Crónica Sitges 2011: Retrovisión

Publicado el 10 octubre 2011 por Fimin

Esperábamos que fuera la sensación del festival y se quedó en la frikada del festival. Ingénuo de mi, esperaba revivir la inolvidable experiencia "Amer" que hace dos años me llevó directo al cielo. Una ópera prima que se erigía en un inolvidable filme de sensaciones captadas siempre a flor de piel. En definitiva, una experiencia cinematográfica única e inolvidable, una obra de culto con un potencial sensorial que no se podía pasar por alto, al igual que pensaba que no podía dejar escapar al oportunidad de ver en pantalla grande "Beyond the black rainbow," una oda a la ciencia ficción retro de los años setenta que apuntaba alto pero vuela bajo. ¿Razones?

¿De qué va?

Estamos en 1983. Pero no necesariamente el 1983 que conocemos sino una versión alternativa y de inequívocos ecos retrofuturistas. El doctor Barry Nyle nos invita a conocer las bondades de Arboria, el proyecto científico que dirige y que promete darnos una vía para alcanzar la felicidad. Pero algo turbio se cuece en su laboratorio, como no tardaremos en comprobar: Nyle tiene allí retenida a Elena, una adolescente con poderes psíquicos, con el fin de analizarla y arrebatarle su don.

¿Quién está detras?

Panos Kosmatos, hijo del cineasta griego George P. Cosmatos ("Cobra," que timnpos aquellos), pasó sus primeros años viajando por todo el mundo hasta instalarse en Canadá. En su juventud se introdujo en la escena underground de Vancouver haciendo cortometrajes y videoclips. Beyond the Black Rainbow es su ópera prima.

¿Quién sale?

Se llaman Michael Rogers y Eva Allan.

¿Qué es?

Un intento de THX 1138 + Amer

¿Qué ofrece?

Forma sin fondo. Si tienes un bar en el que se escucha música electrónica y que lo acompañas con proyecciones sin sonido, esta es tu película, su impecable diseño de producción a la hora de trasladarnos la esencia nostálgica del sci-fi de los años setenta resulta asombroso. Ahora, como además pretendas asistir a una película con sentido experimental o con sentido narrativo, olvídate de ella, porque "Beyond the black rainbow" se queda a medio camino de ambos conceptos. Se suponía que su sinopsis era solo la premisa de una película hipnótica y cercana a la abstracción, que haría de la nostalgia por estéticas demodé la clave de un discurso visionario. Lamentablemente, no es el caso. Su abstracta pero irrisoria trama no está a la altura de su fantástica puesta en escena. Una pena.