25 de Septiembre del 2014 | etiquetas: Festival de Berlín, Festivales 2014
TwittearUn puente latino une a San Sebastián con Berlín. Si el año pasado fue "Gloria" (Premio a la Mejor Actriz y Premio del Jurado) la que triunfaba en tierras alemanas tras gestarse el proyecto en Cine en Construcción del Zinemaldi, este 2014 ha sido turno de "Historia del Miedo", una gran película que llega a San Sebastián tras ser mundialmente reconocida en la Berlinale. Un dato optimista y muy loable, más aún viendo la carencia de títulos latinos que los últimos años han copado las secciones oficiales de los principales festivales.
¿De qué va?
Un verano caluroso. Un barrio privado con un gigantesco parque. Un terreno abandonado en las afueras y una ola incontrolable de humo desatan la incertidumbre y el caos.
¿Quién está detrás?
Benjamín Naishtat ha dirigido los cortometrajes Estamos bien (2008) y El juego (2010), exhibidos en festivales internacionales como la Cinéfondation del Festival de Cannes, Rotterdam o IndieLisboa, entre otros. En 2011, realiza la vídeo-instalación Historia del mal, exhibida en el marco de distintas galerías y museos en Latinoamérica y Europa. Historia del miedo es su primer largometraje.
¿Quién sale?
Jonathan da Rosa, Mirella Pascual, Tatiana Giménez, Claudia Cantero, Francisco Lumerman, César Bordón o Edgardo Castro se aplican el expresionismo latino. A todos les une unas Interpretaciones gestualmente terroríficas. De esas que dan miedo de verdad.
¿Qué es?
"La Zona" rodada por Carlos Reygadas (y con aires de cine griego)
¿Qué ofrece?
Asfixiantemente aterradora, turbadoramente sensorial y dilatadamente paranóica, el terror que segrega y desprende "Historia del miedo" resulta tan visceralmente ensordecedor como socialmente demoledor. Por sacarle un fallo, señalo el título, ya que 'Estudio' sería una palabra mucho más significativa y acertada que 'Historia' (cosas del marketing, supongo). Y es que, lo que Benjamin Naishtat nos cuenta, no solo se limita a transitar un abrumador recorrido por los diferentes formas que tiene de mostrarse el miedo, también a sugerir como lo padecemos según la clase social a la que nos debemos. Ya se sabe, de la misma forma que la opulencia siempre esconde lo siniestro, la miseria es explícitamente sacudida por lo atroz y violento. Mientras quienes apenas tienen medios de vida, subsisten como pueden acuciados por un terrorífico sometimiento tangible y real, un horror que realmente les abofetea y acucia, los otros, precisamente aquellos que viven en caserones con jardín y tienen quien les sirva la comida, se estremecen tanto o más, por el simple miedo que tienen a padecer de forma explícita sus consecuencias. Estamos ante una película coral de brutal carga atmosférica, escalofriantemente sugestiva, rebosante de metáforas penetrántemente estremecedoras que nos lleva a plantearnos las mismas situaciones (e interpretarlas cada uno a nuestra personal manera) desde tan contrarias perspectivas. Como si se desatara el más absoluto pánico por un VIRUS mortal que nunca se acaba de propagar, lo que da "Historia del Miedo" es, valga la redundancia, miedo de verdad. El que tristemente vivimos en el mundo real.