Crónica Sitges 2011: Supuesta sensación, gran decepción

Publicado el 14 octubre 2011 por Fimin

Lo reconocemos. Patinazo en toda regla. Y no el de "Kill List" si no el nuestro. La destacamos en su momento, seguros de que sería una de las mejores películas del festival. Sus credenciales no eran para menos. Alabada por Variety como un implacable, estiloso y brillante viaje a la oscuridad que confirma a su director como un gran cineasta que da forma a una joya destinada a ser debatida durante años y encumbrada por muchos medios (principalmente británicos) como un futuro clásico del terror contemporáneo, tras su éxito en SXSW y Raindance, una de las películas más esperadas de este año por filmin llegaba por fin a nuestros ojos. Lamentablemente, se lleva, por derecho propio, el premio a la mayor decepción del festival. Rectificamos.

¿De qué va?

Tras un accidentado trabajo en Kiev que le dejó violentas secuelas psicológicas, Jay, un soldado reconvertido en asesino a sueldo, lleva ocho meses sin trabajar. Su mujer y su hijo deben sufrir su crispación, hasta que Gal, un amigo, le propone un encarguito. La lista de objetivos no es muy extensa, pero el trabajo terminará por arrastrar a Jay hacia el corazón de las tinieblas.

¿Quien está detrás?

El británico Ben Wheathly regresaba en Austin a su segunda casa tras ser el gran vencedor del Fantastic Film Fest celebrado también en Austin hace 4 años. Lo hizo tras acaprar múltiples elogios con "Down Terrace," terrorífica película que también se alzó con el máximo galardón en el Festival de Raindence.

¿Quién sale?

Michael Smiley (Benny Silver en la joya de la BBC "Luther"), la belleza sueca Myanna Buring, Emma Fryer y Neil Maskell.

¿Qué es?

A serbian film + Another Year

¿Qué ofrece?

Un chasco con mayúsculas. Se supone que "Kill List" arranca como el clásico drama familiar británico para terminar sumiéndonos en los dominios de la violencia y la locura. El problema es que ni su  nerviosa cámara, ni su deslcuidada iluminación (supuestamente) realista, ni su fea puesta en escena, ni tampoco sus mejorables interpretaciones logran, en ningún momento, sumergirnos en este (supuesto) descenso a los infiernos. Esperábamos encontrarnos con un inolvidable viaje a la oscuridad y nos encontramos con el mayor chasco (que no la peor película, todo hay que decirlo) del festival. Ni nos perturba, ni la sufrimos, simplemente, la padecemos. Y de terror cinco estrellas, nada de nada, dos y ya va bien. En "Kill List" todo queda en 'supuesto'...