Crónica Donosti 2011: Romance devastador

Publicado el 21 septiembre 2011 por Fimin

Es "Tyrannosaur," una experiencia tan desgarradora como bella. Una destructiva love story cuya trama y frontalidad mira muy de cerca a tormentosas pero inolvidables excelencias como "Contra la pared" de Fatih Akin, una polémica película triunfadora en la Berlinale, al igual que lo fue también la ópera prima de Paddy Considine previo éxito en Sundance, donde se alzó con el Premio al Mejor Director y a las Mejores Interpretaciones. El éxito, vuelve a repetirlo en el Festival de San Sebastián. Programada entre las Perlas del certamen, ésta significa su última parada antes de que llegue a nuestras pantallas comerciales de la mano de Festival Films. Lo celebramos y brindamos con su crónica.

¿Quién está detrás?

El culpable es Paddy Considine. Como actor le hemos visto protagonizando películas como "En América" de Jim Sheridan o junto Steve Coogan en las "24 hour party people" de Winterbottom. Como secundario, también lo ha hecho en blockbusters como "El ultimatum de Bourne" o "Cinderella Man" y como director, lo hace ahora con su ópera prima "Tyrannosaur," una película cuya intensidad interpretativa y cruel argumento dan pie a un auténtico 'tour de force' cinematográfico sustentado en una atípica historia de amor narrada a través de una inhóspita, vigorosa e impulsiva odisea cuya meta es la redención.

¿Quién sale?

Quienes la buscan son nada más y nada menos que el reciente ganador de la Concha de Oro, Peter Mullan (esta vez ante cámara) y la televisiva Olivia Colman. De ambos se asegura, ofrecen dos de las mejores interpretaciones que el próximo 2011 nos ofrecerá de la mano de Paddy Considine.

¿Qué es?

"Te doy mis ojos" + "Indefenso"

¿De qué va?

Hombre alcohólico, cerca de los cincuenta, viudo, sin trabajo, sin hijos, sin futuro y, desde el minuto 3 de película sin perro pues lo mata a patadas en un ataque de ira de lo más común, conoce a una mujer maltratada, menopáusica o casi, creyente aunque cada día menos, sin hijos y con un marido que, entre otras lindezas, le orina encima. Hombre y mujer al principio se odian y luego se aprecian y se abrazan y bailan y cantan y llegan a besarse y así, evitando espejos, viven su inevitable hundimiento de la mano. Bienvenidos al Apocalipsis cotidiano de la nueva Inglaterra.

¿Qué ofrece?

Un drama, perdón, El Drama de la pasada Berlinale. La platea llena, la gente en silencio, algunos movimientos incómodos en las sillas ante las escenas más desagradables, y al final de la proyección mientras suena una canción pop, alguna que otra lágrima y muchas ganas de salir corriendo de ese cine donde durante una hora y media uno es espectador de un drama humano firmado de forma excepcional. El riesgo parecía obvio: ¿quién querría pagar 8€ por ver algo así? Dos perdedores que pierden todas y cada una de sus partidas. Gente fea que vive en casas feas, trabaja en tiendas vacías y habita un mundo gris donde todos beben, gritan y hablan mal mientras intentan recordar la última vez que sonrieron.

La solución también parece obvia. Cualquier buen amante del cine que no quiera perderse una de las mejores películas del año ni el mejor drama (anti)romántico de los últimos tiempos. Festival Films nos brindará la oportunidad tras devastar al público donostiarra.