Crónica: Gigante Dorian, el círculo cuadrado y el Beso

Por Robertomartos @_Roberto_Martos

Por Humberto del Horno

Creo que van cinco o seis festivales este año. Si me miro las pulseras de la muñeca me salen mejor las cuentas. A ver. Me perdí el Tomavistas por aquello de que el Madrid iba a ganar otra Champions y me voy a perder el Dcode porque estaré mojándome el culo en alguna playa sarda, pero a partir de ahí, Río Babel, Low, Sonorama y Gigante.

El Gigante. Cinco años de buenas intenciones, buenísimas, pero con muchas cosas por pulir. De eso os hablo luego. Ahora lo de Dorian.

Dorian. Conocí al grupo el 20 de julio de 2006, y de eso hace ya 12 años y un mes, o 4.428 días, como prefieras. Me acuerdo porque ese día conocí a Clara, que tardó cinco años más en hacerme caso pero que ya no se me escapa.

Y me acuerdo porque fue la primera vez que escuché 'A cualquier otra parte', sólos Marc y Belly, vestidos de rojo. Ese día ya quise quererles y lo conseguí. Sólo me han traído alegrías. En un concierto de Dorian en la Joy conocí a Cimadevila, por ejemplo. Llevaba una camiseta de Mickey que me encanta. Coño, a ver si me centro.

A lo que iba. El concierto fue redondo, como de costumbre, y es que en un sarao de Dorian me pasa como cuando veo a un calvo con gafas, que siempre me recuerda a Moby. Que no son lo mismo, pero se parecen, porque son superlativos. Siempre superlativos.

Yo no lloré cuando Jenny le cuenta a Forrest que el pequeño Forrest es hijo suyo, ni lloré con lo de la madre de Bambi, ni lloré cuando Charlie le dice a Desmond antes de morir lo del 'Not Penny's boat', y no porque no quisiera, pero es que soy un tipo duro, del barrio de la Fuente del Oro, nada menos. Pero ese 'casi llorar' me pasa en los conciertos de Dorian.

Empezaron con 'La isla', la más bailable entre las bailables del último disco, y se retorcieron con 'Verte amanecer'. Les sobran himnos y el precio que tienen que pagar es no dejarlos de lado cada vez que se suben a la tabla.

Y así, combinando, iban presentando canciones del nuevo disco que apenas 100 días después de ver la luz ya han echado raíces en el repertorio de la banda. 'El temblor' dejó paso a cuatro del último trabajo que han llegado para quedarse. 'Justicia universal', 'Duele', 'Noches Blancas' y 'Vicios y defectos'.

Ésta última está grabada con Javiera Mena, pero Javiera mena no estaba a mano y Marc subió al escenario a Marian Frutos (Kuve), y oye, ni tan mal. Qué rollazo. Tremendo combo.

Total, que a estas alturas el nuevo disco ya estaba limpito, aseado, peinado y con un lazo para presentarse al público de Guadalajara, que ya se sabía los temas. Así que el grupo podía centrarse en pagar su deuda y repicar los himnos que nos deben. Porque nos los deben.

'Arrecife', 'Hasta que caiga el sol', 'Paraíso artificial', 'A cualquier otra parte' y 'Tormenta de Arena'. Sota, Caballo y Rey. Y 'Los amigos que perdí' para cerrar. Marc no debería cobrar lo que le toca de estas últimas seis canciones porque se las cantamos nosotros.

A lo tonto, un concierto de Dorian es como el Beso de Poseidón. Para los no ilustrados, dícese de cuando te sientas en la taza a lo de las aguas mayores y el impacto del sólido con el líquido salpica una gota que vuelve a tu cuerpo. Te lo esperas, pero aún así no deja de sorprenderte. Y lo seguirá haciendo, siempre.

Os dejo la entrevista que me concedió para Europa Press una hora antes de salir al escenario. Por si os cuadra.

