Llegar hasta el downtown de Los Ángeles en un sábado por la tarde, o en general cualquier día de
El auditorio repleto, 2265 entradas vendidas, más un día añadido repitiendo el “sold out” en taquilla. Público de todas las edades y estilos. Ejecutivos, músicos, familias, grupos de quinceañeros, veinteañeros, treinta, cuarenta, cincuenta,…, barbies con tacones, con sandalias, con botas cowboy; hombres de traje recio, o con vaqueros y sombrero tejano, en bermudas con pantorrillas al aire y chanclas, en definitiva, toda la fauna de Los Ángeles, Beverly Hills, Hollywood, Santa Mónica y alrededores.
Ryan Adams, no confundir con el cantante canadiense de rock, Bryan Adams, es un cantautor que entremezcla baladas melódicas con neo folk y música country. Su voz tiene toda la tonalidad, textura y color de los cantantes country más puros. Pero la forma en la que inserta los agudos y matiza su interpretación lo sacan completamente de un género demasiado rústico para un músico de gusto exquisito y delicado. A veces naif, siempre romántico y melancólico, Ryan Adams, teniendo todo el talento para ser una auténtica estrella de la música country, se mantiene en su música, en petit comité, un petit comité muy amplio por supuesto, pero alejado de las extravagancias de plástico y neones de la degeneración del country actual.
Os dejo el set list del concierto, un concierto que teloneros aparte duró unas 3 horas. Pero os dejo también un video completo de la actuación de Ryan Adams hace pocos meses en Breda, Holanda. El concierto de Breda es muy similar, casi idéntico, al que asistí ayer en Los Ángeles, salvo por el detalle de que se han suprimido las interacciones de Ryan con el público.
No he mencionado que Ryan Adams tiene un humor delirante. Entre canción y canción este cantante suelta más chispa que el mejor humorista de monólogos enlatados. Las anécdotas se repiten, la improvisación es constante, llegando incluso a modificar las letras de las canciones en plena interpretación o componer in situ una canción para relatar las vivencias del día, o responder a las peticiones de un público que estuvo totalmente encantado con este gran músico, Ryan Adams.
Teloneros:
Los actores:
- Val Kilmer (Viernes, 17 de Febrero de 2012): Monólogo de Mark Twain.
- Garry Shandling (Sábado, 18 de Febrero de 2012): Monólogo comedia.
Set list del concierto:
- Oh My Sweet Carolina
- Ashes And Fire
- When Will You Come Back Home (Ryan Adams & The Cardinals)
- Dirty Rain
- My Winding Wheel
- The Rescue Blues
- Why Do They Leave?
- Everybody Knows
- Firecracker
- Sylvia Plath
- Let It Ride (Ryan Adams & The Cardinals)
- Chains of Love
- Two
- English Girls Approximately
- Lucky Now
- Mr. Cat Interlude
- New York, New York
- Dancing with the Women at the Bar (Whiskeytown)
- Come Pick Me Up
- Holy Diver (Dio cover)
Disco: Ryan Adams – Ashes & Fire
Ashes and Fire es el último album de estudio de Ryan Adams
Video: Ryan Adams, Chassé Theater de Breda (Holanda) Noviembre de 2011
Anécdotas:
- Prohibido tomar fotografías: En los conciertos de Ryan Adams está totalmente prohibido tomar fotografías. A pesar de disponer de unos asientos excelentes, no pude por tanto obtener apenas una imagen.
- El piano invisible:
El público del Walt Disney Concert Hall de Los Ángeles rodea por completo el escenario (ver fotografía). En el escenario de ayer se disponía un piano, las guitarras acústicas tricolor de Ryan Adams y varios set de micrófonos. Llegado el momento de interpretar el primer tema al piano, Ryan hizo un breve comentario sobre la extraña orientación de éste, pero dado el humor característico de este cantante, en seguida desencadenó un monólogo divertidísimo sobre el lugar. “¡Esto es Los Ángeles, tío!” “Digo, el piano….el piano será invisible, porque en Los Ángeles el público está por todas partes, así que seguro que ponen un piano invisible para que me puedan ver todos. Bueno, no invisible, porque si fuera invisible entonces no vería el teclado y sonaría fatal (chaporreo al piano) Así que será de cristal. Sí, esa gente de Los Ángeles seguro que pone un piano de cristal. ¿Y los micrófonos?” Me dicen: “Ryan, te voy a poner un micrófono ahí arriba. Ya verás luego. Te va a encantar”. “Bueno tio, si tu lo dices,…, tu eres el experto. Pero te aseguro que yo ahí arriba no llego”.
- El señor del público que se fue al cuarto de baño: Un hombre que había salido brevemente, entra de nuevo a la sala justo cuando Bryan se disponía a comenzar una canción, lo que le da pie para darle la bienvenida y componerle todo un tema, improvisando la letra, …”menos mal que has venido, te estábamos todos esperando desde que te fuiste al baño”…
- Mr Cat: Mr cat es una canción en broma, sobre el día a día de su gato en casa, de lo dormilón y tirano que es, de los sonidos ininteligibles que hace cuando mira a los pájaros por la ventana. Un tema divertidísimo que deja ver al niño que hay dentro de este gran cantante.
- Harmónica: Casi acabando uno de los temas que tocaba simultáneamente a la guitarra y harmónica se le soltó la correa de la guitarra. Esto de nuevo le da pie para introducir otra de sus innumerables bromas. Con una gran exhalación prosigue tocando un único sonido a la harmónica mientras recupera la posición de la guitarra, y coloca la correa. Ya listo de nuevo, para de tocar la harmónica y retomando el aire casi asfixiado dice “¡ahhhhh!”
- Mudanza en el escenario: Después de interpretar varios temas en el centro del escenario, Ryan Adams, se pone la cazadora, coge sus dos guitarras y las coloca medio metro hacia la derecha. Se vuelve, coge su botella de agua, su vaso y limpia la mesita en la que estaban. Dice “ahora vuelvo”. Se traslada medio metro a la derecha, lo deja todo en el suelo, se quita la cazadora la tira al suelo, coge la guitarra, toca un acorde, para, vuelve hacia la cazadora, la dobla cuidadosamente, la vuelve a dejar en el suelo y empieza a tocar hacia el público situado en la terraza este, a tan solo medio metro de donde estaba antes.
- Bises: Al acabar la actuación, se dirige hacia una esquina del escenario fuera de los focos y tras apenas dos segundos vuelve hacia el centro y dice: “¡Bueno! Me dejan 3 minutos más”. Un concierto fantástico de 3 horas y 3 minutos.
Texto y fotografías: Mar (Jimdo Indie Rock Music)