Ayer se celebró la vigésimo séptima edición de la media maratón de Córdoba ante la atenta mirada de cientos de cordobeses que decidieron salir a la calle a animar la carrera, espoleados por el buen tiempo y el ambiente festivo que siempre despierta una prueba deportiva de este tipo.
Nos fuimos de Sevilla al mediodía para llegar con tiempo de hacer una visita turística por las calles de la ciudad aprovechando que Irina no la conocía. Cámara de fotos en mano salimos de la Plaza de las Tendillas en dirección a la Mezquita-Catedral recorriendo a nuestro paso las intrincadas calles de la judería. Vimos el puente romano, la sinagoga, el zoco, la estatua de Maimónides y lo que queda de la antigua muralla. Intentamos entrar en el Alcazar pero ya estaba cerrado, así que lo dejamos pendiente para otra ocasión. Regresamos a la zona más comercial por el Paseo de la Victoria y continuamos nuestra caminata para buscar la Plaza de Capuchinos, lugar donde se encuentra el Cristo de los Faroles. Seguimos avanzando para bajar la Cuesta del Bailío y llegar hasta los Jardines de Colón. Después de dos horas caminando decidimos que era un buen momento para merendar y recoger el dorsal de la carrera.
Este año la bolsa del corredor, el dorsal y el chip había que recogerlos en el pabellón municipal de Vista Alegre, el cual ya estaba dispuesto para albergar la cena de la pasta y contaba con una feria del corredor con varios stands. La bolsa del corredor contenía dos camisetas y una medalla. El dorsal venía personalizado con tu nombre. Además con el precio de la inscripción tenias cena de pasta y fruta para dos personas y un refresco, bocadillo y cerveza al finalizar la prueba. Tranquilo Alejandro la cerveza no me la tomé así que la integridad de la súper crack no corrió peligro en ningún momento :P
El domingo nos levantamos con tiempo de ir tranquilos a la carrera, desayunar bien y calentar sin prisas. Después de llevar varias semanas haciendo carrera continua principalmente y sin demasiados kilómetros en las piernas mi idea era tomarme la carrera como un entrenamiento más. La verdad es que antes de empezar estaba un poco preocupado porque no hacía mucho los tibiales y peroneos me habían dado un pequeño aviso que me obligó a reservarme bastante para llegar bien a Córdoba, pero finalmente no hubo ningún problema. La carrera empezó puntual y los kilómetros fueron cayendo uno tras otro, la disfruté todo lo que pude, sobre todo en los primeros kilómetros que es cuando se pasa por la zona más vistosa. A pesar de que el tiempo final no fue muy digno acabé muy satisfecho con la carrera. Además mis amigos Oscar y Charlie lo hicieron realmente bien y cumplieron sus expectativas con éxito. Por cierto muchas gracias por las fotos!!
En definitiva la prueba fue el mejor broche para un fin de semana estupendo y una semana muy divertida. Ahora toca seguir trabajando en la recuperación para poder estar cuanto antes metiendo series fuertes sin riesgos. Por último antes de que se me olvide he de señalar que la organización fue magnifica en todos los aspectos, por calidad, cantidad, bolsa del corredor, atención, organización y seguridad. Es una media maratón muy atractiva que merece la pena disfrutarla al menos una vez.