LA ENTREVISTA

La banda catalana Dorian continúa presentando su quinto trabajo -Justicia Universal (Nacional Records, 2018)- en una gira que le ha llevado a programar cerca de 60 fechas a uno y otro lado del charco y que este fin de semana le ha llevado a repetir en las tablas del Festival Gigante de Guadalajara tres años después de visitarlo por primera vez.

En entrevista con Europa Press antes de salir al escenario, el vocalista del grupo, Marc Gili, reconoce que su último lanzamiento ha servido para abrir un nuevo ciclo: "Es la cuadratura del círculo de Dorian. Es todo lo que hemos aprendido estos años. Abrimos un nuevo ciclo que durará dos discos más, seguro".

Insiste en que es el disco "más redondo" de todos los que han visto la luz hasta la fecha, y en él se transmite que "la banda tiene las ideas muy claras sobre cómo sonar". "Sabíamos que iba a funcionar, pero nunca lo sabes del todo hasta que lo exhibes. Y está siendo el álbum mejor recibido hasta la fecha. No podemos pedir más".

Para Marc, el disco incluso "está sorprendiendo a los seguidores de siempre" y sus temas ya van cogiendo forma de himno. "Muchas canciones se quedarán para siempre en el repertorio. El hecho de que el disco marque la apertura de una nueva etapa en la vida del grupo lo está valorando la gente".

Entre los objetivos de este trabajo, Marc explica su intención de "combatir la manera 'random' de escuchar música" tan habitual hoy en día, reivindicando una escucha completa más allá del 'single'. "No hay ninguna canción para hacer relleno y está todo pensado para escucharlo de golpe. Para que te enganche, y si te engancha, que no lo dejes hasta el final".

"En estos momentos donde la música se consume como un picoteo, queríamos esforzarnos en hacer un disco que contara cosas en todas sus canciones y reivindicar el formato álbum. Y creo que lo hemos conseguido", asegura.

Y para darle forma a esa cuadratura incluso han dejado fuera canciones. La intención, insiste, "era contar muchas cosas y hacer un disco potente, como una roca". "Hemos llegado a dejar fuera canciones sólo por un verso. Si no lo siento, no lo saco. Lo meto en un cajón y ya veré en el futuro".

SESENTA FECHAS "PARTIDO A PARTIDO"

El disco vio la luz el pasado mes de mayo y en total habrá cerca de 60 fechas de una gira que, además, el grupo quiere "completar" en pequeñas salas de ciudades en las que hace mucho que no recalan. ¿Cuales? Marc Gili confirma que Toledo y Oviedo, por ejemplo, se cuelan en sus planes.

"Empezar una gira como ésta es un sueño hecho realidad. Da hasta vértigo, pero hay que ir partido a partido. Como en la vida. La mejor manera de hacer camino es hacer muy bien los segmentos de ese camino", indica.

Si no, "la mente se satura y entran ansiedades y cosas raras". "Pero si te planteas la gira como una carrera de fondo, cuando apenas te das cuenta ya llevas la mitad".

"ME PREOCUPA LO DÚCTIL DE LA MASA"

Dorian no ha renunciado a cargar de contenido social sus letras. Sobre ellas, Marc asegura que no deja la oportunidad de poner de relieve cosas que le preocupan.

"Y sobre todo, me preocupa lo dúctiles que son las masas. La victoria de Donald Trump. O la de Peña Nieto en Méjico. Menos mal que ya le han chutado, pero era un retrasado mental que incluso reconocía que no había leído un libro en su vida", señala Gili.

Aquí es donde aparece la canción que da nombre al disco, 'Justicia Universal'. "Habla de cosas que de verdad nos preocupan. Del cambio climático, de la corrupción política, de la existencia de paraísos fiscales... Todo está conectado", manifiesta, erigiendo un alegato contra la cultura del "vamos a forrarnos y la mierda todo" del capitalismo actual.

