Parecía que la polémica estába servida. Temblaba Cannes y temblaba el Vaticano. Su título lo decía todo, el protagonista de "Caos Calmo" volvía a la carga, y de que manera, con "Habemus Papam," una sátira (anti)religiosa dirigida, escrita y protagonizada por él mismo. El propio Nanni Moretti es el psiquiatra encargado de sacar las castañas del fuego de una crisis jerárquica sufrida por un Vaticano reinado por el Papa Piccoli. La cosa pintaba a controversia, aunque en estos casos, ya se sabe, a perro ladrador....¿poco mordedor?
¿De qué va?
Después de la muerte del Papa, el Cónclave se reunió para elegir a su sucesor. Son necesarios varios votos antes de que se eleve el humo blanco. ¡Al fin se eligió a un cardenal! Pero los fieles que se han congregado en la Plaza de San Pedro esperan en vano la aparición en el balcón del nuevo pontífice. Este último no parece estar preparado para soportar el peso de tal responsabilidad. ¿Es angustia? ¿Depresión? ¿Miedo a no estar a la altura? El mundo entero pronto será presa de la inquietud, mientras que en el Vaticano, se buscan soluciones para superar la crisis.
¿Quién está detrás?
Hablamos de Nanni Moretti, un indiscutible peso pesado del cine italiano y una vaca sagrada de la industria cinematográfica europea que con su última película decide adentrarse también, en terreno sagrado.
¿Quién sale?
A un Nanni Moretti en su salsa, en plan psiquiatra, acompañan en el reparto los veteranos Michel Piccoli y Margherita Buy.
La prensa ha dicho
En general, ni se la cargan ni la alaban. Mal asunto, una película destinada a teñir de polémica Cannes fue, más bien, recibida con cierta indiferencia, aunque hay para todos los gustos:
Carlos Boyero abre el fuego en El País afirmando que "no es una mala película, pero sí es decepcionante, algo que ya le había ocurrido en las irregulares Abril y El Caimán. La Iglesia católica no debería preocuparse ante parodias tan inofensivas como la que pretende hacer Habemus Papam."
En cambio, Sergi Sánchez se muestra más postivo en La Razón apuntando que "todo el filme es un elogio de la digresión como motor del relato, haciendo que la deriva que emprende Piccoli funcione a la vez como toma de conciencia y asunción de la responsabilidad moral que otorga el poder."
Sara Brito de Público le da un 5.9 y títula su crónica de forma contundente destacando que "Moretti renuncia a la crítica contra el Vaticano" y que "su brillante apuesta inicial por la comedia paródica se diluye en un retrato tierno y humano que huye de controversias religiosas"
El resto de la crítica nacional desplazada a Cannes discrepa. Carlos Heredero, director de Cahiers, le otorga un 5 mientras Eulalia Iglesias de Rockdelux le da un 7.5. y Jaime Pena, también de Cahiers, se descuelga con un 9.
En cuanto a la prensa internacional los principales medios comulgan a la hora de señalar "Habemus papam" como una obra correcta aunque no excepcional.
El más efusivo es Kevin Jagermuth de The Playlist señalando que "Habemus Papam triunfa donde El Discurso del rey no lo hizo, gracias sobre todo al realismo del cual carecía la oscarizada película."
Andrew Pulver lamenta en The Guardian que "Habemus Papam lo tenía todo para ser excelente pero lamentablemente, no lo es."
Finalmente, tanto Hollywood Reporter como Variety lamentan la falta de mordiente del Moretti de "Il Caimano," al igual que Eric Khon de Indiewire quién confirma que "carece de la inspiración cómica necesaria para argumentar su luminosos contenido"