Crónica: Manos de Topo 18/02/2012 – Sala Ocho Y Medio Club – (Madrid)

Cuando uno tiene cuatro años y le preguntan, ¿qué quieres ser de mayor, hijo? No dudas ni un sólo segundo en decir, Policía, Pirata, Bombero, Futbolista,… si eres niño, Profesora, Medico, Cantante, Bailarina,… si eres niña. La noche de carnaval es una de esas noches, donde nos transformamos en lo que siempre hemos deseado ser, ironizamos de los problemas que nos rodean, dejamos que nos maquillen un antifaz e intentamos escapar.

Pero, si el preámbulo de la noche de carnaval es un concierto de Manos de Topo, no hay disfraz que valga. Estás tú y sus letras, unas letras que destapan quién realmente eres, letras ácidas, hirientes, irónicas,  pero que describen perfectamente el dolor de la ruptura, la ilusión de volver a intentarlo y la esperanza de conocer a alguien que te haga sufrir de la misma manera.

Como teloneros, disfrutamos de Antonna acompañado de Cristina, de sus nuevos temas del álbum “Grandes males, remedios regulares” mucho más bailables que los de discos anteriores. Disfrutamos de “En el fondo hay un pozo”, “Arruino todo lo que encuentro”, “Tú hueles mejor”, “Además bastante fea”  y también de la presencia de Ariadna, voz de los Punsetes, en “Recuerdo de Zamora”, “A68” y “Podría volar”. No disfrutamos tanto del sonido, culpa de la acústica de la sala o de los arreglos previos de Manu. Pero con la presencia de la Punseta y la versión de Hidrogenesse, a gran parte nos habían ganado.

Después de Antonna, con una sala impaciente, salieron al escenario los cinco componentes de Manos de Topo. La madurez en el sonido y letras de este último disco, “Escapar con el Anticiclón”, se hizo notar en las cuatro primeras canciones. Letras evolucionadas, un paso hacia el amor, no importa que seas “Mentirosa”, él te necesita ahí. Sonido delicioso de un violín inquietante en “Tragedia en el servicio de señoras”, coros que hablan del animal que puede ser cualquier cosa menos un “Animal de compañía” y un xilófono casi de juguete en “Haz tu magia”.

Recuperando canciones de discos anteriores “Culo de Cristal”, “Lógico que salga mal” y “El cartero”, no hablar de la voz de Miguel Ángel, sería no hablar de Manos de Topo. Esa voz asfixiante, culpable de provocar sentimientos completamente opuestos, en directo transmite la tristeza, la desazón, la inseguridad y la desesperación.

Antes de precipitarse con “No salgas todavía del pastel” teme “Morir de celos”. Pese a todo lo malo, el amor gana en “Tus siete diferencias”, ironizándolo en “Es feo”, volviéndolo a intentar en “Maquillarse un antifaz”. Hasta el momento, un setlist elegido con acierto y un público totalmente entregado al él.

Dejaron para el final “Pollito frito”, dos grandes temas de este último disco “En sintonía” y “Pinzas en los ojos”, además de la presentación de dos componentes nuevos en la banda, el teclado y Edu. Unos de los grandes cambios es la incorporación de las guitarras eléctricas, mejorando mucho el directo de la banda.

Bises con confeti, “No doy la talla” y “La estatua de la libertad”, para un final de un concierto exquisito. No hay máscaras que tapen la rabia que transmiten, ni carnavales que nos destapen completamente. Es un grupo con un sonido peculiar, lo saben y esperemos que lo sigan explotando durante mucho tiempo.