Crónica Gijón 2011: Carretera sin asfaltar en muchas direcciones

Publicado el 21 noviembre 2011 por Fimin

Más de veinte años ha tardado Monte Hellman en volver al ruedo. Lo ha hecho con una cinta que explora las posibilidades del digital y los límites de la ficción. En tiempos de crisis, qué mejor que "Road to Nowhere," un complejo filme de bajo presupuesto que  se erige en un personalísimo homenaje al séptimo arte de un maestro de culto en toda regla. Dicho de otra forma, una carretera sin asfaltar en muchas direcciones.

¿De qué va?

El joven y arrogante director Mitchell Haven rueda la película que puede ser su obra maestra y un paso decisivo para su carrera en Hollywood. Se trata de una historia real sobre un affaire entre un político de Carolina del Norte y una mujer de su equipo, Velma Durán, que terminó en una truculenta trama criminal, y con los dos amantes quitándose la vida. A pesar de la idea inicial de contar con estrellas para los papeles protagonistas, Haven elige para el papel de Velma a una desconocida que irradia una luz especial: la magnética Laurel, de la que también se enamorará. Un rodaje intenso en el que la historia de la película de Haven va invadiendo poco a poco la vida del propio cineasta hasta llevarle por el camino a la perdición. Y una película, la de Hellman, que también es asfixiada por los tentáculos del film de Haven hasta que ambos se mezclan sin remedio.

¿Quién está detrás?

Con los 80 años recién cumplidos, Monte Hellman se vuelve a poner detrás de las cámaras para rodar su primer largometraje en dos décadas. Joyas de culto como “Carretera asfaltada en dos direcciones” (1971), “Gallos de pelea” (1974) o “La iguana” (1988), son razón más que suficiente para concebir la proyección de "Road to Nowhere" como uno de los grandes acontecimientos del festival.

¿Quién sale?

La bella e inolvidable protagonista de "Las Reglas del Juego" (Shannyn Sossamon), uno de los secundarios de "Serpientes en el avión" (Tygh Runyan) y el televisivo rostro conocido de Cliff De Young.

¿Qué es?

Irma Vep + Inland Empire + Las tres noches de Eva

¿Qué ofrece?

30 años después de acabar quemando el celuloide en el último plano de "Carretera asfaltada en dos direcciones," Monte Hellman regresa a la gran pantalla introduciendo un dvd en un ordenador portátil para el primer plano de "Road to Nowhere," curiosamente el mismo título que aparece escrito con rotulador en el propio dvd. Así es como comienza el desatado ejercicio metacinematográfico que Monte Hellman nos regala mediante una propuesta tan rota y desbocada como entrañable y fascinante. Cine dentro de dentro del cine. Así, tal y como suena, en "Road to Nowhere" no nos limitamos a vivir una doble ficción (es decir, una película dentro de la otra) si no que se añade una nueva realidad ficcional que la convierte en una vertiginosa narrativa de tres capas que emana ecos del David Lynch de "Mulholland Drive" e "Inland Empire," que une al más primigenio Godard con el último y más experimental Godard, que  homenajea acertadamente "Las tres noches de Eva" emparentándose directamente a ella y que constantemente tiene presente la emblemática esencia de "Irma Vep" además de permitirse entrañables caprichos como las referencias a Bergman y Erice. Todo ello y mucho más, para una cautivadora y rompedora experimentación cinematográfica que se erige en el particular e inconfundible homenaje al cine del gran Monte Hellman.