Salí rumbo a Madrid el sábado a las seis y media de la mañana, y contando que no es que viva al lado de Renfe y que el viernes me puse a ver tu cara me suena se puede decir que fui casi de empalme así que me tire las siete horas de tren durmiendo. Si os preguntáis porque siete horas y no cuatro que es lo normal de Valencia a Madrid pues diré que es porque una es pobre y tomo el regional.
Y bueno pues tras visitar la exposición me fui corriendo para tomar el tren de vuelta a Valencia. Y puedo decir que de todos los fines de semana de mi vida este ha sino uno de los mejores. Y mientras escribo esta entrada no puedo evitar sonreír y recordar ese momento en el que por primera vez me sentí como una niña de cinco años.
Y bueno pues eso es todo por hoy. Si alguien ha visto la exposición que me comenté su experiencia o si tenéis planeado irUn beso