El pasado fin de semana, el SOS 48 inauguraba el calendario festivalero nacional. Unas 30000 personas se dejaron ver por el recinto de La Fica, dándole color a una edición marcada por el recorte de presupuestos, una leve bajada en los cabezas de cartel y la eliminación de algunas actividades, como los conciertos en el Auditorio Víctor Villegas, donde años atrás se pudo disfrutar del polifacético británico Matthew Herbert o de The New Puritans.
Vienes 3 de mayo
Sol agradable, para beneficio de todos aquellos que buscaban un buen estreno de sus gafas de sol de esta temporada. Un recinto cómodo, sin dimensiones mastodónticas, por lo que podías prescindir de tu equipo de running para cambiar de escenario, y un buen ambiente con un público cada vez más joven (o el que escribe es cada vez más viejo). Sólo nos quedaba elegir entre los escenarios que se nos presentaban: el principal ( Estrella de Levante), el secundario Escenario Jägermeister y el SOS Club Ron Brugal, dedicado al sonido más bailable y electrónico. Los nombres de estos 3 escenarios nos dieron la combinación que potenciaría los éxitos y aplacaría las decepciones de este festival.
Con los catalanes Cuchillo arrancamos nuestro recorrido. Se vieron un poco mermados de público por la hora de su actuación y por la competencia de Dorian en el escenario principal, que congregço a un número mayor número de asistentes, con una extraña obsesión por las camisetas flúor. Pero esto no fue un problemas para este dúo, convertido en trió para sus directos, que incluso se permitieron bromear con las ráfagas de sonido que provenían del escenario de sus paisanos. Poco menos de una hora donde exprimieron los temas de Encanto, sacándole jugo y dejando buen sabor de boca.
El mito de la rectitud y frialdad nórdica, se viene abajo en cuanto aparecen en el escenario los imberbes noruegos de Kakkmaddafakka. Sus coristas, su pianista hiperactivo y el resto de integrantes consiguieron enganchar rápidamente con el público, gracias a temas como 'Restless', que muchos asistentes habrían visionado tantísimas veces en youtube, terminando con una versión del 'Halo' de Beyoncé, una excentricidad con la que ya nos habían sorprendido en su anterior paso por esta región. También hay que decir que parte del encanto y complicidad de la banda de
Bergen se dispersa al salir de pequeñas salas.
Llegaba ahora el turno de The XX, gran cabeza de cartel de este viernes, lo que siempre entraña algunos riesgos. Los más críticos les esperan con el cuchillo entre los dientes, acechando cualquier fallo que puedan cometer, que les de pie a comparar con su anterior actuación londinense, cosas que a esa hora y después de haber hecho honor al escenario Jägermeister, no le importaba a nadie. Así que evitando a los hipster más quisquillosos, nos adentramos en un viaje sonoro que emociona como Fellini, y engancha como Kubrick, disparando temas como 'Try', 'Chained', 'Crystalized', siendo la última bala de su cartucho sonoro 'Intro'.
Fue como un hat-trick de Messi, que no por esperado deja de ser algo sobresaliente.
(Foto de De Jáudenes Photography)
Después de uno de los largos y a mi parecer excesivos parones a los que nos tiene acostumbrados la organización, no sabemos si a modo de estrategia de marketing
para llenar las barras, o por simple falta de eficiencia en este ámbito, nos fuimos al escenario Jägermeister para disfrutar de Oriol Riverola, más conocido como John Talabot, una vez más acompañado de su fiel escudero Pional. Él fue quien nos recordó con su live que a los festivales se viene a bailar, sonidos elegantes y animados, sin caer en la pedantería de lo experimental. Nos demostró que la carrera fulgurante que ha llevado en los últimos dos años no es una casualidad, incluso nos encontramos a los chanantes Joaquin Reyes y Ernesto Sevilla disfrutando de su live act.
Crystal Fighters quizá fue el concierto con mayor división de opiniones. Por un lado consiguieron agitar a la gente con temas como 'I love London' o 'Follow', pero no terminaron de dar una continuidad necesaria para la hora en la que estaban programados, dando la sensación que su directo no tiene la personalidad que sí demuestran en su trabajo de estudio.
Gernot Bronsert y Sebastian Szary o, lo que es lo mismo, Modeselektor, eran los elegidos para cerrar el escenario principal, y el dúo afincado en Berlín, la que es a todas luces capital de la electrónica, no defraudó. Acostumbrados tanto al ambiente clubbing, como a los grandes festivales, (Sónar, Wakenings, Ptich Festival, algunas de las fechas que tienen programadas para este verano), en Murssia, como ellos dijeron, se desenvolvieron con la agilidad que les caracteriza. Haciendo que el respetable se entregara, con todas las energías que todavía les quedaban.
Sábado 4 de mayo
El sábado volvemos a apostar por el producto patrio para empezar, asistiendo al concierto de Extraperlo, después de la cancelación de Haim, por las típicas causas ajenas al festival... Los catalanes fueron agradables y divertidos; como la chica guapa que te pide fuego, es simpática, pero sabes que eso no pasará de ahí. Sonaron canciones de su último disco Delirio Específico, sin olvidar temas de su triunfal álbum
de debut Desayuno Continental.
Los omnipresentes festivaleros Lori Meyers volvieron a demostrar que no pierden tirón; estos granadinos, que bien podrían habitar la Alhambra, si por sus incondicionales indies fuera, tiraron de sus himnos guitarreros y de sus temas de corriente pop-electronico más actuales. Contando con agradables sorpresas, como la presencia de la encantadora Anni B Sweet, y de Javiera Mena para acompañar en 'El Tiempo Pasará'.
(Foto de De Jáudenes Photography)
M83 era el plato fuerte del sábado, y los franceses no defraudaron con su espectáculo, que ya no se podrá volver a ver de la misma manera en lo que resta de año. A la calidad de sus temas más conocidos como 'Reunion' o la ya clásica 'Midnight City', mega popularizados por anuncios televisivos, se le unió el espectacular juego de luces que traen en su actuación, alcanzando por momentos algo parecido a encuentros en la cuarta fase.
El festival continuaba con los esperadísimos en este festival Justice. Vinieron en formato dj set, lo que ahorra presupuesto al promotor, y trabajo en su actuación. Pero estas megaestrellas, con películas, videojuegos y demás merchandasing a su espalda hicieron justamente lo que se esperaba de ellos, ni más ni menos. Son unos rompe-pistas, y con sus temas más conocidos hicieron llegar al éxtasis a un público entregado a la causa. Esperamos poder disfrutar de su directo en alguna ocasión, para poder sacarle todo el partido que todos sabemos que tienen.
A pesar de ser un festival con clara tendencia británica, parecía que esta noche se hacía un homenaje a la liberté, egalité et fraternité, con la programación de M83, Justice y Vitalic de manera consecutiva. Pascal Arbez, más aclamado como Vitalic, nos deleitó con un buen live act, donde espectaculares juegos de luces y un techno puro inyectado directamente en sangre, sin mayores mediaciones, hicieron que el Recinto de la Fica se
cerrra con la satisfacción del trabajo bien hecho.
El año que viene más y mejor... si nos dejan.