Si en "Momma's Man" Azazel Jacobs se centraba en el retrato adulto de su hogar familiar y en la inocencia de sus años adolescentes, con su nueva propuesta nos brinda un estimulante y novedoso retrato adolescente que versa sobre la alienación y la desesperación humana con un irónico sentido del humor propio del mismísimo Todd Solondz. Hablamos de "Terri," una nueva reliquia indie surgida de la cantera Sundance que lleva el efecto "Cyrus" escrito en la frente.
¿De qué va?
Terri tiene 15 años y, desconociendo el paradero de sus padres, vive con su tío enfermo. Su prenda de vestir favorita es el pijama, y con la que no duda en asistir cada día a un instituto en el que los profesores le ignoran y donde no cuenta con ningún amigo. Pero Terri no parece preocupado por este hecho: hace tiempo claudicó, y no tiene ninguna expectativa o ansiedad de conseguir grandes éxitos sociales. Su vida transcurre con tranquilidad, hasta que un día es citado en la oficina del director, a donde deberá empezar a acudir cada semana, en una cita fija. Un hecho que empezará a cambiar la existencia de Terri casi sin que se de cuenta. Entre sustanciosas visitas al -muy poco corriente- director, Terri empezará a establecer una inesperada conexión con el mundo que le rodea.
¿Quién está detrás?
Quienes producen son los responsables de "Blue Valentine" y "Half Nelson." Quien dirige es el hijo del cineasta Ken Jacobs. Azazel Jacobs ganó por su corto "Kirk and Kerry" el premio al mejor corto dramático en el Slamdance de 1997. Colaboró con Gerardo Naranjo para realizar The GoodTimesKid", un largometraje independiente, y en 2009 recibió un encargo del MOMA de Nueva York para realizar el corto "I see." Su película "Momma’s Man" se estrenó en Sundance en 2008 y obtuvo posteriormente numerosos premios.
¿Quién sale?
Un hoy desconocido, mañana, archiconocido, Jacob Wysocki, el siempre efectivo John C. Reilly y un grupeto de nerds dignos de cualquier posible film de Todd Solondz.
¿Qué es?
"Cyrus" + "Palíndromos"
¿Qué ofrece?
Algo inesperadamente atípico. Con un punto de partida muy deudor del efecto "Cyrus" de la sobrvalorada "Juno" o incluso de la decepcionante "Precious," su destino parecía limitado a ofrecernos otra muestra más (y ya van...) del típico retrato sobre los problemas de integración de un nuevo (y gordo) adolescente. Para nuestra (agradable) sorpresa, no es el caso de "Terri," un joven con claros problemas de obesidad, que, sin figuras parentales, vive con su trastornado tío y que padece en sus carnes una extrema alienación social. Lo suyo es deambular en pijama, sin motivación alguna, allá por donde pasa. Él es quien rechaza la sociedad y no la sociedad a él. No es el gañan de turno ni tampoco un friki de cuidado, es, simplemente, un personaje excelentemente caracterizado, cuyo ambiguo tratamiento sortea con gran atino el caer en todo posible cliché y da forma a una comedia sobre el patetismo muchísmo más sutil que incendiaria, enseñándonos, al fin y al cabo, algo tan básico y redundante como que gordos o flacos, feos o guapos, blancos o negros, lo mismo da, las personas se distinguen entre quienes tienen buen corazón y quienes tienen mal corazón. Entre los de buen corazón, además de "Terri," nos encontramos a un estupendo John C. Reilly en la piel de un atípico (aquí todo es atípico) rector de escuela y a una selección de nerds que tranquilamente podrían salir de los "Palíndromos" de Todd Solondz. En resumidas cuentas, estamos ante un típico discurso indie trasladado de una forma sorprendentemente atípica (y seguimos con lo atípico). Lo dicho, me quedo con "Terri" antes que con "Cyrus,""Juno" o mismamente "Precious."