Para mí, viajar es una experiencia espiritual que necesito vivir cada cierto tiempo; una suerte de purificación del alma y un ejercicio vital que sirve para completar el puzle del conocimiento. Exestudiante mochilero y extrabajador temporal, aterricé en Atenas con algo más que un petate. Me refiero a mi hijo de cinco meses, con quien realizaba mi primer viaje en avión y de quien, he de decir como un abuelo al que se le cae la baba, me siento más que orgulloso. Esta gran variante causada por el pequeño, obliga a un tipo de viaje más relajado, con un ritmo impuesto por el niño y, sobre todo, a un desplazamiento más burgués. Veamos: creo que es la primera vez que tomo un taxi al salir de un aeropuerto tras un vuelo de ocio.
Elegimos Atenas por su clima de primavera, por concentrar casi todo lo visitable en un radio de apenas un kilómetro y, por qué no decirlo, porque es una de las pocas capitales europeas que aún no conocía. Tampoco he visitado nunca Praga, Viena o Varsovia, pero el tiempo en ellas no hubiera sido tan benévolo como lo fue en la capital griega. Como comenté hace poco entre amigos y risas, Atenas me parece una mezcla entre Estambul, Roma y Lisboa. Con un aire oriental, un pasado clásico y una creciente decadencia que evoca nostalgia y saudade.
Merece la pena pasear por Plaka, sentarse a comer en una taberna de Monastiraki, transportarse a una isla griega paseando por Anafiótika, caminar por el ágora clásica, observar de cerca el Hefestión, deslumbrarse con la envergadura de las columnas del Templo de Zeus Olímpico, subir a la Acrópolis, fotografiar las cariátides del Erecteion y, en suma, dejarse llevar por una corriente espaciotemporal que introduce al viajero en una espiral de conocimiento y gozo que pocas ciudades pueden ofrecer. Un aura de misterio que se aleja de las urbes de trazados racionalistas y limpieza exquisita. Un lugar ideal para llevar a tu hijo a encontrar el Alfa; el comienzo de los tiempos, el principio del mundo en el viaje; los ancestros, nuestrasvidas junto a todos y cada uno de los elementosque componen esta ciudad de colinas y musas que otrora fuera el centro de un mundo