El pasado concierto en La Riviera (Madrid) era uno de los acontecimientos de la música independiente más esperados en lo que llevamos de año. Un evento tan deseado, tanto, que el miedo a la decepción estaba presente. Una deslealtad después de que Anthony y compañía pusieran el listón bien alto e hicieran vibrar La Riviera como nunca antes lo habían hecho.
Con una sala prácticamente vacía, el telonero Mauro Remiddi único componente de Porcelain Raft, nos enseñaba la lección de cómo con sonidos pregrabados, una guitarra y su voz, él solo puede llenar el escenario. Absortos por la impaciencia de ver a M83, la mayoría que aún seguía fuera, seguramente no sabían que venía a presentar su primer disco “Strange Weekend, 2012”, uno de los lanzamientos prometedores de este año. Luz roja y dream pop, para deleitarnos con temas como “Picture”, “If You Have a Wish” o “Shapaless & Gone”. Nos transmitió inquietud con “Drifting In And Out” y la desesperanza en un sonado estribillo (Would you do something for me, do something for me) de su mejor tema “Put Me to Sleep”. Con la misma luz y en una sala pequeña, el concierto hubiera sido mágico.
Sonaban los primeros acordes de “Intro”, el escenario se convertía en una noche estrellada y Morgan salía disfrazada con la famosa máscara, un símbolo ya del grupo. Ese era el inicio soñado y seguramente en el que pensaron los componentes cuando compusieron este primer tema de su último álbum. No había hecho más que empezar y el público estaba completamente entregado a la electrónica que reinaría toda la noche.
Para continuar en la línea de este gran comienzo, un toque de pop con dos de los mejores temas de los discos anteriores “Teen Angst” y “Graveryard Girl”, dejando así un aroma indie. Uno de los estribillos más coreados “Reunion”, brazos arriba y la Riviera caía a sus pies. Siendo el momento idóneo para recordar sus inicios mucho más electrónicos con “Sitting” del álbum “M83, 2001”. Una canción completamente instrumental donde el bajista mostraba su hiperactividad.
Del repertorio de su último disco, “Year One, One UFO”, “Steve McQueen” y el detalle de recuperar “We Own The Sky”. Hasta el momento Morgan Kevy estaba totalmente metida en el concierto y su actitud nos dejó anonadados a más de uno. Con esta canción empezada a lucirse y era sólo el comienzo. Sin duda podría ser la protagonista de la noche, recordándonos en muchos momentos a Régine Chassagne, impresionante.
No podía faltar “Wait” para vivir un momento único donde los saltos eran vaivenes, los gritos sonrisas y el desahogo, desesperación. La intimidad permaneció con la llegada del punk “Fall” y “The Brigth Flash”. Hubiéramos apostado por qué sonaría en los bises, pero de repente la gallina puso el huevo, “Midnight City”, y como era de esperar, coreada por todos. Pero lo que realmente nos dejó sin aliento fue la aparición del saxofonista al final de la canción. Un aliento recuperado en “A Guitar and a Heart” que daba paso a los bises.
Como despedida, la dulce voz de la protagonista y el coro de Anthony en ”Skin of the Night” y “Couleurs”, una canción de casi nueve minutos qué ojala hubiera durado veinte. Un concierto brillante y un telonero de lujo. No sabemos si el éxito de este grupo es pasajero, pero después de noches como estas, sus seguidores incondicionales siempre estaremos ahí.