Crónica Sitges 2012: "The Wall" cautiverio natural

Publicado el 10 octubre 2012 por Fimin

10 de Octubre del 2012 | etiquetas: Festival de Berlín, Festivales 2012 Twittear

Una mujer atrapada en el bosque por un muro invisible es junto a un perro, una vaca y un gato, la única protagonista del cautiverio natural que vivimos en "The Wall".

¿De qué va?

Una mujer se suma a una pareja de amigos para pasar el fin de semana en su casa de la montaña. El mismo día en el que llegan, la pareja decide bajar al pueblo para tomar algo mientras ella prefiere quedarse en casa con el perro. Pasa la tarde, la noche, amanece el día siguiente, y la pareja sigue sin llegar a casa, por lo que la mujer decide ir en su búsqueda, encontrándose, para su sorpresa, con un terrible descubrimiento: un muro invisible, tras el cual parece no haber señales de vida, le separa ahora del resto del mundo.

¿Quién está detrás?

Publicada en 1963, el best seller escrito por la austríaca Marlen Haushofer se ha ganado a pulso generaciones de nuevos lectores siendo traducida a más de 17 lenguajes. Ahora llega su esperada versión cinematográfica a manos de Julian Roman Pölser, director con un amplísimo bagaje en el formato televisivo que ahora da el salto a la gran pantalla respetando a raja tabla el texto original.

¿Quién sale?

Martina Gedeck, o lo que es lo mismo, la protagonista de “Deliciosa Martha”, “La vida de los otros” o “RAF”, y secundaria de lujo en “El Buen Pastor” de Robert de Niro.

¿Qué es?

Náufrago + El diario de Anna Frank (en el bosque)

¿Qué ofrece?

Lo que uno no se espera. Hace presagiar una película agresiva de tintes terroríficos pero esto es precisamente lo que "The Wall" evita,  revelándose en un sugerente híbrido entre la ficción narrativa, la crónica emancipatoria y ante todo, una demoledora crítica social que nos advierte del peligroso distanciamiento que el ser humano tiene cada vez más hacia la naturaleza y los animales que nos rodean. Aquí no hay amenaza natural, si no todo lo contrario, la naturaleza da cobijo a una mujer atrapada en un abrumador paisaje alpino, cuya voz en off nos guiá en todo momento junto a su inseparable perro por las mil y una dificultades a las que se ve obligada a enfrentarse. Con el único objetivo de la supervivencia tendrá que transformarse (que no asalvajarse) en una nueva persona y poder adaptarse así a una nueva vida forestal. Una situación que es trasladada con un descomunal poderío sensorial, con gran visceralidad y atronadora intensidad a través de una cámara que en todo momento sabe sacar máximo partido de sus impresionantes localizaciones, sin perder en ningún momento un ápice de ritmo narrativo ni caer nunca en la denuncia edulcorada y obsequiándonos, además, con un mensaje tan entrañable como necesario: el perro es el mejor amigo de el hombre. Algo que parece tan básico como peligrosamente desconocido por muchos, y si no, que se lo pregunten a Martina Gedeck.

Nota: 7 / 10