Crónica v travesía a nado peine del viento

Publicado el 07 septiembre 2011 por Delegadojerez
El sábado 3 de septiembre tuvo lugar la V travesía a nado Peine del Viento en San Sebastián. Se trata de una prueba de 5.200 metros que finalmente finalizaron 152 participantes de los 200 inscritos, debido en gran parte al mal tiempo reinante durante toda la prueba. No paró de llover en toda la mañana, lo que unido a la temperatura del agua y al frío que hacía fuera provocó que muchos nadadores tuvieran que ser atendidos por el personal sanitario.
La travesía consistía en dos vueltas a un circuito de 2.600 metros, con salida del agua tras finalizar la primera vuelta para un avituallamiento que había colocado la organización en la orilla. El recorrido era circular y en algunos puntos había que nadar a contracorriente. Además, estaba señalizado por unos banderines verdes muy poco visibles. En la segunda vuelta además llovió con mucha más intensidad, lo cual unido a las olas y a estas banderas tan pequeñas dificultó mucho la prueba. Destacar la gran organización de la travesía y el nivel que había, ya que participó entre otros el triatleta Eneko Llanos, subcampeón del mundo de Ironman y que finalizó en novena posición.
Esta travesía era la que llevaba preparando hacía más de un mes, y como siempre los magníficos entrenamientos de Alejandro dieron sus frutos. Antes de empezar a relatar como fue el día, quiero agradecer aparte de los entrenos de Ale, el apoyo de Carlos y de mis padres, que estuvieron al pie del cañón animando sin parar a pesar de la que estaba cayendo.
Nos levantamos a las 4:30 de la madrugada y a las 5:00 estábamos camino de San Sebastian desde Medina del Campo (Valladolid), el pueblo de donde soy. Ya durante todo el viaje diluviaba y hacía frío, pero yo tenía la esperanza de que el tiempo mejorara al llegar. Nada más lejos de la realidad: llovía más si cabe. Como llegamos con tiempo, nos quedamos un rato en el coche esperando a que escampara, y viendo que no paraba nos aventuramos hasta la carpa donde repartían los dorsales y el chip. Además nos entregaron a todos los nadadores una camiseta Adidas y una mochila conmemorativa de la prueba. Si bien hacía un día de perros, a los lugareños no parecía importarles mucho, ya que estaban todos congregados en la carpa. Se ve que ya están acostumbrados!

Después me dirigí ya al lugar de la salida, debido al frío que hacía, solo calenté en seco, ya que como me mojara aun más de lo que estaba me iba a congelar. Me llamó la atención la de nadadores que había y que nadie excepto yo se inmutaba ante el mal tiempo reinante. Dieron la salida y a pesar del gran número de participantes no recibí ni un solo golpe. Me encontré muy bien y pude establecer un fuerte ritmo desde el principio. Me enganché a un grupo de seis nadadores junto a los que hice toda la prueba. Esta primera vuelta no se me hizo muy dura a excepción del último tramo donde hubo que nadar a contracorriente. Cuando la finalicé y salí del agua para el avituallamiento me sorprendió que la gente realizaba este tramo andando y sin prisas, sin duda sabían lo que nos quedaba todavía. Yo como buena novata, me di toda la prisa que pude y cuando me tire al agua me costo arrancar. Mi grupo me alcanzó y ya volví a pillar el ritmo.
Cuando no llevábamos ni media segunda vuelta, comenzó a llover torrencialmente. El cielo estaba muy oscuro al igual que el agua, las gafas se empañaron y no veía absolutamente nada. Para colmo se levantaron olas que me desorientaron y por poco me quedo descolgada. En este punto me esforcé más que nunca por aguantar el ritmo, ya que los siguientes nadadores venían muy detrás y no me veía capaz de orientarme por mi misma. Finalmente este tramo pasó y ya me volví a incorporar, si bien el cansancio se notaba y cada vez me costaba más, los últimos 400 metros se me hicieron eternos. Por fin llegué a la meta y cual fue mi sorpresa cuando a pesar del mal tiempo y de ser la primera vez que nadaba esta distancia hice un tiempo de 1 h 24’07’’ cuando esperaba hacer como mínimo 1 h 30 min. Nada más terminar no sentía ni los pies ni las manos y casi no podía andar del frío. Ya tras una ducha caliente me reviví. Tras ver la clasificación llegó la segunda sorpresa, ya que a pesar del gran nivel que había terminé la 63 de 152 nadadores y la 6ª de mi categoría.

En resumen, fue la mejor travesía que he hecho hasta ahora y de la que sin duda me siento muy orgullosa. Esta prueba se va a convertir desde luego en una cita habitual del calendario, por distancia, dureza, nivel y belleza.