él. En fin, buena, aunque no notable, propuesta la de Björn Runge