En todo caso, aclara que no quieren mandar un "mensaje apocalíptico". "Sólo una señal. Nos queda poco tiempo para reaccionar. Creo que el cambio climático es el reto más importante al que se enfrenta la humanidad desde la Segunda Guerra Mundial. Pero claro, no hay un señor con bigote para poner ojos y cara a la tragedia y por eso no hacemos nada".

Son ya 14 años haciendo música y siempre guardando un hueco para la reivindicación. Dentro de 14 años, Marc Gili espera ser más optimista a la hora de componer. "Me gustaría estar hablando de un mundo más justo en mis letras. Sin machismo. Sin racismo", dice esperanzado.

Esa "ductilidad" que alerta a la banda se puede combatir, y según el cantante de Dorian, cada uno ha de hacerlo "desde su trinchera".

"Yo con mis canciones no voy a cambiar el mundo pero sé que llego a las personas. Aunque sea poco. Aunque el esfuerzo sea sólo una canción, o una película, si al final empujamos todos un poquito, a lo tonto, cambia el mundo. ¡Mira lo que hemos conseguido desde el 2000 en adelante", afirma Gili, defendiendo que, "por desgracia", siempre habrá motivos para cantar. "Las canciones nacen de la necesidad de explicar algo que duele".

DEMONIOS Y AMISTAD LÍQUIDA

Entre las canciones que ilustran su quinto trabajo Dorian da cabida a multitud de temáticas, algunas de ellas tras bucear en lados oscuros al mirarse hacia dentro. 'Duele' explora intimidades sobre "el pequeño demonio que todos tenemos dentro, que a veces habla más fuerte que el angelito, e incluso, a veces le gana".

"La canción habla de cómo uno puede llegar a estar en un proceso de hundimiento, verlo, detectarlo y ni siquiera ser capaz de pararlo. Es un viaje a las profundidades, a los recovecos del alma humana...", dice sobre el tema, que contiene estrofas como 'Nadie puede encontrarte / cuando huyes de ti / nadie puede salvar a nadie / cuando duele así'.

Siguiendo con algunas de las canciones que serán himnos, Marc Gili hace referencia a 'Algunos amigos'. "Lo dijo Aristóteles -dice con conocimiento de causa, pues tiene estudios en Filosofía-. El alma humana da para cuatro o cinco amigos de verdad. Algunos vienen, otros se van. No es que no les queramos, es que vamos cambiando. En la canción, hablamos de esa dimensión móvil y líquida de la amistad".

"EN EL ARTE NO HAY QUE BUSCAR NADA. Y ESE ES EL ERROR DE MUCHOS GRUPOS"

Sobre la evolución del grupo, el vocalista de Dorian se muestra satisfecho y celebra haber construido una carrera haciendo arte "siguiendo la intuición".

"No hay que buscar nada en el arte. El arte se trabaja y se encuentra. Ese es el error de muchos grupos, el estar detrás de las modas... Eso es cagada asegurada. Hay que tirar de talento, de lo que dice el corazón. Así salen las cosas. Hay que tener personalidad. Creo que los grupos con personalidad pueden evolucionar con una esencia personal. Eso es lo que queremos nosotros", argumenta Gili, que espera seguir con esa tendencia y "no dejar de golpear corazones en la calle".

Presume, casi sin quererlo, del pedestal en el que el público ha puesto a la banda. "Somos unos privilegiados. En vez de crecer con nuestro público de siempre, vamos integrando a una cantidad de gente brutal. Creo que la banda tiene algo en su sonido que atrae a muchos segmentos. Es muy transversal. Podemos gustarle igual a un roquero que a uno al que le gustaba Radio Futura en la época de 'La Movida'", exhibe.

En su opinión, "no es normal que un grupo tenga un público de tantas edades diferentes". Ya tienen fans que van con sus hijos a los conciertos y ya cuentan con himnos que cantan seguidores que no habían nacido cuando se compusieron. "Y estamos contentos con esto".