Crónicas Cannes 2011: "Hara-Kiri" la sutileza de Miike llega en 3D

Publicado el 20 mayo 2011 por Fimin

"Como director de cine, es natural sentirse contento sobre las nuevas posibilidades que se nos abren. Me imagino a mí mismo dentro de 20 años, cuando el 3D sea la norma, contando a mis nietos que en los viejos tiempos aún debatíamos si el 2D era una mejor opción."  Tras deslumbrar el pasado año en Venecia con sus "13 asesinos," es así como Takashi Miike presentaba ayer en Cannes "Hara-Kiri." Quién espere al salvaje  Miike de "Ichi the Killer," se llevará un chasco, quienes no, estamos de enhorabuena, Miike sigue hilando fino. ¿La otra novedad? Hablamos en clave 3D. Tras su pase ayer en La Croisette, elogios para un Miike a quién los años parecen sentarle de maravilla.

¿De qué va?

Deseando morir con dignidad, Hanshiro, un samurai sin recursos pide realizar un ritual de suicidio en la residencia del clan li, cuyo director es Kageyu, un guerrero obstinado. Tratando de desalentar al Hanshiro, Kageyu le cuenta la historia trágica de Motome, un joven ronin, que llegó hace poco solicitando lo mismo. Hanshiro se siente traumatizado por los horribles detalles del destino final de Motome, pero mantiene su deseo de morir con honor. En el momento de llevar a cabo el hara-kiri, pide como último deseo ser ayudado por los tres tenientes de Kageyu, que por una extraña coincidencia están ausentes. Desconfiado y enfadado, Kageyu pide explicaciones a Hanshiro. Este último revela sus relaciones con Motome y revela la hitoria agridulce de sus vidas. Kageyu pronto comprenderá que Hanshiro se ha lanzado a una prueba de fuerza por un deseo de venganza.

¿Quién está detrás?

Hijo pródigo de Sitges, Takashi Miike es uno de los cineastas más prolíficos del panorama mundial (más de 50 títulos en 10 años) y sin duda, uno de los más extremos. Extremo por sus excesos, unos excesos marcados por un estilo gamberro. El suyo es un cine demente, bizarro, depravado, perturbado, enfermizo. Él, un tipo peligroso, un enemigo público, un psicópata cinematográfico, una especie de Tarantino en versión japonesa que todavía va más allá. Un personaje capaz de dar forma a eternos y sanguinarios iconos que incurren en el gore, ("Ichi the killer", "Dead or alive" o "Audition"), a inclasificables bizarradas como "Visitor Q", "Gozu" y "La familia Katakuri" o a sofisticadas y pulcras propuestas como la magistral "13 asesinos."

¿Quién sale?

Ebizô Ichikawa,  Eita, Hikari Mitsushima y Kôji Yakusho, quién repite experiencia tras "13 asesinos"

Algo así como

"13 asesinos" + "Zatoichi"

La prensa ha dicho

Al igual que el "Hanezu" de Naomi Kawase, su cobertura ha resultado seriamente afectada por el inevitable boom Almodovariano. Sin embargo, alguna que otra crítica hemos rescatado. Todas nos confirman que Miike se está moderando. Ver para creer, un Miike delicado. ¿Señal de vejez o de madurez?

Al igual que ya hiciera con "13 Asesinos," Sergi Sánchez alaba su sutileza en La Razón argumentando que "Los 3D añaden bien poco al rigor de la planificación de Miike, que se reserva sus arrebatos violentos para un brutal harakiri y una lucha de «todos contra uno» que abre y cierra un filme extremadamente delicado que deja su verdadero poso emocional en su tristísima segunda parte."

E. Rodríguez Marchante por su parte va más allá y llega a Tordesillas en el ABC: "Pletórica de forma y de fondo sobre una historia de amor, muerte, honor y venganza. En realidad, era una película que ya se había visto antes un centenar de veces, pues cualquiera que haya nacido en Tordesillas, un suponer, se conoce ya al dedillo todo el ritual pejiguero de los samuráis, sus posturas (en el tatami y en la vida) y la facilidad con la que se dan matarile ellos mismos al primer contratiempo vital."

En cuanto al equipo Cahiers, consenso absoluto. Tanto Jaime Pena como Carlos Heredero y Carlos Reviriego le otorgan un meritorio 7.

¿Y la prensa internacional? Todos coinciden en destacar la sorprendente delicadeza de un Miike que puede decepcionar a los fans de su versión más gore:

Justin Chang no duda se siente contagiado en Variety por "su elegancia formal y su honstidad dramática" aunque aclara que "decepcionará a las audiencias que esperen regodearse con la extrema violencia del prolífico realizador japonés" por más que "la variación de los tradicionales temas del cine de samuráis como el honor y el sacrificio ofrece sus propios obsequios"

Al igual que Maggie Lee, quién coincide en The Hollywood Reporter con el redactor de Variety definiéndola como "un elegante pero sobrio drama de acción samurai de portentosas interpretaciones." Y recalca, así mismo, que "cualquiera que espere un film en 3D sobre el ritual del suicido a cargo de la versión más ultra-gore de Miike, que vaya haciéndose a la idea que se encontrará algo completamente diferente"

Más desencantado se muestra Allan Hunter en Screen afirmando que "la combinación entre el director de culto Takashi Miike, una saga clásica de honor samurái y el 3D crean un nivel de expectación que Hara-Kiri es incapaz de alcanzar"

Finalmente, Barbara Scharres se muestra decpcionada en su blog  del Chicago Sun Times por el ineficaz uso del 3D "Es aquí donde mi irritación sobre el 3D emerge. No hay nada reforzado por el 3D en este drama. No me transmite más que  trucos baratos y mala composición."