Se nadaban los 1.500 y 800 libres. Yo nadé el 1.500 y la verdad que no pude acabar más contenta. Normalmente cuando nado en piscina larga siempre necesito un tiempo de adaptación porque de primeras no me salen las marcas, con lo cual suponía que a pesar de ir muy bien de forma no pudiera realizar una gran marca. Cuál fue mi sorpresa al rebajar 46 segundos mi marca obtenida el año pasado en este mismo open! La verdad que las sensaciones durante toda la semana de entrenamiento habían sido muy buenas y en la competición fueron aun mejores. Si no me hubiera levantado con torticolis como me pasó, creo que incluso podría haber mejorado el tiempo aun más, ya que al final de la prueba el cuello me molestaba bastante y bajé un pelín el ritmo.
Con esto veo una vez más que el gran entrenamiento bien planificado de Alejandro siempre acaba dando sus frutos. Y aun cuando pienso que ya llevo mucho tiempo rebajando mis marcas y que puede que cada vez resulte más difícil, siempre vuelve a sorprenderme una vez más. No existe techo para las mejoras, solo el que nos ponemos nosotros mismos. Querer es poder, y con constancia y sacrificio creo que todo es posible. Gracias Alejandro.