Crónica Venecia 2012: "Spring Breakers" el Scarface de Harmony Korine baila al son de Britney Spears

Publicado el 05 septiembre 2012 por Fimin

Llamada a abrir la caja de los truenos en el Lido, "Spring Breakers" no ha hecho más que confirmar hoy, en su premiere mundial, que posiblemente estemos ante la película del festival (por más que no sea la mejor). Cierto es que por razones bien diferentes, P.T. Anderson, Terrence Malick u Olivier Assayas también optan al trono, pero este particular "Scarface" que Harmony Korine nos presenta a través de voluptuosos cuerpos inmersos en un desenfrenado baño de drogas, alcohol y una desbocada estética de videoclip teñida en luces de neón, tiene el descaro de poner a James Franco al piano interpretando el "Everyday" de Britney Spears. ¿Alguna prueba más para incluirla entre las candidatas a la película del festival? Allá van unas cuantas.

¿Que es un festival sin la película del festival?. Todo certamen cinematográfico debe tener una obra protagonista. No tiene porque ser la mejor, ni mucho menos, la peor. Su función es, para bien o para mal, la de desestabilizar, incomodar o sorprender al espectador, dividir a la crítica, provocar espantadas masivas, pasiones desatadas o crear varios y diversos focos de discusión tras su pase.  Con el permiso de Terrence Malick, "Spring Breakers" es quien parece tener el papel adjudicado en esta nueva edición de la Mostra.

¿De qué va?

"Spring Breakers" sigue a cuatro universitarias con ganas de fiesta que deciden atracar un restaurante fast-food para poder financiarse su anual escapada de primavera. La jugada les sale redonda, y comienzan sus vacaciones a lo grande, meneando caderas, sacando tetas y consumiendo todo aquello que se les pone por delante hasta acabar finalmente entre rejas. Un rapper, traficante de drogas y armas, sugerentementa autoapodado Alien, rescata a las chicas  y se las lleva consigo sumergiéndoles en su particular vorágine de crimen y desenfreno.

¿Quién está detrás?

Ha sido acusado de pervertido, enfermo mental y farsante por gran parte de la crítica y sin embargo, admirado por directores como Werner Herzog y por la otra gran parte de la crítica. ¿Algo tendrá, no?.

¿Quién sale?

James Franco es el rey de la fiesta en "Spring Breakers", quien tiene toda la pinta de estar pasándoselo en grande en la que probablemente signifique una de las mejores (y también más bizarras) interpretaciones de su carrera. Y para colmo, lo hace en compañía de sus cuatro despampanantes amazonas en la piel de, atención, Selena Gomez (que no cuanda el pánico, sigue siendo la santa), la propia hija de Harmony, Rachel Korine, y finalmente, Vanessa Hudgens y Ashley Benson (estás si, y nunca mejor dicho, son de armas tomar).

¿Qué es?

Las posibles referencias que nos vienen a la cabeza van desde "Miami Vice" a "Scarface" pasando por la fiesta de la camiseta mojada del "Piraña" de Aleksandr Aja Y un toque de Britney Spears. Todas valen para las "Spring Breakers" de Harmony Korine.

¿Qué ofrece?

Mamoneo a raudales en el mejor sentido de la palabra. Harmony Korine se olvida por un día de los cuerpos deformados, la suciedad, los enfermos mentales y la pobreza de suburbio que tanto caracteriza su obra para pegarse una abrumadora astracanada en el que la fiesta de la teta mojada llega a su cima para tomar el cuerpo de una trangresora odisea noir que carece de mensaje y rebosa diversión. Y que nadie se confunda, "Spring Breakers" explota al máximo el exhibicionismo pero no así el sexo que todos podríamos augurar, provocando que esta sorprendente contención se eriga en otra de las grandes y estimulantes novedades que el nuevo Harmony Korine nos depara. ¿Más? una omnipresente banda sonora en el que el inconfundible toque de Cliff Martínez y el neón que envuelve toda la película puede, incluso, evocarnos en algún momento a "Drive" hasta que el agresivo y fracturado dubstep de Skrillex recupera todo el protagonism, dotándole así de una vida propia que acerca "Spring Breakers" al voraz mundo del videoclip.

Pero cuidado, con semejante desmelene, que nadie se imagine un "Project X", ya que a pesar de que entre teta y teta, el primer y segundo acto de "Springbreakes" se encapsula en el bucle narrativo que tanto distingue los guiones de Korine, su tercer y definitivo acto se sumerge, sin concesión alguna, en las entrañas del cine negro para brindarnos una suerte de homenaje a "Scarface" y "Miami Vice" que nunca acaba de tomarse en serio, pero que tampoco deja de cautivar en ningún momento. Normal tratándose de un enfant terrible como Harmony Korine, que no contento con tener el descaro de poner a James Franco interpretando el "Everyday" de Britney Spears, también tiene el mérito de convertir la escena en la estrella de la película, así como en uno de los grandes momentazos del festival. Algo que precisamente, no está al alcance de cualquiera.

Dicho lo visto, no hay otra. "Springbreakers" es un desbocado divertimento destinado a causar furor en el inminente Festival de Sitges. Ojalá,  así sea.