Poco importa que no saquen disco desde 2008 y que no se sepa casi nada de cuáles serán sus planes futuros en la publicación de nuevo material salvo el par de canciones nuevas que interpretaron en el inicio de su gira allá por el mes de mayo, porque esos 37 años de carrera musical son un gran pedazo de la historia viva de la música, de cultura que todavía se puede disfrutar en vivo.
Pese a que el BEC no estaba lleno y que al público le costó mucho entrar en calor, The Cure comenzaron el concierto con una novedad respecto a los tres anteriores en nuestra geografía, ya que fue 'Plainsong' la que abrió esta cita, mientras que en las dos anteriores 'Open' había sido la encargada de iniciar el setlist.
Abrían así el telón del espectáculo marcado por el 'Desintegration', una de sus mejores creaciones y que se pudo escuchar casi al completo, pues tras la épica de 'Plainsong' interpretarían también 'Pictures Of You' y 'Closedown', en el mismo orden que en este disco de 1989, del que también sonarían más adelante 'Lovesong', 'Prayers For Rain', 'Desintegration', 'Fascination Street' y la enigmática e hipnótica 'Lullaby'.
La noche comenzaba a teñirse con esta tela de araña de melancolía que el grupo sabe infligir en las ocasiones especiales y el siguiente pedazo de historia que tocaba repasar iba a ser 'The Head On The Door' (1985). Con 'A Night Like This' a la cabeza, tampoco pudieron faltar 'The Blood', 'The Baby Screams', 'Push' e 'Inbetween Days', con la que al publico --por fin-- no le quedó más remedio que bailar. 'Close To Me' vendría más adelante.
A partir de aquí, la línea discográfica iba a difuminarse un poco y temas como 'If Only Tonight We Could Sleep', la pesadumbre de 'Charlotte Sometimes' o 'Just Like Heaven' --otra vez con el público entregado-- iban a dar lugar a una pequeña pausa, que desembocaría en el primero de los bises y el lado más gótico de The Cure con el 'Seventeen Seconds' (1980) y los temas 'At Night', 'M', una 'Play For Today' que incomprensiblemente el público casi no coreó y la grandeza de 'A Forest'.
El comienzo del segundo de los bises quedó reservado para 'Burn', canción para la banda sonora de 'El Cuervo' y que el grupo está introduciendo como rareza en esta gira, para dar un salto después en su discografía con 'Never Enough' y 'Wrong Number', que dejarían todo preparado para el tercer y último bis y la fiesta final con 'Hot, Hot, Hot!!!', 'The Walk', 'Friday I'm In Love', 'Boys Don't Cry' y 'Why Can´t Be You'.
Casi tres horas de concierto para repasar toda una vida musical --con un Rober Smith más delgado y que se arrancó a bailar en más de una ocasión--, que a un servidor se le hicieron cortas. Y es que lo de vivir con una gran fan de The Cure me ha hecho saber apreciar más su música durante todos estos años para conocerlos en profundidad y no quedarme solo en sus composiciones.