Crónica.- Mi Chambergo de Entretiempo entrega el botijo a Tendido Cero: mantilla, caídas, punk y pop

Por Robertomartos @_Roberto_Martos

El blog Mi Chambergo de Entretiempo volvía el sábado pasado a Toledo para celebrar uno de los saraos que suele montar a lo largo del año; y aunque Eurovisió n o la fiesta de la cerveza, vete tu a saber, hicieron mella, desde aquí esperamos que no se arrepientan de haber elegido de nuevo la capital regional.

Esta vez se trataba de entregar el botijo de cerámica talaverana -realizada por el artesano alfarero Gustavo del Pino Rueda- a la entrevista más leída en este blog de divulgación musical y que en esta ocasión recayó en el grupo de punk Tendido Cero, al que acompañó en el escenario la banda talaverana Emilia, Pardo y Bazán.

Una jornada de buena música con un protagonista inesperado por sus contorsiones y bailes hiperactivos cuando Emilia, Pardo y Bazán estaban en mitad de su bolo y que acabó irremediablemente con sus huesos en el suelo al intentar subirse al escenario.

"¡ESTÁ VIVO!"

"'¡Está vivo!" gritaron los responsables del blog que acompañaron a este protagonista inesperado de la jornada a la calle después de su accidente, tras interesarse por su estado el grupo talaverano en in 'impasse' entre canción y canción.

Emilia, Pardo y Bazán, dejando las anécdotas a un lado, comenzaron esta fiesta musical y fueron la confirmación de lo que esperaba este que suscribe tras no parar de escuchar en los últimos meses las tres canciones que ya han publicado: 'El paso honroso', 'Ciudad de vacaciones' y 'La Inmaculada Concepción'.

Actitud y temas sólidos, guitarrazos, distorsiones y buenas letras les sobran. Fue una grata sorpresa descubrir nuevas canciones iguales o mejores que las que conocemos hasta ahora. A mi, por lo menos, me dio la sensación de estar ante un grupo que puede ser muy grande.

Sin más, y tras la entrega del botijo con dedicatoria a todos los que se quedaron en casa viendo Eurovision, llegaron al escenario de Los Clásicos Tendido Cero. Con una puesta en escena espectacular mantilla mediante, chapela y bandera de España ajustada al cuerpo.

Ironía y provocación cañí en canciones cortas, precisas e inmediatas y un concierto muy divertido que me hace preguntarme qué pasaría si en este país nuestro todos nos tomásemos con este humor, o como queramos llamarlo, nuestra manera de pensar y relacionarnos. A buen seguro que todos los problemas se solucionarían.